Análisis de Atomic Heart - Mucho más que un Bioshock ruso

Aunque se reveló oficialmente un par de años antes, Atomic Heart lleva en boca de todos desde que en 2020 anunció su llegada a PlayStation 5 y Xbox Series X|S, aparte de para la anterior generación de consolas y PC. Poco después lo fichó Microsoft para llegar de lanzamiento a Xbox Game Pass. La razón es bien simple, se trata de un nuevo shooter en primera persona con una propuesta diferente y refrescante que bien podríamos comparar con Bioshock, aunque no solo bebe del juego de Ken Levine, también aporta un estilo único y personal gracias su ucrónica propuesta donde la URSS domina la carrera científica y militar, hasta que ocurre un desastre.

Atomic Heart ha ido ganándose al público amante de los shooters narrativos en primera persona con cada tráiler, a cada cual más loco que el anterior. Disparos, explosiones, robots gigantescos, señores con bigote y una ambientación soviética retrofuturista de lo más atractiva. Veremos si el juego de Mundfish ha conseguido cumplir las expectativas.

• Atomic Heart: toda la información
• Experiencia con Atomic Heart
  • La madre patria
  • Propuesta única con aires familiares
  • Poderes, armas especiales y el viejo Kalashnikov
  • Más AA de lo que cabría esperar
• Valoración final de Atomic Heart

Atomic Heart: toda la información

Experiencia con Atomic Heart

Sinceramente, desde que estallara la guerra de Ucrania hace ahora cerca de un año, creí que Atomic Heart no llegaría a ver la luz hasta el final del conflicto por aquello de que Mundfish, el estudio de veteranos responsable del proyecto, es un estudio ruso, aunque desde hace un tiempo aseguran tener un equipo global repartido por todo el mundo. El caso es que Munfish no ha condenado abiertamente la invasión rusa de Ucrania, lo que se ha ganado la enemistad de parte de los aficionados, aunque eso de condenar la guerra residiendo en Rusia conlleva penas de hasta 10 años de prisión. En cualquiera de los casos, con el apoyo de Focus Entertainment como editor, Atomic Heart ha conseguido luz verde para llegar a las tiendas y lo hace con una propuesta difícil de olvidar.

La madre patria

Atomic Haert hace un retrato futurista de la URSS jamás visto

Los primeros compases de Atomic Heart son tan confusos como la propia historia del desarrollo del juego, pero lo que queda claro desde el primer momento es que se trata de una ucronía en la que la URSS ha conseguido en 1955 un desarrollo científico a años luz de las potencias occidentales y disfruta del estado de bienestar comunista gracias a la enorme flota de robots que facilitan la vida de los ciudadanos de la madre patria. Esta revolución se debe a lo que el juego llama “el polímero”, materia prima del próximo y determinante paso adelante de la sociedad soviética, Kollektiv 2.0, una gran red neuronal compartida con la que controlar los robots con el poder de la mente.

Pero estamos en un videojuego, la cosa no podía ser tan fácil. Un inesperado contratiempo convierte esta idílica sociedad soviética en un incipiente apocalipsis tecnológico donde los robots se han vuelto contra los humanos. Es que, cómo no se le ocurrió a nadie que montar sierras de metro y medio y rayos láser en robots domésticos no era muy buena idea.

Un aura de misterio y peligro envuelve a las Gemelas, guardaespaldas del doctor Sechenov

Por supuesto, el encargado de resolver este desaguisado es nuestro protagonista, Serguéi Alexéyevich Niecháev, más conocido como el mayor P-3, veterano de la Segunda Guerra Mundial y mano derecha del científico Dmitri Serguéyevich Séchenov, responsable de la red Kollektiv 2.0. Investigar lo ocurrido no solo nos llevará a luchar contra temibles máquinas y otras abominaciones producto de los experimentos soviéticos, también a destapar los trapos sucios que esconden los peces gordos del Kremlin y sus verdaderas intenciones para el futuro de la URSS.

Se trata, en definitiva, de un universo realmente atractivo que recrea como nadie esa esa época esplendorosa de la URSS y atrapa por sus secretos y por sus situaciones y personajes disparatados, como la famosa Yaya Zina que protagonizó los primeros tráileres del juego. Se toma su tiempo para arrancar y la trama avanza a cuentagotas, pero es muy difícil no dejarse llevar por su universo y vibrar con su alocada propuesta de acción. Tiene el potencial para dejar huella.

Propuesta única con aires familiares

Atomic Heart cuenta con espectaculares batallas contra jefes, aunque para este se hayan inspirado en Los Increíbles

Con todo lo que innova Mundfish a la hora de presentar un rico universo de ciencia ficción soviético retrofuturista, a la hora de ponerse a los mandos de Atomic Heart, es inevitable que se sienta cierta sensación de familiaridad con otras propuestas de juegos de disparos en primera persona. No se le ha conocido todos estos años como “el Bioshock ruso” por nada. Sí, se parece a Bioshock más que por su planteamiento jugable, por aquello de los poderes del guante de P-3 y el desarrollo de las misiones del juego, pero creo que es absurdo reducir el trabajo del estudio a estas comparaciones.

Personalmente, como amante del trabajo de Arkane Studios, también le encuentro ciertos paralelismos con Prey (2017), una de las mejores propuestas de ciencia ficción de los últimos años, pero Atomic Heart no pretende ser ninguno de estos juegos. Aparte de beber de aquí y allá, el equipo ruso aporta su propio granito de arena a una propuesta que consigue funcionar muy bien, sobre todo en sus misiones principales. Por lo general tienen lugar en interiores y cuentan con las ambientaciones más originales y las situaciones más locas, incluyendo algún que otro rompoecabezas y minijuegos de forzarcerraduras variados y divertidos.

En Atomic heart hay varios minijuegos de forzar cerraduras y otros rompecabezas

Para mi sorpresa, Atomic Heart no es un juego enteramente lineal, aparte de las misiones principales en las que avanza la trama, cuenta con un mundo abierto de dimensiones considerables donde puedes recrearte un buen número de horas completando las llamadas “Zonas de pruebas”, donde se consiguen numerosas recompensas en forma de materiales y planos de creación tras completar diversos rompecabezas y enfrentamientos. El juego se toma su tiempo antes de dejarte salir al mundo abierto, pero aporte algo de aire fresco entre misión y misión, ya que por su intensidad puede que de haber sido completamente lineal llegase a abrumar un poquito. Por lo general, el juego podría rondar las 20 horas de duración yendo solo a por la trama principal, si queremos completar todo el contenido la cuenta se multiplica de forma exponencial.

Aunque el propio mundo abierto también es un poco estresante de más en algunas ocasiones. Es un poco obtuso a la hora de presentar algunas de sus posibilidades y una idea clave del equipo, los niveles de alarma, puede hacer que en un abrir y cerrar de ojos tengas medio ejército de máquinas pisándote los talones. Resulta que todo está plagado de cámaras de vigilancia.

Poderes, armas especiales y el viejo Kalashnikov

No solo habrá que preocuparse de las máquinas, también hay mutantes

En cuanto al sistema de combate, el sistema de fabricación y mejora de armas, y el progreso de personaje, como decíamos, es imposible no acordarse de los clásicos del género. Aunque en materia de gunplay está más cerca de DOOM que de Bioshock o Prey, una inspiración reconocida por parte del equipo ruso de Atomic Heart.

Estamos ante un juego de disparos en primera persona, ninguna sorpresa en este sentido, pero la variedad de enemigos y la variedad del arsenal de Atomic Heart, con armas cuerpo a cuerpo y todo, hace que sea realmente divertido de jugar, y desafiante. No es un juego excesivamente complicado, pero sí que habrá que usar todas las posibilidades a nuestro alcance y explotar las debilidades de los enemigos para lograr superar algunos enfrentamientos. Los combates contra los jefes finales son de lo más espectacular.

Ya sea matando enemigos o looteando cofres y cualquier otro mobiliario propiedad del estado soviético, mención especial al sistema de loteo automático del guante de P-3 y sus animaciones, recibiremos diversos tipos de materiales con los que mejorar nuestros arsenal y nuestras habilidades a través de las reparadoras que hay repartidas por todo el juego. Se trata NORA, una gran máquina roja de forma rectangular que, a diferencia de los otros robots, no te atacan directamente, pero amenazan con hacerte todo tipo de guarrerías empleando un lenguaje muy vulgar y subido de tono. Muerte por kiki, que diría Futurama.

No hay viaje rápido, pero almenos hay vehículos

En estas reparadoras, podremos invertir nuestros recursos tanto en fabricar consumibles y munición, como en crear armas y piezas de mejora para potenciar sus atributos o conferirles diferentes estados elementales. Todos los materiales invertidos en las armas se devuelven de manera íntegra a la hora de reciclarlas, por lo que el juego invitade manera directa a experimentar con todo el arsenal y sus diferentes posibilidades. Un arsenal variado y versátil que cuenta con contundentes armas cuerpo a cuerpo (como vimos en su tráiler de acción real con guiño a Hogwarts Legacy), armas de energía, el viejo y confiable rifle Kalashnikov o un lanzagranadas para saltarlo todo por los aires.

Lo mismo sucede en cuanto al progreso de personaje, el Neuropolímero necesario para comprar habilidades del guante de P-3 se recupera al completo a la hora de deshacer las mejoras. El guante cuenta con mejoras típicas de personaje como más vida, resistencia o espacio de inventario, así como habilidades que lanzan rayos, hielo o polímero, usan la telequinesis, etc. Personalmente se me queda escasa la lista de habilidades activas, y aunque a veces pueden combinarse sus efectos, está todavía algo lejos de las posibilidades de un immersive sim como Prey.

Más AA de lo que cabría esperar

Las cinemáticas de Atomic Heart están a un gran nivel técnico

Desde su primer tráiler, Atomic Haert nos dejó con la boca abierta por su impresionante acabado gráfico y lo cierto es que no ha cambiado demasiado en esta versión final del juego, aunque sí se notan las costuras que unen esas partes más espectaculares con el conjunto del juego y algo de downgrade respecto a las primeras demostraciones. Es decir, al final se nota la inevitable realidad de que Mundfish no cuenta con el altísimo presupuesto de un desarrollo Triple A, pero ha sabido utilizar sus recursos de manera muy inteligente para que el juego destaque en sus momentos más espectaculares. Por ejemplo, el acabado de algunos materiales, efectos, animaciones y cinemáticas.

La otra cara de la moneda son artefactos en la imagen de vez en cuando, popping en el mundo abierto, algún que otro bug significativo y otras tantas imprecisiones propias de un juego al que le falta un giro de tuerca para clavar todo lo que tenía en mente. El rendimiento, en cambio, es sorprendentemente estable. Buen trabajo de optimización por parte del equipo ruso.

El guante de neuropolímero es la fuente de los poderes de nuestro protagonista

Donde más destaca Atomic Heart, y por lo que lo recordaremos pasado un tiempo, es por su apartado artístico. Más allá de toda la iconografía soviética, que tiene su puntillo, los robots y el resto de elementos de ciencia ficción que presenta tienen diseños originales que destilan personalidad. Por ejemplo, jamás podre borrar de mi memoria la cara de esos robots humanoides con bigote que generan una mezcla de risa y miedo. Destacan también el diseño de otros enemigos y jefes, como las Gemelas, que ya se han ganado varios fans en redes sociales.

Por si fuera poco, la banda sonora del juego mezcla canciones tradicionales en ruso y temas originales creados por Mick Gordon, compositor de la banda sonora de DOOM (2016), Doom: Eternal o Wolfenstein: The New Order, entre otras producciones. Te puedes hacer una idea de por donde van los tiros. Además, gracias a la labor de Focus Entertainment como editora, nos llega localizado con textos y voces en español. No es el mejor doblaje del mundo, pero se agradece que cuente con esta opción.

Valoración final de Atomic Heart

La llave de la horny jail

No sé si veremos a Atomic Heart en las listas de los mejores juegos del año 2023, todavía hay muchos juegos por salir en los próximos meses que tienen nuestra atención, pero la verdad es que Mundfish ha cumplido a la hora de entregar una propuesta con detalles originales en cada uno de sus diferentes apartados. Sin duda, una de las apuestas más locas y divertidas del año que conquistará a los fans que disfrutaron de otras propuestas de este subgénero de los juegos de disparos en primera persona para un jugador con poderes, elementos RPG, ambientación opresiva y enemigos con muy malas pulgas. Razón por la que esperamos también con ansias Judas, lo nuevo del creador de Bioshock.

Atomic Heart es el perfecto exponente del famoso segmento de los juegos AA que tan populares eran en la época de Xbox 360 y PS3, juegos que sin tener la presión de grandes compañías y grandes presupuestos a sus espaldas se permiten la libertad de experimentar y hacer cosas realmente locas y transgresoras, tengan finalmente más o menos acierto. Por encima de la media de los AA de los últimos años y con ambiciones de desarrollos claramente más poderosos, habrá que estar atentos a los próximos proyectos de Mundfish.

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