Análisis de Deadly Premonition 2 - Una investigación muy peculiar

Análisis de Deadly Premonition 2 - Una investigación muy peculiar

El catálogo de Nintendo Switch aguarda a que se produzcan nuevos anuncios por parte de la compañía japonesa, pero va dejando pinceladas a medida que va avanzando este 2020. El próximo 10 de julio será el momento de recibir su próximo lanzamiento, Deadly Premonition 2: A Blessing in Disguise. La obra de Toybox y Rising Star Games llega con la intención de contentar a todos aquellos que se sintieron atrapados por la primera entrega, cuya principal premisa era un manejo tosco y un aspecto de lo más destartalado que consiguió convertirlo en un título de culto. Para su secuela, la dinámica es prácticamente la misma.

Agente York, hora de volver al tajo

En esta ocasión la propuesta se desarrolla en la pequeña localidad de Le Carré, donde el agente del FBI Francis York Morgan tiene que volver a investigar los extraños sucesos y crímenes que se están produciendo en el lugar. Por supuesto, para ello contará con la inestimable ayuda de Zach, a quien ya conocerás si has jugado a la primera entrega, para desentrañar todos los misterios que se ocultan en la pequeña localidad estadounidense. El desarrollo de la propuesta no sorprenderá a nadie que ya conozca a lo que se enfrenta, pero sí que obligará a levantar la ceja con fiereza para quien no haya podido experimentar con el primer título. Y es que la saga Deadly Premonition es una de las más peculiares que hayan existido nunca.

Continuista en todos los sentidos: tosco y con cierto encanto

deadly premonition  gameplay

Deadly Premonition 2: A Blessing in Disguise es una propuesta muy continuista respecto a su primer entrega, de eso no cabe la menor duda. La premisa principal es la investigación, mediante conversaciones eternas, revisión de pistas y pequeños puzles que hay que resolver. No obstante, también hay muchas más tareas adicionales que hacen del título una aventura extensible durante decenas de horas, ya que cuenta con misiones secundarias numerosas y variadas (aunque no siempre con calidad) y otro tipo de tareas como jugar a los bolos o las cabrillas, entre otras actividades de lo más interesantes. En este sentido, el juego cumple con los cánones de lo que debe ser una propuesta de este género, con una ciudad plagada de opciones y que te deja vía libre para desplazarte por su mundo abierto.

La nota negativa es que, aunque ha mejorado notablemente respecto al primer título, el manejo sigue siendo bastante tosco y destartalado, lo que en muchas ocasiones dificulta ciertas tareas. Además, la física tampoco es su punto fuerte y desplazarse en monopatín por Le Carré puede ser un absoluto suplicio si impactas con algún objeto cualquiera, entre otras cosas. En lo técnico es un juego con contrastes bastante reseñables, ya que el acabado de los personajes principales es bastante aceptable, mientras que también cuenta con texturas de lo más descuidadas y pobres. Algo que ni siquiera el modo de sobremesa de Nintendo Switch puede arreglar.

Le Carré, a tus pies

deadly premonition le carré

El pequeño pueblo de Le Carré es lo más destacado de Deadly Premonition 2: A Blessing in Disguise, para bien y para mal. La idea de ofrecer un simulador de vida está ahí y puede apreciarse en todo momento, pero no termina de encajar bien con la propuesta. Resulta especialmente tedioso ver lo lento que pasa el tiempo para tener que cumplir una misión principal, por ejemplo, y tener que recurrir al hotel para descansar y acudir en el horario correcto. Todo ello con un coste excesivo por la estancia, lo que intenta que realices tareas secundarias mientras tanto, pero son tan pobres y absurdas que apenas quieres prestarles atención. En ese sentido, es un fallo garrafal.

Por otro lado, el protagonista también necesita alimentarse o mantener su higiene para estar en perfectas condiciones, aunque no afecta en demasía al transcurso normal del juego, por lo que es fácilmente olvidable. Todo da la sensación de ser un relleno innecesario, que tal vez pueda complacer a los jugadores menos exquisitos, pero que resulta un tedio que se deja pasar con mucha simpleza. Lo único que se consigue con todo esto es que todo aquello que se aleje de la aventura principal se deje de lado, aunque la historia principal no sea lo mejor que haya existido, pero es más interesante, por descontado. No obstante, algunas de esas tareas secundarias son obligatorias en ciertos momentos, por lo que no hay manera de librarse de ellas. En términos generales, avanzar en el pueblo se hace bastante aburrido.

El framerate, el gran crimen

deadly premonition monopatín

Si hay algo que es francamente criticable en esta segunda entrega es lo que ya ocurría en el primer Deadly Premonition. A nivel técnico es un crimen que ni siquiera Francis York Morgan puede solventar. En los espacios interiores el juego se mantiene estable, pero en cuanto uno se lanza al exterior la fiesta de los fps es una locura. Las caídas son monumentales e incluso provocan la parálisis completa del mapa durante un instante mientras avanzas por él, especialmente cuando te desplazas en monopatín. No es que se pudiera esperar que tras lo visto en el primer título, Deadly Premonition 2: A Blessing in Disguise fuera el maná de la calidad técnica, pero el resultado es prácticamente injugable en muchos puntos.

Todo ello sumado a otros errores técnicos como numerosos bugs y texturas de dudosa calidad, como se ha mencionado anteriormene, convierten a la propuesta en una aventura que no hace justicia a la enorme calidad que han derrochado otros grandes videojuegos lanzados en Nintendo Switch. Por supuesto, los que disfrutaran en su momentos del primer título y sepan a lo que se enfrentan estarán encantados con lo que verán, pues el juego cumple con creces en lo que es bueno, pero quien llegue de nuevas probablemente tendrá una sensación bastante negativa al ponerse a los mandos del agente York.

Una segunda entrega para los fans más acérrimos

deadly premonition york

Sin duda, las 20 horas (contadas a ojo, porque cuentan también las horas en suspensión de la consola) de Deadly Premonition 2: A Blessing in Disguise están dedicadas a todos aquellos que se enamoraran de la primera entregan y quieran volver a disfrutar de las peripecias de Francis York Morgan, pero que se queda insuficiente en todos los ámbitos principales en los que se basa la jugabilidad del título. Probablemente todos aquellos que esperen el título con ansias no se sentirán influenciados por todos estos aspectos, pero si eres nuevo en esta lid será mejor que vayas preparado para lo que te aguarda, aunque encontrarás en el agente York un personaje de lo más carismático con el que pasar grandes momentos.

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