Análisis de Call of Duty: Modern Warfare II - Lo mejor que ha dado la saga en años

Call of Duty lleva unos años bastante irregulares. La que fue la saga de shooters en primera persona por excelencia lleva desde el final de generación de Xbox 360 y PS3 con entregas que siempre suscitan polémica entre los fans y con una recepción por parte de la crítica que se aleja de sus años dorados. Tras un intento de llevar a la saga más allá con Infinite Warfare, Infinity Ward debía tirar a asegurar y ahí es donde nació Modern Warfare (2019). Los veteranos desarrolladores de la saga decidieron que la entrega de 2019 debía volver a traer los personajes más icónicos en forma de reboot de la sub-saga.

El resultado de ese reboot fue muy recibido por fans y crítica, consiguiendo una unanimidad que hacía tiempo que no se veía en la saga. Ahora, 3 años después, Infinity Ward nos trae la continuación de esta nueva aventura con un modo campaña que nos ha parecido excelente, un multijugador que sienta buenas bases para el habitual ciclo de temporadas y un modo cooperativo que se queda algo corto.

Call of Duty: Modern Warfare II: toda la información

Un conflicto a escala global

Las campañas de Call of Duty siempre han sido ese espectáculo palomitero que muchos hemos jugado para disfrutar de lo que sería el equivalente en videojuegos a una película de Michael Bay. Explosiones, acción a raudales, patriotismo y conflictos de lo más rebuscados a lo largo y ancho del mundo. La campaña de Call of Duty: Modern Warfare II no se queda atrás, con un puñado de misiones que nos harán controlar a varios miembros del épico escuadrón 141 liderado por el Capitán Price, así como fuerzas especiales mejicanas.

Si bien durante los primeros compases de la campaña el juego intenta replicar una y otra vez esa mítica misión de Modern Warfare (2019) en la que nos infiltrábamos en una casa llena de terroristas, aquí esa tensión se pierde completo. Las primeras misiones de la campaña resultan soporíferas, y es que lo peor no son estas misiones de infiltración, también tenemos dos misiones en Ámsterdam donde debemos mezclar sigilo con natación en un puerto, contando con uno de los peores diseños de nivel que recuerdo en un CoD. La siguiente misión en Ámsterdam tampoco se salva, ya que consiste simplemente en una demo técnica (estoy 100% seguro que si habéis visto algo de este CoD en redes es una escena en Ámsterdam que lo compara con la vida real) en la que no hacemos nada más allá de derribar "con sigilo" en plena calle a un terrorista para luego liarnos a tiros con ellos.

Lo bueno es que después de este inicio trambolico la campaña se anima y aparecen una sucesión de misiones variadas y que buscan algo nuevo en la franquicia. A destacar está la misión en España, en lo que parece ser un parque natural en Mallorca. Ahí nos acompañará Price con algunas escenas que nos recuerdan a ciertas fases del MW2, pero que aquí resultan completamente abiertas y que dejan a nuestra imaginación la forma en la que acabamos con los enemigos.

También tenemos momentos más trepidantes, como una persecución a lo largo de una autopista donde tenemos que ir saltando de coche en coche disparando mientras conducimos. Vuelven también clásicos de la saga como las misiones donde controlamos la artillería de aviones de combate y pasamos a hacer reconocimiento o ataques tácticos. Hablando de tácticas, otra interesante misión que se sale de la norma nos tiene en el papel de Soap dando órdenes a Ghost, pasando de cámara a cámara, pidiéndole que ataque a enemigos o generando distracciones.

Finalmente, la misión que más destacará entre aquellos que jueguen al título y que sin duda nos aleja más de la experiencia típica de Call of Duty es "A Solas". En esta misión recorreremos las calles de una ciudad en México completamente desarmados y heridos, debiendo fabricar con los objetos que encontremos por el camino todo tipo de equipo que nos pueda ayudar. Todo esto mientras Ghost nos hace más amena la soledad por radio.

Aun así, más allá de esas misiones más especiales, Call of Duty: Modern Warfare II está cargado de espectacularidad y unos personajes que aportan más de lo que hicieron en su día los originales. Un claro ejemplo lo encontramos en Ghost, que todos idealizamos en su día en la saga original pero que en este reboot ha contado con mayor personalidad.

La campaña de Call of Duty: Modern Warfare II nos lleva a los grandes momentos de la saga, con una experiencia variada y emocionante que empieza algo lenta y repitiendo un tipo de misión que acaba cansando. Por suerte acaba acelerando y ofreciendo una experiencia cargada de grandes personajes, misiones entretenidas y que buscan la originalidad.

El multijugador: Siéntete como en casa

El protagonista de Call of Duty: Modern Warfare II es el modo multijugador. Bueno, de este y de cualquier Call of Duty. Infinity Ward vuelve a demostrar por qué es el mejor estudio que puede trabajar en la saga y nos trae un modo multijugador que respira por todos sus poros la esencia que tenía la saga en su época dorada, algo que también vimos en la entrega de 2019.

Call of Duty: Modern Warfare II trae una buena variedad de mapas en su estreno, con un ritmo de juego normal, ni ultra acelerado como en Vanguard o en los títulos de Treyarch ni excesivamente lento. La decisión de dejar que las ventajas se desbloqueen durante las partidas hace que no contaremos con ellos de inicio, algo que resta el impacto al principio y le sienta bien al juego.

Por su parte, los mapas se sienten variados y frenéticos, con enfrentamientos que pueden llegar por todos lados y que pocas veces favorecen al campero de turno. Asimismo, los modos de juego son los que todos conocemos, con las variaciones en tercera persona que disfrutarán aquellos que busquen algo diferente, aunque a nosotros no nos acaban de cuajar. Finalmente, Guerra Terrestre aporta esa experiencia a la Battlefield que no está mal para desconectar de la acción habitual y disfrutar de algo diferente. Aun así, el jugador típico de Call of Duty no es el de Battlefield, así que si jugáis a objetivos seguramente os vais a ver solos.

El sistema de progresión de nivel y de armas se siente orgánico y que no fuerza a levear constantemente. Al menos tal y como se ha lanzado el juego. No necesitaremos invertir gran cantidad de horas en dominar una arma, así como para ir desbloqueando novedades para nuestro personaje mientras vamos subiendo nivel. La personalización que se puede aplicar a cada arma hace que haya casi infinitas posibilidades y que acabemos buscando la que mejor nos sienta y más resultado nos da en el juego. Eso sí, ya hemos comenzado a ver varias tendencias con algunas armas que son susceptibles de acabar nerfeadas dentro de poco.

Y no nos vamos a olvidar del Cooperativo. Este modo de juego, que resulta un extra totalmente, no aporta demasiado y es que tenemos 3 mapas distintos con 3 objetivos a realizar. Para ello tendremos que encontrar un compañero online y realizar las misiones. Ni los mapas están demasiado inspirados ni las misiones resultan los suficientemente interesantes.

Luces y sombras

Call of Duty: Modern Warfare II se ve muy bien en la nueva generación de consolas. Hemos jugado en su versión de Xbox Series X, probando casi la mitad de la campaña en su modo a 120Hz, obteniendo una fluidez de juego increíble, pero un bajón en resolución y detalles gráficos que no lo compensaban para la campaña. El cambio a 60Hz dio un empujón increíble a la calidad de imagen y los detalles que podíamos ver en pantalla, por lo que es la mejor opción para disfrutar de la espectacular campaña.

Por otro lado, los 120Hz le sientan como un guante al juego, así que en el multijugador -donde no estamos tan pendientes de que el juego se vea espectacular- necesitamos esa fluidez, que además en Xbox Series X es de lo más estable. En cuanto a los demás detalles gráficos, podemos decir que Call of Duty: Modern Warfare II es un juego que se ve y juega muy bien, aunque se queda lejos de esa espectacularidad y salto gráfico que suponía hace años. Se ve bien, pero no es el mejor.

Cabe recordar que Call of Duty: Modern Warfare II nos llega doblado al castellano, con la excepción de los personajes mejicanos, que mantienen su voz de doblaje latino, una decisión acertada en este sentido. La banda sonora cumple, aunque obviamente no se puede comparar con el trabajo de Hans Zimmer en el Modern Warfare 2 original. El sonido de las armas, vehículos, explosiones y demás efectos es una gozada, como ya se comprobó en la entrega de 2019. Quizás donde Call of Duty más ha mejorado en lo técnico los últimos años.

Conclusiones y nota de Call of Duty: Modern Warfare II.

Call of Duty: Modern Warfare II nos trae una de las mejores entregas de los últimos años de la saga. La campaña es vibrante, entretenida y apuesta por cosas nuevas en la saga, mientras no deja de hacer guiños a la saga original y aúpa a unos personajes a los que tenemos enorme cariño. La jugabilidad sigue siendo la estrella y eso se demuestra en un modo multijugador donde se ha potenciado el conflicto por todas bandas, con unos mapas muy elaborados y una progresión más justa con los jugadores.

Por otro lado, el modo cooperativo se queda lejos de otras experiencias de la saga como zombies y también cabe decir que la campaña tiene sus puntos débiles. Aun así, el resultado final es más que notable y nos deja patente que Call of Duty, como con Infinity Ward, en ningún lado.

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