Análisis de Hell is Us - Parece la enésima propuesta soulslike, pero es mucho más que eso
Hell is Us llega al mercado con una propuesta que cuenta con mecánicas propias del género soulslike, pero con una integración de su mundo que le da sentido a la forma de jugarlo. Aquí está su análisis en PS5

Septiembre es uno de los meses más interesantes en el calendario de lanzamientos de este 2025, por lo que se acercan títulos que pueden aportar grandes momentos a los jugadores de los diferentes sistemas que existen en la actualidad. Mientras que Hollow Knight: Silksong se postula como el más mediático, capaz de eclipsar a otras grandes propuestas e incluso provocar el retraso de decenas de títulos, hay otros que se mantienen estoicos ante la acometida que prepara la nueva obra de Team Cherry. Uno de los que ha permanecido impasible es Hell is Us, un nuevo título independiente que ya apuntaba maneras desde sus primeros tráileres y que ha generado muchos comentarios entre los jugadores.
Durante los últimos días he tenido la ocasión de adentrarme en su mundo para descubrir qué puede ofrecer Hell is Us a todos aquellos que quieran probarlo de primera manera. En esencia, es una nueva propuesta englobada dentro del género soulslike, pero a diferencia de otros muchos títulos que han llegado con esta vitola, intent desmarcarse de una construcción calcada a la del estilo impuesto por FromSoftware, dando un paso más allá en la construcción de su mundo y en el modo de avanzar por él. Si quieres saber todas las impresiones que me ha dejado, te lo cuento en el análisis completo de Hell is Us en PS5 Pro.
+ Pros
- La inclusión de la narrativa en los elementos jugables.
- La libertad que ofrece al jugador sin ninguna guía.
- Puzles originales y que encajan bien en su mundo.
- Direcciín artística muy trabajada y completa.
- Contras
- No le saca demasiado partido al combate.
- Se echa en falta más variedad de enemigos.
- Puede ser frustante para nuevos jugadores al no saber dónde ir.

- Hell is Us: precio, plataformas y dónde comprar
- En el infierno tienes que buscarte la vida
- Valoración final de Hell is Us
Hell is Us: precio, plataformas y dónde comprar
Hell is Us | |
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Plataforma | PS5, Xbox Series X|S y PC |
Plataforma analizada | PS5 |
Fecha de lanzamiento | 1 de septiembre de 2025 |
Desarrollador | Rogue Factor |
Género | Soulslike |
Idioma | Voces en inglés y textos en español |
Hell is Us es un videojuego soulslike desarrollado por Rogue Factor, lanzado el 1 de septiembre de 2025 para PS5, Xbox Series X|S y PC. Ambientado en un mundo oscuro y opresivo, el título combina exploración, combate desafiante y una narrativa profunda, características típicas del género. Analizado en PS5, destaca por su atmósfera inmersiva y mecánicas exigentes que requieren precisión y estrategia. El juego ofrece voces en inglés y textos en español, facilitando la accesibilidad para jugadores hispanohablantes. Con un enfoque en la dificultad y la exploración no lineal, Hell is Us busca captar a los amantes de los soulslike con su propuesta única, apoyada por un diseño técnico optimizado para consolas de nueva generación y PC. Rogue Factor apuesta por una experiencia intensa que desafía tanto las habilidades como la paciencia de los jugadores.
En el infierno tienes que buscarte la vida
Hell is Us se desarrolla en un mundo apocalíptico donde las puertas del infierno se han abierto para dar paso a criaturas que asolan Hadea, el lugar en el que se desarrolla la historia. Ahí es donde aparece el héroe encargado de protagonizar esta aventura, que parece tener una extraña conexión entre los dos mundos. Con un golpe de suerte, consigue hacerse con las denominadas armas límbicas, que le permiten hacer frente a las terribles criaturas que se han apoderado de todo el mundo y están causando el pavor de la población, dejando ver la peor cara de la humanidad una vez más. En un entorno dominado por los saqueos, la codicia y las ansias de poder, hay un misterio que debe ser descubierto para definir las bases de la línea argumental sobre la que se sustenta la propuesta.
Y eso que Rogue Factor no lo pone fácil, porque al más puro estilo del género soulslike, en ningún momento hay un indicativo de hacia dónde ir, por lo que tienes que buscarte la vida en el sentido más estricto de la palabra. Para conseguir avanzar hay que atender a pequeñas pistas que va ofreciendo el juego; a veces visuales, a veces mediante conversaciones con personajes e incluso mediante pistas sonoras. La construcción del mundo de Hell is Us es una de sus grandes virtudes y la explota al máximo, construyendo varios puzles que obligan a un proceso de backtracking que le da un sentido incluso mayor a la propuesta. Desde luego, internarse en este infierno es hacerlo atado de pies y manos, pero en cuenta te libras de la soga, te sientes como pez en el agua.
Este es uno de los primeros ejercicios que exige Hell is Us, porque debes estar dispuesto a tener la paciencia necesaria para empaparte de su mundo y querer saber más de él. De lo contrario, puede que te canses en unas pocas horas y acabes abandonando y juego que tiene mucho que contar. Hay muchos nombres, localizaciones, intereses y enlaces con el protagonista que pueden llegar a abrumar en primera instancia, pero que en cuanto empiezan a sentirse familiares es uno de los trabajos más sensacionales que se aprecian en el juego. La integración de la narrativa con todo lo que ocurre es magnífica y es uno de los aspectos que más me ha sorprendido y que me invitaban a seguir jugando para descubrir qué nuevo misterio quedaba por descubrir. Si juegas Hell is Us con esta predisposición, lo disfrutarás. Si no, te frustrarás al no tener una guía clara y probablemente se quede en tu estantería de pendientes eternos.

En Hell is Us hay que hacer frente a enemigos extraterrestres y sobrenaturales.
El tono de la narrativa es crudo y, en ocasiones, perturbador. Hell is Us no tiene miedo de mostrar los horrores de la guerra, con escenas que incluyen ejecuciones, cuerpos mutilados y el sufrimiento de los civiles atrapados en el conflicto. Este enfoque recuerda a títulos como Spec Ops: The Line, donde el peso de las acciones del jugador se siente en cada paso. Además, la inclusión de elementos de terror cósmico, como las criaturas límbicas y las estructuras alienígenas, añade una capa de intriga que mantiene al jugador en constante tensión. ¿Qué son estas criaturas? ¿De dónde vienen las armas límbicas? ¿Qué secretos oculta Hadea? Estas preguntas son el motor que impulsa la exploración y hacen que cada nuevo descubrimiento sea gratificante.
Un soulslike atípico que arriesga y sorprende

La exploración de Hell is Us no tiene ni una guía.
Lo que hace a Hell is Us destacar en el saturado género soulslike es su valentía para desviarse del molde clásico. Aunque conserva la dificultad y el combate exigente, el juego incorpora elementos de otros géneros que enriquecen la experiencia. Los puzles son uno de los elementos clave en este sentido, ya que aportan una experiencia que no es muy típica en este tipo de propuestas y que encajan muy bien con su propósito. Desde rompecabezas simples, como encontrar una llave, hasta desafíos que requieren analizar el entorno o interpretar pistas en diarios, estos añaden una capa de profundidad que invita a pensar más allá del combate, con lo que hay mucho que explorar y que pensar en el mundo del juego.
Por su parte, el backtracking es otro pilar fundamental de la experiencia. A medida que exploras Hadea, desbloqueas nuevas habilidades y armas límbicas que te permiten acceder a áreas previamente inaccesibles, lo que da un sentido renovado a cada rincón del mundo. Este diseño no solo fomenta la exploración, sino que también hace que el mundo se sienta vivo y coherente, como si cada decisión de diseño estuviera al servicio de la narrativa y la jugabilidad. Sin embargo, esta libertad tiene un precio: los jugadores menos experimentados pueden sentirse perdidos sin una guía clara, y la falta de un mapa o marcadores puede llevar a momentos de frustración, especialmente en las primeras horas, cuando el mundo aún resulta abrumador.

Las armas pueden mejorarse mediante elementos RPG, aunque no tienen mucha influencia.
Todos estos elementos son raros de ver en un título soulslike, por lo que el trabajo que hay detrás de Hell is Us demuestra una gran ambición para abrirse paso en un género que ya está quemando por centenares de títulos que han intentado replicar el gran éxito de las obras de FromSoftware. No es un producto perfecto, por supuesto, pero ya ha realizado un esfuerzo mayor que el de otras muchas propuestas que se han embarcado en este género y eso es digno de elogio. A mí, desde luego, me ha gustado todo lo que propone Hell is Us en su mundo.
Un sabor agridulce entre combate y puzles

El combate del juego es algo simplón y no evoluciona lo suficiente.
El combate en Hell is Us es, quizás, el aspecto menos destacable del juego. Por un lado, cumple con las expectativas de un soulslike: los enfrentamientos son exigentes, requieren precisión y castigan los errores. Las armas límbicas, que incluyen espadas, hachas y herramientas más exóticas, ofrecen un sistema de combate basado en combos, esquivas y paradas, con un enfoque en la gestión de la resistencia, que también se pierde junto con la salud, otra de las novedades que incluye el título para aportar algo más de picante. Sin embargo, aunque el sistema es funcional, carece de la profundidad y la variedad de otros títulos del género. La selección de armas es limitada, y los combos no ofrecen la misma sensación de fluidez que se encuentra en juegos como Elden Ring o Sekiro, por poner un par de ejemplos de grandes propuestas. Además, la variedad de enemigos es otro punto débil: aunque los diseños son inquietantes y están bien integrados en la narrativa, la falta de diversidad hace que los enfrentamientos puedan volverse repetitivos con el tiempo. De hecho, hay momentos en los que da la sensación de estar haciendo lo mismo constantemente y eso siempre es mala señal.
Donde el juego brilla es en sus puzles, tal y como mencionaba anteriormente. Rogue Factor ha sabido incorporar rompecabezas que no solo son desafiantes, sino que también se sienten como una extensión natural del mundo. Algunos requieren manipular el entorno, como mover objetos para desbloquear caminos, mientras que otros son más cerebrales, exigiendo que interpretes pistas en diarios o analices patrones en el escenario. Las mazmorras, en particular, son un punto culminante, con un diseño fantástico que siempre aporta algo diferente al universo sobre el que se desarrolla, con una culminación colosal. Cada una tiene su propia temática, enemigos y un jefe final que combina combate y resolución de puzles, lo que las convierte en momentos memorables. Sin embargo, la dificultad de algunos puzles puede ser un obstáculo para los jugadores menos pacientes, especialmente cuando las pistas son demasiado crípticas.
Un aspecto particularmente notable de los puzles es cómo se integran con la narrativa y la exploración. Por ejemplo, en una de las mazmorras iniciales, te encuentras con un rompecabezas que requiere alinear cristales límbicos para activar un mecanismo, pero las pistas para hacerlo están dispersas en notas dejadas por un científico que investigaba estas estructuras. Resolver el puzle no solo te permite avanzar, sino que también revela un fragmento crucial de la historia sobre el origen de las criaturas límbicas. Esta conexión entre jugabilidad, narrativa y exploración hace que los puzles no se sientan como un añadido superficial, sino como una parte integral de la experiencia. Además, algunos rompecabezas requieren un uso creativo de las armas límbicas, como emplear una habilidad de teletransportación para alcanzar plataformas inaccesibles o usar un arma con propiedades magnéticas para manipular objetos a distancia, lo que añade una capa adicional de variedad e ingenio al diseño.

Los puzles son fantásticos y obligan a pensar y realizar tareas de backtracking.
Por todo ello, el juego te obliga a estar atento a cada detalle del entorno: una grieta en una pared puede esconder un pasaje secreto, un sonido distante puede indicar la presencia de un enemigo o una pista, y un objeto aparentemente insignificante puede ser la clave para resolver un puzle. Esta falta de dirección explícita es un arma de doble filo: para algunos, será una experiencia liberadora que fomenta la inmersión; para otros, puede resultar frustrante, especialmente si no están acostumbrados a los juegos que exigen un enfoque tan activo. Sin embargo, cuando todo encaja –cuando resuelves un puzle tras horas de exploración o descubres un nuevo fragmento de la historia–, la sensación de logro es inmensa.
Todo lo que se va recopilando durante el juego se reúne en la PDA del protagonista, que hace las veces de menú, por lo que consultarla de vez en cuando es de lo más útil para saber cuál puede ser el siguiente paso. Aunque en un principio Hell is Us es un juego que puede abrumar, una vez te internas en tres de sus zonas, ya descubres que no es tan fácil perderse y que todo está muy bien interconectado, de modo que vas integrándote cada vez más en su mundo y consiguiendo conectar todos los secretos para volver a otras zonas mediante el camión blindado que sirve de vehículo en la aventura.
Una dirección artística sublime para un titulo independiente

El mundo de Hell is Us están muy bien construido por una dirección artística genial.
Visualmente, Hell is Us es una auténtica joya. La dirección artística combina paisajes devastados por la guerra con estructuras límbicas de estética alienígena, creando un contraste entre lo bello y lo grotesco que resulta hipnótico. Los entornos, desde pueblos en ruinas hasta bosques cubiertos de niebla, están diseñados con un nivel de detalle que invita a detenerse y admirar cada rincón. Las estructuras límbicas, con su diseño orgánico y perturbador, evocan las obras de H.R. Giger, mientras que los efectos de iluminación y las texturas aprovechan al máximo las capacidades de PS5 Pro, con tiempos de carga mínimos y un rendimiento estable, aunque sí que hay un pop-in bastante grosero.
Un elemento clave de la dirección artística es cómo el diseño visual refuerza la narrativa del juego. Los entornos no son solo un telón de fondo, sino que cuentan su propia historia. Por ejemplo, una aldea abandonada puede estar llena de detalles como barricadas improvisadas, restos de vehículos destruidos o grafitis que hablan de la desesperación de sus antiguos habitantes, mientras que las estructuras límbicas, con sus formas orgánicas y pulsantes, sugieren una presencia extraterrestre que se siente viva y amenazante. Esta atención al detalle se extiende a los enemigos, cuyas apariencias grotescas y movimientos erráticos refuerzan la sensación de estar enfrentándote a algo que no pertenece a este mundo. La paleta de colores, que combina tonos apagados y terrosos con destellos de neón provenientes de los elementos límbicos, crea un contraste visual que mantiene al jugador en un estado constante de tensión y maravilla.

Incluso los menús están muy bien integrados con el mundo.
La banda sonora, con sus sintetizadores oscuros y melodías ambientales, recuerda a la atmósfera de Returnal o Dead Space, reforzando la sensación de tensión y misterio. Las actuaciones de voz, aunque solo en inglés, son de altísima calidad, con personajes que transmiten emociones complejas y añaden profundidad a la narrativa. La interfaz, especialmente la PDA que usa Rémi para registrar información, tiene un estilo retrofuturista que encaja perfectamente con el tono del juego. En términos técnicos, Hell is Us es impecable, con un diseño que equilibra la ambición artística con un rendimiento sólido.
Valoración final de Hell is Us

Hell is Us no es un juego para todo el mundo. Su falta de guías, su narrativa críptica y su combate limitado pueden ser barreras para los jugadores menos experimentados o aquellos que buscan una experiencia más directa. Sin embargo, para quienes estén dispuestos a sumergirse en su mundo, a explorar cada rincón y a desentrañar sus misterios, este título ofrece una experiencia única y profundamente gratificante. Rogue Factor ha creado un soulslike que no teme arriesgarse, combinando elementos de exploración, puzles y una narrativa que golpea con fuerza. Su dirección artística y su atmósfera son de primer nivel, y aunque el combate y la variedad de enemigos no están a la altura del resto de la experiencia, no empañan el conjunto. Desde luego, se entiende por qué Hell is Us no ha temido la llegada de Hollow Knight: Silksong, ya que tiene argumentos de sobra para ser uno de los títulos destacados del año.