Un tour por lo inolvidable

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Las obras maestras no se encuentran muy a menudo en el mundo de los videojuegos, pero la saga BioShock tiene unas pocas. Si no tuviste la oportunidad de jugar a la franquicia de 2K Games e Irrational Games en su día o quieres revisitar estos juegazos, BioShock: The Collection es exactamente lo que estabas esperando. Rapture y Columbia lucen mejor que nunca.

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Cada generación tiene una veintena de juegos que merecen ser recordados para siempre. Sus historias, personajes, ambientaciones o simplemente sus mecánicas jugables hacen de ellos unos auténticos imprescindibles. Colocar dos títulos de una misma saga en esa lista es poco más que complicado. Es probable que estés de acuerdo con nosotros en que BioShock, la obra cumbre de Irrational Games y Ken Levine, es una de ellas.

Corría el año 2007, la séptima generación de consolas estaba dando sus primeros pasos y BioShock, ambientado en una maravillosa, decadente y terrorífica Rapture, se consolidó como el primer gran título. El tirón de la obra maestra de 2K Games daría como resultado BioShock 2, tan solo dos años y medio después. La estupenda aventura submarina de 2K Marin lo tenía muy complicado para superar al original, de modo que optó por ofrecer una propuesta continuista pero sólida.

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Fue en 2013 cuando los fans volvieron a ilusionarse. BioShock volvía a las manos de Levine y, con él, viviría el radical cambio de ambientación. De la subacuática Rapture a la ciudad flotante de Columbia. La oscuridad de la ciudad de Andrew Ryan daría lugar al colorido y utópico mundo de Comstock. Con un estilo de juego más directo y centrado en la acción, BioShock Infinite se convirtió por méritos propios en otro de los grandes reconocidos de los sistemas anteriores a PlayStation 4 y Xbox One.

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El primer BioShock, el considerado mejor título de la saga, nos pone en la piel de Jack, un pasajero de un avión accidentado que acaba llegando a un faro. Al entrar en el edificio se introduce en una batisfera que le lleva a las profundidades del océano, a Rapture. En esta antaño utopía humana y ahora en decadencia deberemos abrirnos paso gracias a armas de fuego y plásmidos (poderes de todo tipo), todo ello para descubrir los terribles secretos que esconde la ciudad.

Como no podía ser de otra forma, BioShock mantiene todos los ingredientes que le hicieron grande hace casi una década. Se nota que desde Blind Squirrel Games, los responsables de la triple remasterización, le han dedicado un cariño especial a esta primera entrega de la franquicia. En cuanto a lo visual, el videojuego de Ken Levine raya a un nivel magnífico y los 1080p y la estabilidad aumentada le sientan de maravilla. Sin embargo cabe señalar algunos errores técnicos de los que hace gala, al menos, la versión de PlayStation 4, que es la que hemos podido probar.

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La remasterización del primer BioShock sufre al cargar la partida, momento en el que las texturas tardan en disponer de la calidad habitual. El error en la carga de texturas se repite en otros momentos de la aventura, aunque el error más desagradable es el relativo al sonido en castellano, que sigue teniendo los mismos fallos que en su versión original. Hablamos de frases que se cuelan de la versión original o incluso repetición de parte de las frases por algún fallo sonoro. Nada que empañe la experiencia, pero es necesario reseñarlo.

Además de las evidentes mejoras gráficas esta versión remasterizada incluye algunos añadidos más que interesantes. El primero de ellos es el que es más de agradecer, pues se trata de varios coleccionables incorporados al gameplay del juego que nos dan acceso a diferentes partes de los comentarios de Ken Levine sobre cómo se hizo BioShock. Asimismo, en el menú principal tenemos la opción de acceder a un museo repleto de ilustraciones del desarrollo del título y a las salas de desafío clásicas que nos proponen diferentes retos de acción pura y dura.

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Como decíamos, con BioShock 2 2K Marin quiso dar continuidad a la maravillosa idea original de Ken Levine. En esta ocasión nos encontramos en un cambio radical de prisma, pues nos pondremos en la piel de un Big Daddy, nuestro más temible enemigo en la primera entrega. Nuestra misión será dar con la esquiva Eleanor, la Little Sister a la que estamos ligados como Big Daddy. Una premisa más que interesante.

Este segundo capítulo de la entrega es tal vez en el que encontraremos menos añadidos y alicientes para rejugarlo en caso de que ya los hayamos jugado. Evidentemente querremos completarlo para terminar la saga de principio a fin, pero este BioShock 2 remasterizado goza de pocas novedades. A nivel gráfico hallaremos una resolución aumentada y poco más, pues el aspecto final no resulta tan satisfactorio con en el título original.

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En cuanto a los contenidos tendremos a nuestra disposición los DLCs que tuvo el videojuego en su día y nuevamente centrados en desafíos que nos servirán, únicamente, para ampliar ligeramente la experiencia y conseguir algunos logros/trofeos extra. Al mismo tiempo cabe reseñar la ausencia del modo multijugador que presentó como novedad BioShock 2 en su momento, algo esperable pero no por ello agradable para el comprador.

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Y llegamos a la tercera y última entrega de la saga BioShock y de esta colección que hará las delicias tanto de los fans como de los nuevos usuarios. “Tráenos a la chica y saldarás tu deuda”. Esta es la indicación que invita a Booker DeWitt, nuestro protagonista, a adentrarse en la ciudad flotante de Columbia, en la que se desarrolla BioShock Infinite. Nuestra misión será localizar a Elizabeth, la que será nuestra compañera de viaje en una de las historias más sorprendentes de todos los tiempos.

Infinite volverá a sorprendernos en cuanto a lo gráfico, pues la versión que vio la luz en PlayStation 3 y Xbox 360 allá por el año 2013 no pudo alcanzar el potencial técnico que hubieran querido desde Irrational Games. Sin embargo, y tal y como confirmó 2K Games hace unas semanas, los usuarios de PC no recibirán este videojuego remasterizado al ya cumplir la obra original “los estándares de calidad actuales”.

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Más allá de las mejoras gráficas BioShock Infinite carece de extras de peso, al igual que BioShock 2. Aunque echamos de menos algún añadido como el de la primera remasterización se agradece la inclusión de los dos episodios adicionales que conforman Panteón marino, una maravillosa expansión que nos lleva a revisitar Rapture antes de su caída en desgracia y controlando a los personajes de Infinite.

Joel Castillo

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Jugabilidad: La maravillosa combinación de armas de fuego y plásmidos (poderes) que nos permiten electrocutar, quemar, confundir y un sinfín de acciones más que nos dan una variedad de combate pocas veces vista en los videojuegos. A ello cabe sumar la diferencia jugable entre los dos primeros BioShock e Infinite, que ofrecen experiencias muy distintas.

Gráficos: Las maravillosas ambientaciones de Rapture y Columbia lucen más espectacular que nunca con estas remasterizaciones. Sin embargo es necesario señalar que tan solo el primer BioShock presenta un apartado estético ampliamente renovado, mientras que la segunda y tercera parte no sorprenden del mismo modo.

Sonido: A nivel sonoro hemos encontrado algunos errores en el primer capítulo provenientes del producto original y que no han sido corregidos, pero por lo demás tanto el doblaje al castellano de los tres productos como sus bandas sonoras son tan alucinantes como siempre.

Duración: Cada uno de los tres videojuegos tiene una duración aproximada de 15 horas si investigamos a fondo sus escenarios, a lo que cabe añadir los extras de los que dispone cada una de las obras. En total estamos hablando de unas 50 horas de contenido en un único pack.

Historia: Pocos videojuegos en los últimos años nos han ofrecido argumentos a la altura del primer y el último BioShock. Absorbentes, atrapantes y sencillamente maravillosos. Por si fuera poco esta colección remasterizada también incluye la expansión Panteón marino, que hace gala de una historia inolvidable.

Conclusión: BioShock: The Collection es lo que todos los que no hayan jugado a la saga de Irrational Games y Ken Levine necesita desesperadamente aunque no lo sepa. Se trata de una de las mejores franquicias de los últimos años con gráficos mejoras, algún que otro extra y los contenidos adicionales incluidos en un único pack. Si los jugaste en su momento estamos seguros de que también estarás deseando revisitar Rapture y Columbia en estas remasterizaciones que, aunque no brillantes, sí mejoran a los títulos originales.

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