Análisis de Total War: Three Kingdoms - ¿Picardía y diplomacia o sangre y fuego?

Análisis de Total War: Three Kingdoms - ¿Picardía y diplomacia o sangre y fuego?

Total War es toda una eminencia. Cualquiera que lleve un tiempo pulsando botones o clicando ratones sabe de sobra que, si hay una franquicia que sabe manejar el arte de la guerra y sumergir al jugador en ella, esta es sin duda la que actualmente dirige Creative Assembly. Durante años, han sabido trasladar al videojuego unas mecánicas capaces de hacer atractiva y hasta accesible la más compleja de las estrategias militares.

Con vaivenes entre lo histórico y lo fantástico, ahora el equipo ha decidido reunir lo mejor de ambos mundos en uno de los capítulos más apasionantes de la historia de la humanidad, especialmente de China. El periodo de los Tres Reinos es el protagonista que enmarca y que da nombre al último juego de este estudio, Total War: Three Kingdoms, demostrando una vez más que no hay nadie como ellos a la hora de trasladarnos a las batallas campales más cruentas, a las intrigas más pérfidas y a la simulación más completa.

Lanzado el pasado 23 de mayo de 2019 en Windows, Mac y Linux, lo nuevo de Creative Assembly ya ha conseguido coronarse como lo más vendido de Steam en todo el año, razón más que de sobra para despertar nuestra curiosidad y la ambición del conquistador que llevamos dentro. Sin pensarlo dos veces, nos hemos metido de lleno en una de las guerras más populares de la historia china, en aquella que hizo al pueblo levantarse contra el tirano que lo regía y conseguir la reunificación de todo un país.

Total War: Three Kingdoms: el noble arte de la guerra

Total War Three Kingdoms Analisis 02

Total War: Three Kingdoms nos lleva al siglo II d.C., más concretamente al año 190 d.C. La dinastía de los Han está a punto de caer gracias a la astucia de Dong Zhuo, que ha sabido adentrarse en la corte imperial y tomar el control de todo con una dureza implacable. Es un tirano con todas las de la ley, uno al que hay que derrocar antes de que sea demasiado tarde.

La campaña principal de Three Kingdoms nos deja justo en ese punto, permitiéndonos elegir entre un total de 6 generales diferentes que establecen diferentes hilos conductores con una dificultad variable. Antes de empezar, puedes escoger entre 4 que tienen una dificultad asequible, 1 pensado para los más novatos y otro para los más expertos.

Huelga decir que, para el más novato en la saga, lo mejor es acudir a la opción fácil, que no accesible; puesto que este es uno de los Total War más complejos de todos. Es tan bonito y espectacular como abrumador y exigente porque, en lugar de sustituir o eliminar mecánicas, se ha dedicado a sumar y sumar. Parte de unos cimientos jugables inquebrantables, reforzándolos con nuevos conceptos y planteamientos que hacen que, a nivel de mecánicas, tenga una fortaleza milenaria.

Total War Three Kingdoms Analisis 03

Batallas campales con centenares de unidades, negociaciones con rivales, traiciones entre aliados, matrimonios concertados, compromisos con el pueblo… Total War: Three Kingdoms es todo eso y más. Es el reflejo de la historia y la guerra, es la fantasía del Romance de los Tres Reinos y la sobriedad de los documentos históricos, es esa batalla que ganas sin creerlo, ese conflicto entre aliados que te parte en dos.

Total War parte de unos cimientos jugables inquebrantables, reforzándolos con nuevos conceptos y planteamientos que hacen que tenga una fortaleza milenaria.

Análisis de Total War: Three Kingdoms

Si conoces, aunque sea un poco, la trayectoria de Creative Assembly, sabes de sobra lo que puedes encontrar en Total War: Three Kingdoms. Una campaña principal repleta de grandes momentos y duras decisiones, unas batallas campales en tiempo real donde la estrategia es lo primero, pero también todo eso que rodea y construye a una guerra, que transcurre por turnos a lo largo y ancho del mapa de China.

La guerra no se libra solo con batallas

Total War Three Kingdoms Analisis 04

El pueblo chino está demasiado crispado porque quien mueve los hilos es un tirano. Los generales de todo el país quieren acabar con Dong Zhuo, pero también quieren proclamarse nuevos emperadores de toda China, y esa es una mezcla perfecta para que se forjen tanto pactos como traiciones en Three Kingdoms.

Sabemos que la espectacularidad de las batallas es algo que va a estar a la orden del día en este juego, pero lo que realmente nos fascina es, precisamente, todo lo que no es alzar las armas en el campo de batalla. El sistema guanxi, sin ir más lejos, es una novedad que llega en esta entrega y que define las relaciones sociales de nuestro general con el resto, una gota más en el mar de opciones que ofrece este juego.

Todo está interconectado, toda acción tiene una consecuencia. Una alianza con el líder de una región cercana puede hacer que tengas más víveres para suministrar a tu pueblo, pero también puede provocar que te enemistes de por vida con otro general. Romper tu pacto y asesinar al que fuera tu aliado hará que el pueblo desconfíe de ti, y se terminará de poner en tu contra si no cumples con lo que le prometiste en su futuro.

Conquistar el mayor número de provincias para ganar el favor del pueblo chino, enviar espías a los enemigos para mermar sus posibilidades al combatir, incluso orquestar matrimonios para asegurar un buen acuerdo con otras familias. Todo esto ha ganado un peso especialmente importante en Total War: Three Kingdoms, hasta el punto de tener la misma importancia que el éxito en las batallas.

El romanticismo de la épica

Total War Three Kingdoms Analisis 05

Una vez escogida facción, la primera pregunta que Three Kingdoms hace es si se desea elegir entre Romance o Registros. Estas dos opciones definen los modos de batalla del juego, con diferencias que recaen sobre todo en el comportamiento de los generales. En el primero, estas unidades especiales actúan en solitario y pueden volver a la vida si caen en combate, de hecho, pueden protagonizar espectaculares duelos y ayudar a las demás unidades con sus habilidades especiales.

Registros es mucho más sobrio y obliga a gestionar mucho mejor el comportamiento de las tropas en el campo de batalla. Si el general cae, no volverá, y además estará más expuesto y será menos fuerte que en la otra modalidad. Es la opción para los verdaderos amantes de la estrategia, pero también es la opción que obliga a perderse la espectacularidad de los nuevos combates.

En tiempo real, aunque con opción de pausar la batalla para poder preparar formaciones más complejas, cada combate en el que nos sumergimos hace despliegues con una gran cantidad de unidades por pantalla. Es cierto que se echa en falta una mayor variedad de estas, pero también lo es que convertirse en todo un señor de la guerra para planear emboscadas, organizar pinzas o incluso destrozar la retaguardia enemiga es algo sumamente satisfactorio.

Especial mención sobre todo a los duelos entre generales. Son momentos en los que todas las tropas se detienen, con las armas en alto, a la espera de ver quién se proclama vencedor y quién muere o huye. Quien gane, reforzará la moral de sus tropas y hará que combatan con más fiereza, aunque el momento en el que termina el duelo se desata un auténtico caos que obliga a pensar rápidamente para apuntar a la victoria.

La unión hace la fuerza

Total War Three Kingdoms Analisis 06

Todo lo que hemos explicado hasta ahora guarda relación con el argumento principal, con la campaña. El núcleo de Total War: Three Kingdoms está precisamente ahí, ya que es donde despliega todas y cada una de sus bondades y, aunque se echen en falta algunas cosas como batallas navales o incluso una mayor variedad de unidades, el resto se encarga de desbordar con la épica de los Tres Reinos, la crudeza de cada batalla y el maremágnum de tareas a llevar a cabo mientras se intenta unificar al pueblo chino.

Todo esto hace que nos encontremos frente a un título con una duración de 80 horas en su campaña; pero que gana muchos más enteros tanto en duración como en posibilidades al comprobar que se puede jugar con otro usuario que se encargue de llevar otra de tantas facciones disponibles a lo largo de esta historia. Funciona de forma independiente, pudiendo aliaros o incluso traicionaros para hacer todavía más interesante la historia.

A esto hay que sumar también los DLC que están por llegar, las batallas libres e incluso el sistema de juego online para competir contra otros jugadores. En definitiva, hay muchas opciones para prolongar la vida útil de este Total War. Tantas, que se nos hace casi imposible pensar en su final.

Es un título realmente grande, y también ambicioso. Su ambición, de hecho, es la que le lleva a hacer semejante despliegue de opciones a la hora de jugar, como también a lucir espectacularmente bien. Alejar la cámara al campo de batalla para comprobar el movimiento de las tropas y la crueldad del combate nos ha hecho despistarnos más de una vez y romper la estrategia que teníamos pensada, pero valía la pena.

La guerra nunca cambia

Total War Three Kingdoms Analisis 07

Creative Assembly ha conseguido elevar el listón por encima del resto de la saga Total War con Total War: Three Kingdoms. Es el más completo, es el más complejo, es el más fiel a la historia, pero también el que mejor sabe conjugarla con la fantasía gracias al cariño con el que trata al Romance de los Tres Reinos.

Un título que está consiguiendo arrasar por méritos propios, que demuestra que el género de la estrategia puede seguir creciendo para que descubramos cómo funciona realmente una guerra desde dentro, y mejor aún, cómo funciona una en la que se busca unir a todo un pueblo contra un tirano.

No sabemos cuál será el siguiente paso de Creative Assembly, pero superar lo que ha conseguido con Total War: Three Kingdoms es algo que ahora mismo nos resulta casi imposible de imaginar.

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