Análisis de Sengoku Dynasty - Un viaje a la era de los señores de la guerra, pero con sabor amargo

Este juego de supervivencia y gestión de recursos desarrollado por Superkami ubica al usuario en el Japón feudal

Análisis de Sengoku Dynasty - Un viaje a la era de los señores de la guerra, pero con sabor amargo
Publicado en Análisis

El género de supervivencia es uno de los que más propuestas lanza al mercado de los videojuegos cada año. Cada una de las apuestas intenta diferenciarse del resto con una identidad propia, pero, al final, siempre comparten elementos comunes que son inevitables y que mezclan gestión, exploración y combate.

En este panorama tan superpoblado, Sengoku Dynasty intenta destacar trasladando la experiencia a un Japón feudal en plena época Sengoku, concediendo mucho protagonismo a la construcción de aldeas y a la gestión comunitaria.

Durante estos días he dedicado horas a crear mi propia dinastía, partiendo de cero como un humilde campesino que huye de la guerra, a base de buscar recursos y enfrentarme a todo tipo de desafíos. En este análisis te cuento qué tal la experiencia y si este juego consigue diferenciarse dentro de un género tan concurrido.

+ Pros

  • Ambientación histórica muy bien documentada y creíble
  • Diseño visual atractivo que refleja el Japón feudal
  • Amplia variedad de recursos y de estructuras que se pueden construir
  • Varios sistemas de progresión y de gestión comunitaria

- Contras

  • Historia prácticamente inexistente y sin impacto real
  • Interfaz y menús poco intuitivos
  • Combate muy básico y sin desafío real, con una IA limitada
  • Físicas poco pulidas y movimientos extraños del personaje
  • Problemas técnicos graves con pop-in, tirones y bugs recurrentes
  • Algunas tareas son repetitivas y demasiado lentas
60Sobre 100

Sengoku Dyansty: precio, plataformas y dónde comprar

Sengoku Dynasty
PlataformasPC, PS5, Xbox Series X|S
Plataforma analizadaPS5
Fecha de lanzamiento21 de agosto de 2025
DesarrolladorSuperkami
GéneroSupervivencia, Simulación, Construcción de aldeas
IdiomaTextos en español, audio en japonés

Sengoku Dynasty es un juego de supervivencia y simulación desarrollado por Superkami que, tras un periodo de acceso anticipado en PC desde 2023, se ha lanzado de forma completa el 21 de agosto de 2025 en PS5, Xbox Series X|S y PC. Su propuesta combina recolección, construcción y gestión de aldeas en un mundo ambientado en el Japón feudal. El título busca ofrecer un entorno realista y detallado donde el jugador debe sobrevivir, expandir su dinastía y guiar a su comunidad. Incluye textos en español y voces en japonés.

El camino hacia crear una dinastía es largo y tedioso

Desde el primer momento, Sengoku Dynasty demuestra querer ser una propuesta diferente con una identidad muy marcada basada en su ambientación. Aquí Japón, como país, es el centro de una aventura lenta en la que no debes solo sobrevivir, sino levantar aldeas y ver cómo crece tu dinastía. Esto no solo es un desafío, sino una experiencia que exige paciencia por muchos motivos y que, a cambio, te entrega cierta satisfacción.

Poca historia, pero mucho contexto histórico

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Aunque Sengoku Dynasty no tiene una historia como tal, tampoco le hace falta

Sengoku Dynasty no cuenta una historia propia. La narrativa del título funciona únicamente como un marco que sitúa al jugador en un contexto histórico. En este sentido, Superkami no ha querido reescribir la historia con ficción y se ha ceñido simplemente a intentar representar de la forma más realista posible la experiencia del Japón feudal. Esta lucha por la supervivencia solo está acompañada por pequeñas pinceladas en forma de cinemáticas, presentadas como dibujos con tinta japonesa, visualmente atractivas, pero que no afectan al desarrollo ni aportan peso jugable.

Frente a la carencia de una trama definida, tampoco siento que la necesite, donde el título sí destaca es en la ambientación. No voy a esconderme, no soy ningún experto en la historia de Japón ni en el desarrollo de su cultura, pero el juego es capaz de transmitir que la recreación de la época Sengoku está bien documentada. Nada parece estar hecho por casualidad, ni la apariencia de las casas ni los platos que se pueden cocinar. El orden prioritario de las necesidades también transmiten con claridad cómo era la vida en aquel periodo.

Aun así, aquí tengo que reconocer que como jugador tardas mucho en empaparte de este gran trabajo de documentación por lo lenta que es la experiencia. Al inicio la exploración es un lujo que no puedes permitirte porque debes dedicarte en cuerpo y alma a conseguir recursos. Más adelante entraremos de lleno en este problema, pero es importante nombrar también aquí que necesitarás muchas horas de juego para disfrutar de cómo Superkami ha sido capaz de recoger una época tan específica de Japón en un videojuego.

Sobrevivir, recolectar, craftear y repetir

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Cuando empiezas a delegar tareas a los habitantes de tus diferentes aldeas comienza de verdad lo bueno

Aunque el juego ofrece un amplio abanico de posibilidades que se abre cada vez más según avanzas, parte de un sistema de supervivencia extremadamente sencillo. Tu personaje solo cuenta con una barra de vida, una que combina hambre y sed y otra de resistencia. Con un inicio tan básico resulta sorprendente lo complicado que llega a ser progresar. Aunque hay alimentos fáciles de conseguir y aunque conseguir recursos primarios es bastante fácil, avanzar se complica cuando hay que transformar esos objetos en materiales más complejos o gestionar tareas repetitivas como cortar leña o recoger piedras, que al principio son lentas.

Respecto al primer punto, el de trabajar con los recursos que has recolectado para conseguir otros objetos, el problema es que el juego no te da las suficientes explicaciones. Por poner un ejemplo real, en un momento un personaje me pidió troncos de árbol sin corteza, un objeto que, evidentemente, se consigue a partir de talar un árbol. Lo que el título no te especifica en ningún momento es que debes crear una herramienta en concreto que te permite desbrozar el tronco y separar la corteza.

Yo entiendo que habrá usuarios a los que les guste vivir un desafío que les obligue a investigar, pero este tipo de procesos en los que el juego no te deja claro que pasos debes de seguir se repiten constantemente y obligar al jugador a dedicar mucho tiempo a tareas sencillas crea un montón de "frenazos" en el proceso. Que te quedes atascado en una situación así, que no debería de ser ningún desafío, es un problema porque fuerza al usuario a poner mucha voluntad de su parte para seguir jugando y no cerrar la aplicación.

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La recolección para construir puede volverse tediosa al inicio del juego

El tema de la recolección genera una sensación parecida en un principio. Es demasiado el tiempo que debes de dedicar a conseguir recursos que aparecen de forma abundante en el mapa. Esta tarea debería de ser simple y rápida para que avances hasta llegar a algún punto en el que sí te encuentres con una misión difícil que te lleve tiempo. Bajo mi punto de vista, no puede ser que una de las labores que deberían de ser más sencillas sean las que más horas del día te roben, porque se convierte en una obligación tediosa y repetitiva que hace lento el progreso sin añadirle valor.

En resumen, la dificultad está bien calibrada, de hecho me parece bastante complicado que tu personaje llegue a morir, y la fórmula para sobrevivir es muy intuitiva, pero por el camino te encuentras con situaciones lentas que no tienen motivo para ser así. Si superas esos primeros días y empiezas a tener aldeanos que trabajan y te quitan de encima esas obligaciones, pasarás a una nueva fase en el juego donde controlas incluso varias aldeas al mismo tiempo y que es mucho más satisfactoria y divertida.

Un combate demasiado pobre

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A pesar del gran repertorio de armas, el combate es muy limitado

Siempre he defendido que en los juegos de este estilo no es necesario un gran sistema de combate. Al final, el tema del juego no es ese y no se le puede exigir lo mismo que en otros géneros. Sin embargo, creo que se le puede pedir más a Sengoku Dynasty en este sentido.

El combate es básico y fluido, en general hay dos tipos de golpes y la opción de esquivar. Sin embargo, en mi experiencia, presionar repetidamente el botón de ataque suele ser suficiente para vencer a la mayoría de enemigos. El resultado de esto es que los enfrentamientos no supongan a penas un desafío, y es una pena porque eso impide que se disfrute de todo el arsenal de armas que hay en el juego, todas inspiradas en la época Sengoku. En la práctica, las diferencias entre tu armamento son mínimas y se reducen a la distancia a la que puedes golpear al enemigo.

Eso sí, es cierto que la caza aporta algo de variedad. Posiblemente haya bastante más diferencia en la forma de comportarse de los diferentes animales que en las personas, con algunos que corren más y que son imposibles de capturar si no lo haces con trampas o armas de largo alcance como arcos.

Sistemas de progresión que hacen más sencillo el crear tu dinastía

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Hay diferentes sistemas para progresar que te otorgan bonificaciones

Aunque hay varios árboles de habilidades y diferentes formas de conseguir cualidades únicas, empezando por la "clase" que escoges para tu personaje, la gran mayoría se centran en bonificaciones pasivas que te harán más sencillo el día a día. De esta manera, puedes reducir el cansancio al construir o cortar leña o disminuir los recursos que los aldeanos exigen en sus jornadas, entre otras.

Aun así, la reputación de dinastía es el motor real que te hace progresar. Esto marca tu "nivel" y aumentándolo desbloqueas nuevos edificios que construir, nuevas recetas, etc. Sin embargo, hay momentos en los que genera cuellos de botella que obligan a dedicar horas a tareas repetitivas para avanzar. En una de las primeras misiones debes aumentar tu nivel de dinastía y el proceso para lograrlo es bastante lento, generando situaciones frustrantes que, de manera indirecta, ponen en peligro tu interés en seguir avanzando.

El aspecto técnico y el rendimiento, el Monte Fuji de los problemas

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A pesar de que visualmente el juego luce muy bien, tiene graves problemas de rendimiento

Si bien Sengoku Dynasty ofrece un apartado visual atractivo, con un diseño que refleja bien la idea que todos tenemos de un Japón feudal, con casas, entornos naturales y detalles culturales bien trabajados, a nivel técnico el juego deja bastante que desear. Al menos en la versión de PS5 se aprecian problemas de iluminación, pop-ins de texturas y físicas poco coherentes, con el personaje subiendo algunas cuestas como si fuesen escalones o no saltando donde debería.

En cuanto a rendimiento, no hay caídas de FPS significativas, pero sí problemas de estabilidad. Cada cierto tiempo se crea un archivo por el guardado automático y este provoca tirones muy notables que pueden ser especialmente molestos en combates o persecuciones.

De nuevo, estos problemas son una auténtica pena porque sí afectan negativamente a la experiencia y hacen de menos a un trabajo visual que refleja mucho esfuerzo en la documentación y en el intento de plasmar de manera justa la vida en el Japón feudal.

Valoración final de Sengoku Dynasty

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Sin los fallos técnicos y sin las tareas repetitivas, Sengoky Dynasty sería mucho mejor juego

No se puede negar que Sengoku Dynasty es un título ambicioso que apuesta por buscar su propia personalidad para ofrecer una experiencia distinta dentro del género de la supervivencia, con la construcción de aldeas y la gestión de una dinastía como pilares principales.

El mayor valor de esta apuesta está en su ambientación, muy bien cuidada y en cómo transmite con acierto la esencia del Japón feudal. Lo cierto es que, en este sentido, se convierte prácticamente en un obligatorio para cualquier amante de la cultura nipona.

Sin embargo, la experiencia se ve lastrada por varios problemas, como las tareas excesivamente repetitivas y tediosas y un sistema de combate que apenas aporta interés. A ellos se suman como principal punto negativo los fallos técnicos, que empañan el esfuerzo de recreación histórica.

En definitiva, es un juego con muy buenas ideas y un enorme potencial, pero que necesita mejoras para llegar a ser esa experiencia profunda y satisfactoria que pretende alcanzar. Sin esas fases repetitivas y esos problemas de rendimiento que le lastran, podría ser la experiencia definitiva para sentirse en el Japón feudal.

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