Análisis de Little Town Hero - Un conjunto de buenas ideas a las que le falta cocción
Game Freak es una compañía que siempre ha estado ligada a una franquicia tan legendaria en el mundo de los videojuegos como es Pokémon. No obstante, el estudio japonés también quiere desarrollar nuevas ideas lejos de los ya míticos monstruos de bolsillo, algo que han expresado en innumerables ocasiones, destacando que hay diferentes equipos de trabajo destinados a proyectos originales. La primera prueba de fuego es Little Town Hero, título que se presentó como una propuesta muy prometedora y que ha ido perdiendo fuelle poco a poco hasta el momento de su lanzamiento.
Y es que, curiosamente, el planteamiento de Little Town Hero se desarrolla como un conjunto de idea que pueden ser utilizadas por el personaje principal, como si se tratara de un paralelismo hacia la propia Game Freak en su búsqueda de nuevas ideas que le lleven a adquirir protagonismo lejos de Pokémon. Esta primera prueba no decepciona a los amantes de los juegos de ataques por turnos, pero tiene algunas carencias que provocan cierta desidia, especialmente en lo relativo a los elementos RPG. No obstante, resulta prometedor de cara a lo que puede surgir por parte de la compañía en el futuro.
Nuevas ideas que requieren de un gran ejecución
Little Town Hero es un título con una propuesta realmente simple: eres el habitante de un pueblo amenazado por temibles monstruos a los que debes hacer frente para proteger la aldea. Para ello dispones de diferentes habilidades y de la inestimable ayuda de los habitantes del lugar, que pueden inclinar la balanza en un combate igualado. No obstante, la apuesta se hace tediosa en muchos momentos por combates que se alargan demasiado, por tutoriales eternos y por la falta de acciones que te alejen de una práctica constante de combate. Le falta el elemento de profundidad que debe disponer un RPG.
Combate con mucha cabeza: la estrategia es fundamental
Lo principal de Little Town Hero son sus combates, ya que es sobre lo que está construida toda la jugabilidad. Y hay que decir que se trata de una técnica de lo más llamativa y que aportará grandes cosas a todos aquellos que disfrutan de las batallas con ataques por turnos. En esta ocasión, los ataques son ideas del protagonista, que se materializan en opciones de ataque o defensa. Cada una de estas ideas tiene un número determinado de puntos ofensivos y defensivos y han de enfrentarse a las ideas del rival. De este modo, se contrarrestan ambos ataque por sus puntos de ataque y defensa, chocando entre sí. Si se rompen todas las ideas del contrincante, existe la posibilidad de golpearlo directamente para restar uno de sus tres corazones de salud o el escudo que los recubre.
No obstante, no es el único elemento que hay que tener en cuenta, ya que cada una de esas ideas consume un número determinado de puntos de ataque: cada combate comienza con 3 disponibles y van aumentando hasta un máximo de 6, por lo que hay que ser muy consecuente respecto a cómo se utilizan las ideas para no acabar expuesto ante el rival y no poder contrarrestar la suyas; de no hacerlo, pierdes uno de los corazones como consecuencia del golpe. En este sentido hay muchas posibilidades a nivel estratégico, pero la mayoría de ellas se ejecutan cuando han pasado varios turnos, ampliando el radio de acción y el uso de ideas más potentes y arriesgadas. En definitiva, la construcción de los combates está ideada para que sean de larga duración, algo que resulta bastante tedioso cuando transcurren unas horas.
Al final de cada turno, también se pueden dar dos posibilidades: romper todas las ideas del rival y alcanzar el denominado "All break" con el que puedes golpear al rival y restarle uno de sus corazones en caso de que tengas puntos de ataque restantes con los que ejecutar una idea o ganar un punto de habilidad, lo que permitirá recuperar ideas ya utilizadas o intercambiar unas por otras en el inventario. Además, también se ofrece la posibilidad de moverse por el mapa, lo que permite llegar hasta puntos en los que se encuentran aliados que te ayudarán en el combate con sus habilidades especiales.
Las batallas son el punto central y por eso ocuparán casi todo tu tiempo
La mala noticia de Little Town Hero es que, aunque el cóctel de sus combates es adictivo y funciona bien, adolece en lo relativo a un RPG puro, ya que no hay grandes tareas adicionales que realizar más allá de combatir, por lo que es a lo que hay que dedicar la mayor parte de la propuesta. Ni siquiera la línea argumental cuenta con un aliciente que te invite a querer descubrir qué es lo que sucede en la pequeña aldea. De este modo, el título corre un amplio riesgo de no calar hondo y de resultar tan tedioso ante la falta de una distracción de los combates que termine por aburrir inevitablemente. Especialmente, teniendo en cuenta el elemento del alargue prácticamente necesario de las batallas que he comentado anteriormente.
De este modo, la afluencia de misiones secundarias brilla por su ausencia, lo que impide darle más profundidad al universo de Little Town Hero. Además, el sistema de batalla no es muy progresivo, por lo que una vez que se entiende el funcionamiento de las mismas, todo se vuelve muy mecánico en cada encuentro con un monstruo al que hacer frente. De nuevo, ese riesgo de caer en la desidia.
Una enorme complicación con el idioma
Y, por si fuera poco, hay que tener en cuenta un elemento que dificulta incluso más la tarea para los hispanohablantes: el juego no está localizado a nuestro idioma, por lo que se desarrolla de manera íntegra en inglés. Es cierto que el argumento no merece una especial atención y tampoco afecta en absoluto para ello, pero en el momento en el que los tutoriales comienzan a explicar de manera muy técnica algunas de las claves del combate se puede perder información que resulta muy valiosa, al menos si no se domina la lengua inglesa. En este sentido, teniendo en cuenta que se trata de un videojuego muy técnico y estratégico, puede cerrar la puerta prácticamente de un portazo a todos aquellos que no dispongan de un alto nivel de entendimiento de la lengua de Shakespeare.
Un intento a medio camino para Game Freak
De este modo, Little Town Hero no parece un título que vaya a pasar a la historia de Game Freak ni de la industria en general. Se trata de una propuesta aceptable, que hace todo lo posible por alejarse de Pokémon, consiguiéndolo. No obstante, la ejecución de sus ideas se queda a medio gas, conformando un sistema de combate bastante atractivo y que cuenta con elementos de lo más interesantes, pero que flaquean ante la imperiosa necesidad de alargar el combate para poder ejecutarlos. Puede ser el precursor de otros títulos que ejecuten de mejor modo las propuestas futuras de Game Freak, pero dado el prestigio del estudio japonés, en esta ocasión se queda algo corto en cuanto a la calidad que se espera de los creadores de todo un referente en el sector como es Pokémon.