Análisis de Burnout Paradise Remastered para Nintendo Switch - Competición y destrucción para llevar

Análisis de Burnout Paradise Remastered para Nintendo Switch - Competición y destrucción para llevar
Coches, buggies, minicoches, F1, motos...

El género de la conducción no es el que mejor está desfilando por Nintendo Switch. La híbrida de Nintendo ha conseguido fichar algunas licencias e IP famosas dentro del mundillo, pero siguen faltando experiencias que aúnen la fórmula arcade con la libertad a la hora de conducir. Sí, se echaba en falta la llegada de algún juego de la saga Burnout, o incluso de Need for Speed. Lo último no lo tenemos, pero lo primero sí, gracias a Burnout Paradise Remastered.

Burnout Paradise Remastered 02

Los takedowns a tus rivales son absolutamente placenteros

La obra de Criterion, lanzada para PlayStation 3 y Xbox 360 allá por 2008 y rescatada con una remasterización para PlayStation 4 y Xbox One 10 años más tarde, vuelve ahora con su última reinterpretación. Paradise City se vuelve a abrir ante nuestros ojos y mandos tal y como lo hizo hace un par de años con las consolas de actual generación, con el eternamente necesario añadido de la portabilidad de Switch. ¿El resultado? El port de una remasterización que encaja perfectamente con los que buscan la conducción más desenfadada, la libertad de movimiento, toneladas de contenido y, por supuesto, muchas piezas volando por los aires y ruido de chatarra. Si quieres todo eso, presta mucha atención a nuestro análisis de Burnout Paradise Remastered en Switch.

Bienvenidos a la Ciudad del Paraíso

En otras circunstancias pondríamos el tráiler del juego (no os preocupéis, lo tendréis más abajo), pero conocer la canción de Guns N' Roses que da nombre a la localización principal de este Burnout es casi tan interesante como conocer la premisa del juego. No en vano, Criterion decidió en su momento que este sería el tema principal de su primer videojuego de mundo abierto. Porque sí, esta entrega de la saga Burnout abandonó la linealidad habitual de escoger carrera para ofrecernos toda una Paradise City por recorrer libremente con nuestro vehículo, a la que esta vez se suma también Big Surf Island, territorio adicional lanzado en su momento como DLC de pago. No os preocupéis, aquí lo tenéis gratis.

Desenfadado, con ese toque gamberro de los Roses, con la misma fuerza que el guitarreo de Slash y completo hasta decir basta. Así podríamos resumir este título que llega algo tarde a la híbrida de Nintendo. Aunque, como se suele decir, nunca es tarde si la dicha es buena. Aquí, la dicha es el ya clásico de la conducción cargado hasta los topes de contenidos. No exageramos. Además del juego base, este remaster incluye 8 DLC importantes. Gracias a ellos, tenemos la zona de Big Surf Island, el pack de Policías y Ladrones, motos, nuevos lugares, más desafíos y un abanico con más de 130 vehículos a escoger. Contenido no le falta.

Quemando rueda por Paradise City

Ya os hablamos en su momento de la fórmula de Burnout Paradise Remastered con el análisis de las versiones de PS4 y Xbox One, y os recomendamos echarle un vistazo para complementar todo lo que vamos a contar aquí. Aun así, vamos a refrescar un poco las mecánicas del juego original, mantenidas punto por punto en este remaster.

Como ya hemos mencionado, Paradise fue el primer Burnout que abandonó el esquema tradicional para lanzarnos a la libre navegación por un entorno abierto. Esto nos lleva a Paradise City, epicentro de la actividad en el que correremos a toda pastilla mientras competimos contra otros en toda clase de desafíos. La variedad de pruebas es bastante interesante, con sprints desde A hasta B, las tradicionales carreras por vueltas, desafíos de destrucción e incluso acrobáticos. Hay mucha opción diferente, algo que permite ir gozando de experiencias que no se mantienen siempre en el mismo patrón.

Burnout Paradise Remastered 01

Take me down to the Paradise City...

Luego está la destrucción, que siempre ha sido un elemento principal para este IP. Poco hay que añadir en ese sentido, sobre todo teniendo en cuenta que para conseguir un nuevo modelo de vehículo, tienes que destrozarlo cuando te lo cruces por las calles. Sí, el verbo principal de este Burnout no es correr, es romper, y todo queda orientado en esa dirección de una forma o de otra. Eso sí, tampoco llega al extremo de títulos como Destruction Derby o similares. La máxima velocidad al más puro estilo arcade es la premisa principal, con unos controles que responden genial a los mandos de Switch (mucho mejor con Mando Pro) y una fluidez tan necesaria como satisfactoria.

¿Qué tal en Switch?

La versión de Nintendo Switch de Burnout Paradise Remastered es una completa gozada. No nos vamos a andar por las ramas con esto, porque el trabajo de adaptación ha sido sensacional. Fluidez absoluta con una tasa de 60 fotogramas por segundo, buenas resoluciones y un acabado general que está muy equilibrado con el visto en el remaster de hace un par de años. La versión de la híbrida no tiene nada que envidiarle a la de PlayStation 4 ni Xbox One. De hecho, puede sacar pecho con orgullo, porque en Modo Portátil se juega de maravilla, sin perder ni un ápice de fluidez y suavidad.

Es cierto que el juego original tiene sus años y que, aunque hablemos de una remasterización, el salto cualitativo no es tan grande como cabría esperar. Se ve mejor que el de PS360, faltaría más, pero su mundo sigue sintiéndose algo vacío por las limitaciones de la época. Tampoco es algo de lo que haya que preocuparse. En un juego en el que la prioridad es sembrar el caos, quemar rueda y hacer Takedowns como si no hubiera un mañana, lo último en lo que podríamos pararnos a pensar sería en tener cuidado de los incautos peatones.

En la consola de los Joy-Con, además de mantener todo lo del original, con esas pruebas esperando en cada cruce o las partidas online accesibles a golpe de D-Pad, también se ha añadido la posibilidad de interactuar con el mapa a través de la pantalla táctil. Es la única mejora extra de esta versión que sigue palmo a palmo los pasos de la de 2018. Aunque no podemos negar que hay una pega por culpa del control, y es que no hay gatillos analógicos a los que sacar partido para regular velocidades. ¿Sinceramente? Tampoco es un problema de peso, ya que en un título tan arcade como este, no te paras a pensar cuánto pisas el pedal.

La mejor versión de Burnout Paradise Remastered

Como se suele decir: las cosas claras y el chocolate espeso. Burnout Paradise Remastered tiene en Switch la mejor versión lanzada hasta ahora del juego. Alberga todo el contenido original más los DLC más importantes, tiene toneladas de vehículos de toda clase disponibles, desde coches de juguete hasta motos o buggies (algo que puede romper un poco con la dificultad al principio). Como versión, es la mejor tanto por funcionamiento como por contenidos y por opciones, sobre todo por esa portabilidad que tan bien encaja con casi cualquier fórmula de juego. Ideal para unas carreras o derribos rápidos a 200 por hora por una ciudad o por carreteras de montaña.

Repleto de recovecos y de cosas por hacer, su diseño de mundo sigue funcionando bien, aunque se le notan los años en lo técnico y visual. Su fórmula se mantiene incombustible por mucho que pises el acelerador, lástima que no decidieran mejorarlo un poco más a nivel visual. Si te van los arcades de carreras amplios y alocados, lánzate de cabeza a coger el volante con este juego, no te va a defraudar.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!