Análisis de F1 22 - El cambio de reglamento es sinónimo de éxito

La Fórmula Uno es uno de los deportes más seguidos en todo el mundo, con millones de espectadores que siguen a los bólidos de carreras de las diferentes escuderías que, año tras año, pelean por alzarse como los mejores de la parrilla. En nuestro país, el fenómeno de Fernando Alonso sigue muy vivo y aunque su Plan no ha terminado de arrancar, hay uno que parece que está funcionando realmente bien. Y no me refiero al de Ferrari y Carlos Sainz, ni siquiera al de Red Bull, sino al de F1 22 de Codemasters, que regala una nueva entrega cargada de elementos más que suficientes para catalogarlo como el mejor juego de simulación del Gran Circo que se ha creado en los últimos años.

Durante los últimos días he tenido el placer de ponerme al volante de F1 22 para realizar su análisis y la inclusión del cambio de reglamento instaurado en la competición oficial ha provocado que el videojuego vaya de la mano con una adaptación soberbia que hace que la conducción sea mucho más realista y acertada que en otros años. Por supuesto, no estamos ante un juego perfecto, pero sí ante un más que digno reflejo de lo que es la Fórmula 1 en nuestras consolas.

F1 22: toda la información

F1 22 es la nueva entrega del simulador desarrollado por Codemasters que emula la temporada anula de la Fórmula 1. Disponible para PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y PC desde el 1 de julio de 2022, el título adapta a la perfección el nuevo reglamento de la categoría automovilística para dotarlo de un gran realismo. Además, cuenta con una traducción al español tanto en sus voces como en sus textos.

Experiencia con F1 22

España ha vuelto a vibrar con la F1 como hacía muchos años que no sucedía. Todo el misticismo en torno a "El Plan" de Fernando Alonso para intentar ser campeón del mundo por tercera vez ha generado una enorme expectación que sigue sin diluirse a pesar de que los resultados no acompañen. Algo similar podría ocurrir con las últimas entregas de Codemasters de F1, que gozaban de poco potencial en sus mejoras y que recordaban sobremanera a los tiempos pasados, pero contando con el apoyo incondicional de los jugadores que disfrutan conduciendo los monoplazas más rápidos del planeta.

No obstante, el año pasado ya se dieron ciertos pasos adelante en este sentido con la implementación de Breaking Point, una suerte de historia con una gran calidad que invitaba a llevar un paso más allá el título y acompañarlo de ese dramatismo que ha instaurado en el paddock la producción de Netflix, Drive to Survive. Ahora, en F1 22 se prescinde de este punto para dotar al juego de más realismo en la conducción, adaptándose por completo al feroz cambio de reglamento que ha sufrido la competición. ¿El resultado? Uno de los mejores juegos de Fórmula Uno que se han podido disfrutar en los últimos tiempos.

Una buena tracción hacia el cambio de reglamento

En F1 22 es fácil ver cómo los coches se siguen desde distancias muy cortas.

Cuando un aficionado a los juegos de F1 se sumerge en su experiencia, lo que espera es que sea lo más inmersiva posible, acercándose al máximo a la realidad que sienten los pilotos al conducir estos coches. Obviamente, nosotros no experimentamos sus fuerzas G ni todo el esfuerzo físico que requiere adentrarse en una carrera de esta índole, pero el trabajo de Codemasters ha sido titánico para poder trasladar la nueva era de la Fórmula Uno a su videojuego. Los cambios en la conducción son constantes y obligan a adoptar un nuevo modo de pilotaje, el peso de los coches y su baja altura se nota sobremanera y las penalizaciones por salidas de pista o desgaste de neumáticos tienen más importancia que nunca.

Vayamos por partes, comenzando por la conducción. En los menús y los ajustes no hay muchos cambios, pero desactivar el control de tracción en este título es enfrentaste a una máquina salvaje muy difícil de dominar. Probablemente es el juego de F1 en el que más me ha costado adaptarse a las sensaciones que transmite el coche sobre el asfalto, algo totalmente lógico, ya que nunca habíamos tratado con un fondo plano tan bajo y con ese traqueteo que aporta el denominado porpoising que, por cierto, tiene su representación fantástica en el DualSense de PS5. Se acabó aquello de conducir sobre raíles y que cada carrera sea un paseo, en F1 22 cada vuelta es una lucha constante por dominar y exprimir al máximo el monoplaza.

La conducción de F1 22 es totalmente diferente a otras entregas y penaliza muchos los errores.

En este sentido, los elementos externos a la conducción también tienen una influencia mucho mayor que en otros títulos. Más allá de las roturas constantes de motor de los rivales que he experimentado en muchos momentos de este período de análisis, lo más importante es el desgaste y calentamiento de neumáticos. Ahora es posible realizar la vuelta de formación de parrilla previa al Gran Premio y hay que mirar constantemente el panel del estado de los neumáticos y los frenos para que se encuentren en una temperatura óptima de cara a la salidad. Si no lo haces, es muy probable que el coche patine en la arrancada o pierda agarre, con lo que te verás superado. Además, ahora hay un minijuego para determinar el buen posicionamiento del coche en la casilla de salida que también es clave para conseguir un buen resultado en este sentido.

En definitiva, cuidar los neumáticos es una necesidad imperiosa para mantener un ritmo constante y óptimo. De lo contrario, tocará sufrir con la pérdida de ritmo en las vueltas o cambiar la estrategia para montar otro juego nuevo y evitar los problemas de desgaste. De hecho, F1 22 es un juego que penaliza gravemente los errores, ya que si no seguimos la trazada correcta o somos demasiado agresivos atacando los pianos, las consecuencias se verán reflejadas en los componentes del monoplaza, por no hablar de que es posible marcarse un "sanganchao" o un Carlos Sainz, quedando atrapado en la grava. Sin duda, la experiencia más realista y mejor adaptada a lo que debe ser un simulador de Fórmula Uno que he experimentado en los últimos años.

La IA es un peligro en todos los sentidos

La IA de F1 22 realiza movimientos muy agresivos. En ocasiones, demasiado.

Uno de los aspectos más criticados de F1 22 fue el comportamiento de la IA: en algunos circuitos ganaba mucha ventaja con su comportamiento en ciertas curvas y en la gran mayoría de ocasiones eran muy fáciles de defender incluso en las dificultades más altas. En esta ocasión se ha hecho un reinicio absoluto de su actuación, lo que da lugar a una de las inteligencias artificiales más locas y peligrosas que he visto en mi vida. Lo cierto es que su desempeño en pista es mucho más eficiente y se comportan como cabría esperar de los pilotos reales, con ataques constantes si se encuentran detrás de ti, un buen uso de los recursos e incluso esperando a las zonas de DRS para realizar los adelantamientos después de pegarse como una lapa a la parte trasera.

No obstante, esa agresividad a veces conlleva comportamientos alocados, intentos de adelantamiento imposibles que terminan contra el muro y decisiones en las estrategias más que cuestionables que aún se deberían pulir en las oficinas de Codemasters. Sin embargo, en líneas generales, la mejora es notable y positiva. La nueva reglamentación también ayuda a que haya carreras mucho más entretenidas, con cambios constantes de posición, coches siguiéndose con un margen muy pequeño de distancia, defensas férreas por posición y un largo etcétera. De hecho, adelantar es una de las cosas más complejas de F1 22, ya que el nuevo diseño de los coches propicia que se pueda permanecer detrás de otro monoplaza durante vueltas y vueltas intentando aprovechar las zonas de DRS o vaciando el ERS (botón de adelantar) para conseguirlo.

De hecho, otro de los cambios importantes en esta entrega es que la recuperación del ERS es mucho más lenta que en F1 21, por lo hay que hacer un uso mucho más inteligente de esa energía extra y utilizarlo para ganar ventaja sobre los rivales para que salgan de zona de DRS, defenderse de sus acometidas o incluso aportar un punto extra para adelantar. Todo eso teniendo en cuenta que su uso es mucho más limitado, por lo que la estrategia cobra un papel fundamental para los momentos óptimos en los que hay que apretar el botón.

F1 22 se queda corto en contenido respecto a otras entregas

Las vueltas Pirelli es uno de los nuevos modos de juego de F1 22.

Una vez que hemos tratado la parte excepcional y satisfactoria de F1 22, toca dirigirse hacia un terreno menos agradable. Breaking Point fue uno de los aditivos que aportaban frescura a la anterior entrega, por lo que no fueron pocos los que se llevaron las manos a la cabeza cuando Codemasters anunció que en esta ocasión se prescindiría del modo historia para aportar más recursos a la experiencia de conducción y a todo lo que conllevaba el cambio de reglamento. El resultado es sobresaliente en ese sentido, pero para intentar aumentar la vida jugable se han recurrido a parches que no terminan de encajar bien con la propuesta.

Paradójicamente, uno de ellos se denomina como Vida F1, en la que encarnamos a un piloto de la máxima categoría del automovilismo y le acompañamos en la calidez de su hogar. Allí se pueden exponer superdeportivos, los trofeos que se vayan ganando en otras modalidades, realizar cambios en el mobiliario de la casa y en estilo, entre otras cosas. Lo cierto es que su adición es una excusa barata para incluir artículos que requieren de micropagos y otros aspectos mínimos que no llaman nada la atención de un jugador que quiera disfrutar de la emoción de la Fórmula Uno. No hay mucho que explorar en este sentido y estoy convencido de que pasará sin pena ni gloria para la mayoría de jugadores que se adentren en F1 22.

La otra novedad la encontramos precisamente en esos superdeportivos de los que hablaba anteriormente, ya que también se pueden conducir. No obstante, están limitados a vueltas Contrarreloj y a una nueva modalidad: las vueltas Pirelli. En ellas, toca ponerse al volante de vehículos muy diferentes a los Fórmula 1 a los que estás acostumbrado para aceptar el reto de superar una puntuación de derrape o una punta de velocidad en los 22 circuitos que componen el mundial. No es que sea la mejor adición del mundo a un juego de estas características, pero puede servir para salir de la rutina de otros modos como Mi Equipo, Gran Premio o las modalidades online, que no sufren ningún cambio respecto al año anterior, más allá de la introducción de las carreras al sprint.

Un aspecto técnico conservador y sin grandes avances

Los coches y circuitos están recreados con todo lujo de detalles.

Toca finalizar hablar del apartado técnico de F1 22 y de su desempeño. Lo segundo tiene fácil resolución, ya que en relación a la tasa de frames por segundo se mantiene estable en todo momento en los 60fps tanto en el modo resolución como en rendimiento, por lo que no hay ninguna queja en ese sentido. Donde sí he experimentado problemas con la versión de PS5 son con varios crasheos repentinos en medio de una prueba, algo que parece habitual en la consola de Sony y que confío en que se pueda solucionar pronto con algún parche. Por el resto, su rendimiento es más que óptimo y acompaña en todo momento a tener una experiencia sublime en la conducción y el desarrollo de los Grandes Premios.

Otro cantar es su aspecto gráfico, que tiene luces y sombras. Comencemos por las luces, ya que los coches están recreados a la perfección y cuentan con un grado de detalle apabullante y una mejora sustancial en la iluminación que dota de más realismo tanto a la trazada como a los monoplazas, a pesar de que a nivel jugable no parece que se trate del aclamado raytracing. Las sombras llegan, como es habitual, en las cinemáticas de inicio de carrera, en las de podio y derivados. Es un hecho que a Codemasters se le dan mejor los coches que los humanos y aunque se ha intentado hacer un esfuerzo por mejorar el aspecto de anteriores entregas, aún no se termina de llegar a un punto en el que no haya que levantar la ceja por la calidad de los modelados y de las animaciones.

Las colisiones y accidentes siguen sin alcanzar un alto grado de realismo.

Donde tampoco se han realizado grandes cambios es en el sistema de colisiones o de destrucción de los monoplazas, que sigue sin ser realista y con pocos cambios respecto a lo que se pudo ver el año pasado. Da igual el ángulo en el que golpees con el monoplaza y la fuerza con la que lo hagas, los daños en su gran mayoría de ocasiones serán los mismos, algo que se debería mejorar notablemente a estas alturas.

Por último, hay que hacer una especial mención al apartado sonoro, donde se ha mejorado de manera fantástica. El rugido de los motores es magnífico y cuesta diferenciarlo de la realidad, especialmente con la inmersión que permiten los Pulse 3D de PS5, que permiten vivir la experiencia de un modo sensacional. En cuanto al doblaje, por su parte, tengo malas noticias: no se ha realizado ni un solo cambio. Y cuando digo ninguno es, literalmente, ninguno. Los comentarios son exactamente los mismos, tanto del narrador como del ingeniero, mientras profesionales como Antonio Lobato o Víctor Abad estarán en su casa preguntándose por qué una empresa del calibre de EA aún no los ha contactado para alcanzar la excelencia en este aspecto.

Conclusiones y nota de F1 22

F1 22 es un gran juego de Fórmula Uno que sabe trasladar la emoción del Gran Circo a las consolas en un momento tan importante y crucial como el que se ha vivido en esta temporada con el cambio de reglamentación. Todo lo referente a la conducción y la experiencia en el circuito es de sobresaliente, de eso no cabe ninguna duda. Como experiencia completa de juego, la cosa cambia un poco, ya que sus nuevos modos no consiguen ser lo sufcientemente atractivos para salir de la rutina de los modos clásicos y el nivel gráfico en muchos aspectos sigue estando por debajo de otras producciones de características similares.

Aun así, si eres un fiel aficionado a la Fórmula Uno y disfrutaste con las anteriores ediciones del simulador de Codemasters, te encontrarás con un videojuego que te obligará a buscar los límites constantemente y a adaptarte a una nueva era que viene para quedarse y que puede ser la mejor noticia para los juegos de conducción de la citada competición, al menos hasta que podasmo juzgar lo que suceda con F1 Manager. Desde luego, si el equipo de desarrollo sigue esta línea para F1 23 y mejora los aspectos que quedan por pulir, nos aguardan grandes momentos junto a los monoplazas más veloces del mundo también en nuestras consolas.

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