Análisis de MotoGP 20 - Motociclismo en tiempos inciertos

MotoGP 20 se puso a la venta la pasada semana en una situación de lo más curiosa, ya que el mundial de motociclismo debería haber empezado hace ya varias semanas (de hecho lo hizo para las categorías más pequeñas), pero se ha visto paralizado por la actual situación derivada del COVID-19. El juego de Milestone se lanza en un momento incierto, ya que incluso recientemente se ha puesto en duda si se acabaría celebrando este mundial después de las cancelaciones de varios Grandes Premios.

Así que mientras la única forma de disfrutar de las motos la encontramos en nuestra consola, Milestone lanza MotoGP 20, una evolución de una fórmula que el estudio italiano lleva años perfeccionando y que en la entrega de este año nos deja la mejor hasta la fecha. ¿Los motivos de esta afirmación? Los encontraréis leyendo nuestro análisis de MotoGP 20.

Un juego algo duro para principiantes

Hacía mucho tiempo que no jugaba a un juego de motor que no fuese sobre cuatro ruedas. Atrás quedan los MotoGP de THQ, incluso los míticos Project Gotham Racing. Desde hace años, Milestone se ha convertido en el estudio que te viene a la mente cuando piensas en motociclismo. Los italianos se hicieron con la licencia de MotoGP pero también han dejado hueco para su lado más salvaje y callejero con juegos como Ride o MXGP. Cada juego tiene su propio toque y mientras los últimos resultan más arcade, en MotoGP se centran en priorizar la simulación y la experiencia del mundial de motociclismo por excelencia.

Justamente es esa simulación la que puede tirar para atrás a muchos jugadores. MotoGP 20 supone que ya llevas varios años jugando a esto y que estás acostumbrado a sus controles, mecánicas y demás, así que después de escoger una dificultad te presentas ante un menú con unos pocos modos de juego y a jugar.

Después de un primer Gran Premio nefasto que me tomé como fórmula de aprendizaje profundicé más en las opciones de juego; retoqué la IA, las ayudas en carrera, trazada, interfaz y demás. Al siguiente Gran Premio la cosa fue mejor, pero no miento si digo que utilizaba la mecánica de "rewind" casi cada dos curvas. Los controles de una moto no son los mismos que los de un coche y aquí lo vital es pensar que con tu stick controlas el peso del piloto y no la dirección de la moto como tal (una afirmación obvia para todo motero y jugador asiduo de este tipo de juegos).

MotoGP 20 requiere aprendizaje, varias horas incluso donde tienes que aprender los tiempos de frenada, la manera en la que tomas las curvas, la intensidad con la que aceleras... En resumen, todo se basa en el autoaprendizaje en caso de que seas un nuevo jugador. Por suerte, el juego se presta a que no te desanimes ya que su gameplay está muy cuidado y resulta divertido.

Diversión por el mundo

Os va a quedar claro, pero MotoGP 20 es un juego tremendamente divertido y creo que parte de su culpa la tiene una IA tremenda que me parece de lo mejor que he visto en un juego de carreras. El gameplay hace mucho, está claro, y al tratarse de un tipo de juegos donde cualquier error penaliza una barbaridad (frenar un poco antes o no inclinar lo suficiente el cuerpo puede hacer que acabes en la gravilla con facilidad) la atención que le prestas en todo momento es máxima, por lo que te mantienes en vilo en todo momento.

Pero es que la inteligencia artificial de los enemigos te lo va a poner muy difícil. No porque sea kamikaze a lo modo online, sino por la inteligencia a la hora de lanzarse al ataque, reservarse, aprovecharse de cualquier pequeño fallo tuyo. He tenido batallas que me han llenado de adrenalina en las que durante 3 vueltas 2 pilotos más y yo nos adelantábamos cada pocas curvas, incluso uno de ellos acabó por los suelos al forzar demasiado. Esos momentos son oro puro que hacen que te olvides por segundos del mundial real.

Cabe recalcar que podemos personalizar al máximo el tipo de experiencia que queremos, haciendo que la simulación sea más exigente al eliminar ayudas o al subir el nivel de la IA. En cualquier caso, la mejor opción es ir probando y dar con la que más se ajuste a la experiencia que buscamos.

Modos para cada gusto

MotoGP 20 cuenta con varios modos de juego. En Gran Premio disputaremos las pruebas que elijamos de un fin de semana, personalizando la duración, la categoría y escogiendo el piloto que más nos convenza. Por otro lado tenemos el modo online, donde disputaremos carreras con otros jugadores reales y por último tenemos dos modos muy interesantes. El primero es el modo trayectoria, donde crearemos un piloto y decidiremos si empezamos desde Moto3, Moto2 o directamente en MotoGP. Allí tendremos que firmar por un equipo satélite.

Este año se han añadido elementos que hacen del modo trayectoria uno más completo y estratégico, ya que podemos fichar a staff técnico para obtener mejoras importantes en la moto y representantes para conseguir mejores contratos y beneficios. Realizando pruebas en las sesiones libres obtendremos unos puntos que podemos gastar en desarrollar esas mejoras, que deberán contar con varios miembros del staff para llevar a cabo, cada uno con diferentes estadísticas, que hacen que destaquen en una disciplina concreta.

A parte del componente estratégico, este modo trayectoria nos hace vivir desde los ojos de nuestro personaje cada temporada de MotoGP, la mejor opción para aquellos que busquen la experiencia completa personalizada. Si solamente queremos realizar un campeonato con un piloto real, podemos acceder a esta opción desde el modo de juego Gran Premio.

El otro modo de juego que merece mención a parte es el dedicado a las figuras históricas del motociclismo. Cada día tendremos diferentes desafíos que consisten en participar en una carrera en dificultad fácil, intermedia o alta. Según nuestra posición obtenemos unas monedas que podemos gastar en comprar una leyenda o moto. Con esas leyendas podemos participar en este modo de juego o en el de Gran Premio.

Detalles que impresionan

MotoGP 20 no será de los juegos que mejores gráficos han demostrado en PlayStation 4, pero eso no quiere decir que no tenga detalles verdaderamente sorprendentes. Cada moto está recreada con un detalle enfermizo, donde podemos ver hasta la cadena moverse entre el motor y la rueda. Cada pieza de la moto está recreada, la luz reacciona diferente según el material... Por otro lado, los pilotos también son completamente reconocibles, con sus cascos y monos típicos. También se les puede ver sin ellos, momento en el que nos damos cuenta que habría sido mejor que no se quitasen el casco.

Los rostros de los pilotos dejan mucho que desear, pero tampoco es que sea algo importante en un juego de motos, más cuando el vehículo en sí tiene semejante detalle. Los circuitos, por su parte, también están recreados al milímetro, con todos las referencias de los reales. La iluminación también entra en juego, dejando estampas de lo más bellas a plena luz, pero sobre todo en Qatar, circuito en el que comenzaremos los entrenamientos de día y veremos como anochece hasta correr alumbrados por la luz de los intensos focos.

En lo sonoro contamos con lo que cabe esperar de un juego de motor, con diferentes efectos dependiendo de la posición de la cámara (la cámara dentro del casco es increíble). También contamos con comentarios de Ernest Riveras, comentarista de MotoGP desde que tengo memoria, en cada introducción de sesión, así como su finalización. Un toque que se agradece.

Conclusiones

MotoGP 20 es un gran juego de motociclismo que nos trae un mundial por ahora incierto a nuestros hogares. El gameplay es de lo más cuidado y resulta divertido, además, la IA juega un papel fundamental al darnos momentos épicos con agresividad y astucia.

Eso sí, si no habéis jugado a sus últimos títulos os encontraréis con una curva de aprendizaje algo pronunciada que os llevará varias horas superar. El hecho de que el juego resulte tan interesante y divertido ayuda a hacer menos ameno el aprendizaje.

MotoGP 20 cuenta con los modos de juego que uno puede esperar de un título de estas características, aunque el modo de las leyendas del motociclismo podría estar algo más trabajado y los desafíos ser un poco más originales.