Análisis de Croc: Legend of the Gobbos - La resurrección de un clásico al que le pesa el tiempo
Croc fue uno de los grandes nombres de la etapa de la primera PlayStation y está de vuelta. Analizamos su regreso en PS5

La nostalgia es un arma poderosa. Puede transformar recuerdos difusos en joyas intocables, y en el mundo de los videojuegos, esta magia ha impulsado el regreso de títulos que marcaron una época. Croc: Legend of the Gobbos, el clásico de 1997 desarrollado por Argonaut Games, es uno de esos nombres que resuenan en la memoria de quienes crecieron con la PlayStation original o Sega Saturn. Pertenezco a esa generación que creció con este tipo de propuestas plataformeras que marcaron toda una época, por lo que el regreso de Croc tenía un hueco guardado en mi corazón para traer de vuelta ese sentimiento de nostalgia.
En 2025, este pequeño cocodrilo verde regresa con un remaster que busca revitalizar su encanto para una nueva generación, mientras apela al corazón de los veteranos. Sin embargo, tras pasar horas explorando sus mundos coloridos y enfrentándonos a sus desafíos, el veredicto es claro: este regreso no logra capturar la magia del original ni adaptarse a los estándares modernos, demostrando que la losa del tiempo es inexorable para ciertas propuestas de las que se guardan un buen recuerdo en épocas pasadas. Con este análisis intento desglosar por qué Croc: Legend of the Gobbos se queda a medio camino entre la reverencia al pasado y las demandas del presente.
+ Pros
- La nostalgia del diseño original está latente.
- Los niveles capturan el espíritu del juego de 1997.
- La banda sonora mantiene su encanto retro.
- Contras
- Controles imprecisos que afectan la experiencia de plataformas.
- Cámara problemática que genera frustración.
- Falta de innovación y contenido nuevo.
- Problemas técnicos, como caídas de frames, empañan el rendimiento.
- Croc: Legend of the Gobbos: plataformas y todo lo que necesitas saber
- Un clásico con corazón, pero sin contexto moderno
- Valoración final de Croc: Legend of the Gobbos
Croc: Legend of the Gobbos: plataformas y todo lo que necesitas saber
Croc: Legend of the Gobbos | |
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Plataforma | PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox Series X|S, Xbox One, Nintendo Switch, PC |
Plataforma analizada | PS5 |
Fecha de lanzamiento | 2 de abril de 2025 |
Desarrollador | Argonaut Games |
Género | Plataformas |
Idioma | Sin voces, textos en español |
Croc: Legend of the Gobbos (Remaster 2025), desarrollado por Argonaut Games, salió a la venta el 2 de abril de 2025 para PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox Series X|S, Xbox One, Nintendo Switch y PC. Analizado en PS5, este juego de plataformas 3D ofrece textos en español, aunque carece de voces. El remaster intenta revitalizar el clásico de 1997, pero se ve limitado por controles imprecisos, problemas técnicos y una falta de innovación que no logra adaptarlo a los estándares modernos.
Un clásico con corazón, pero sin contexto moderno
Croc: Legend of the Gobbos llegó en una era en la que los plataformas 3D estaban definiendo el futuro de los videojuegos. Lanzado en 1997, fue uno de los primeros en explorar el salto de las dos dimensiones a entornos tridimensionales, compitiendo con gigantes como Super Mario 64 o Crash Bandicoot. Su premisa es sencilla pero encantadora: Croc, un cocodrilo adoptado por los Gobbos, debe rescatar a sus amigos y derrotar al malvado Baron Dante, quien ha sembrado el caos en su mundo. La narrativa, aunque básica, era suficiente para enganchar a los jugadores de la época, apoyada por un diseño de niveles lleno de color y enemigos extravagantes.
Este remaster, desarrollado por Argonaut Games, promete traer de vuelta esa experiencia con gráficos actualizados, controles mejorados y algunas adiciones modernas. Sin embargo, desde los primeros minutos, se percibe una desconexión entre las intenciones del proyecto y su ejecución. Aunque el esfuerzo por preservar la esencia del original es evidente, el resultado es una experiencia que se siente atrapada en el tiempo, incapaz de justificar su lugar en un mercado saturado de plataformas más pulidos y ambiciosos.
Un lavado de cara que no brilla lo suficiente

Aunque las texturas son mejores, Croc: Legend of the Gobbos se queda corto
Uno de los mayores atractivos de un remaster es su capacidad para revitalizar visualmente un clásico. En este sentido, Croc: Legend of the Gobbos hace un esfuerzo notable, pero no sobresaliente. Los entornos han sido rediseñados con texturas de mayor resolución, colores más vibrantes y modelos de personajes más detallados. Los mundos, desde las praderas verdes hasta las cuevas heladas, tienen un aspecto más nítido, y los efectos de iluminación añaden algo de profundidad a las escenas. Sin embargo, el salto visual no es tan impactante como cabría esperar en un remaster de 2025. Comparado con remakes como Crash Bandicoot N. Sane Trilogy o incluso Spyro Reignited Trilogy, Croc se siente más como una remasterización básica que como una reinvención.
Los modelos de los personajes, aunque mejorados, carecen de la expresividad que vemos en otros títulos modernos. Croc, por ejemplo, tiene animaciones rígidas que, aunque fieles al original, se sienten anticuadas frente a la fluidez de los plataformas actuales. Los enemigos, como los Dantinis o los jefes, tienen un diseño encantadoramente retro, pero sus texturas y animaciones no logran destacar. Además, el rendimiento no es perfecto: en PS5 Pro, plataforma en la que lo he jugado, se perciben caídas ocasionales de frames en áreas con muchos elementos en pantalla, algo imperdonable en un juego que no parece empujar los límites técnicos.
En el apartado sonoro, el remaster recicla la banda sonora original, con melodías alegres y pegajosas que todavía evocan nostalgia. Sin embargo, la falta de un remezcla moderna o nuevas composiciones es una oportunidad perdida. Los efectos de sonido, como los gemidos de Croc o los impactos de los enemigos, son funcionales pero carecen de punch. En general, el apartado audiovisual cumple con lo mínimo, pero no logra sorprender ni emocionar como lo hizo el original en su contexto.
Un paso atrás en el tiempo en materia jugable

Las batallas contra jefes son uno de los aspectos más flojos del juego
El corazón de Croc: Legend of the Gobbos siempre ha sido su jugabilidad de plataformas 3D, y aquí es donde el remaster muestra sus mayores debilidades. El juego original ya tenía problemas en su día, especialmente en el control y la cámara, que se sentían imprecisos comparados con los estándares establecidos por Super Mario 64. Este remaster intenta abordar estos problemas, pero los resultados son inconsistentes.
El esquema de control ha sido modernizado, con opciones para personalizar los botones y un stick analógico que reemplaza el movimiento basado en la cruceta del original. Sin embargo, Croc sigue sintiéndose torpe. Sus saltos carecen de la precisión necesaria para los segmentos de plataformas más exigentes, y el ataque giratorio, aunque icónico, es difícil de dirigir con exactitud. La cámara, uno de los mayores puntos débiles del juego original, ha sido mejorada con un modo libre, pero sigue siendo problemática. En espacios cerrados, se atasca con frecuencia, y en áreas abiertas, no siempre enfoca donde el jugador necesita, lo que lleva a caídas frustrantes o combates confusos.
Los niveles mantienen la estructura del original: mundos divididos en etapas lineales, con coleccionables como cristales y Gobbos escondidos que desbloquean áreas secretas. Esta fórmula, aunque nostálgica, se siente repetitiva y poco inspirada para los estándares actuales. Los desafíos de plataformas son básicos, y los combates contra enemigos carecen de profundidad, limitándose a golpear o esquivar. Los jefes, uno de los puntos fuertes del juego original, son visualmente interesantes, pero sus patrones de ataque son predecibles y no representan un reto significativo.

Jugabilidad intacta con un movimiento algo estático
El remaster incluye algunas adiciones, como un modo galería con arte conceptual y un sistema de logros que incentiva la rejugabilidad. Sin embargo, estas incorporaciones no compensan la falta de innovación en la jugabilidad. Otros remasters recientes, como Klonoa Phantasy Reverie Series, han sabido adaptar sus mecánicas a los gustos modernos sin traicionar su esencia, pero Croc se conforma con ser una copia fiel que no evoluciona.
Equilibrio fallido entre la nostalgia y la modernidad

Con el paso de las horas, Croc va perdiendo fuerza en la nostalgia para ofrecer un choque de realidad
Uno de los mayores desafíos de un remaster es encontrar el equilibrio entre respetar el material original y adaptarlo a las expectativas actuales. Croc: Legend of the Gobbos se inclina demasiado hacia la fidelidad, lo que lo hace sentir como un producto dirigido exclusivamente a los fans más acérrimos. Para los jugadores nuevos, la experiencia puede resultar arcaica, con mecánicas que no han envejecido bien y una falta de pulido que contrasta con la calidad de los plataformas modernos como Astro Bot o Sackboy: A Big Adventure.
La duración del juego, de unas 8-10 horas si se buscan todos los coleccionables, es adecuada, pero la falta de variedad en los niveles y la repetición de mecánicas hacen que la experiencia se vuelva monótona. Los coleccionables, aunque añaden algo de exploración, no son suficientes para mantener el interés, y la ausencia de modos adicionales o contenido nuevo limita la rejugabilidad.
Es cierto que hay momentos en los que el remaster brilla. Algunos niveles, como los del mundo de hielo o el castillo de Baron Dante, capturan el encanto del original, y la simplicidad de la historia sigue siendo entrañable. Sin embargo, estos destellos de nostalgia no son suficientes para compensar los problemas técnicos, los controles imprecisos y la falta de ambición en la actualización.
Valoración final de Croc: Legend of the Gobbos

Croc: Legend of the Gobbos es un esfuerzo valiente por resucitar un clásico olvidado, pero no logra superar las limitaciones del material original ni adaptarse a las demandas de los jugadores actuales. Los gráficos mejorados y las pequeñas mejoras en los controles no son suficientes para compensar una jugabilidad anticuada, una cámara problemática y una falta de innovación que deja al remaster en una posición incómoda. Para los fans del original, puede ser un viaje nostálgico aceptable, but even they might feel disappointed by the lack of polish and ambition.
En un mercado donde los remasters y remakes están alcanzando cotas de calidad impresionantes, Croc se siente como un producto apresurado que no hace justicia a su legado. Su nota de 54/100 refleja una experiencia que, aunque tiene momentos de encanto, no logra destacar ni como homenaje ni como propuesta moderna. Si buscas revivir la magia de los plataformas de los 90, hay opciones más completas y satisfactorias disponibles. Croc, lamentablemente, se queda atrapado en el pasado, incapaz de dar el salto que necesitaba para brillar en 2025.