Análisis de Like a Dragon: Infinite Wealth - Las aventuras hawaianas de Ichiban Kasuga
Analizamos Like a Dragon: Infinite Wealth, el nuevo juego de esta reconocida franquicia. Analizamos la versión de PS5
El mundo de los JRPG es especialmente diverso, y tiende a ofrecernos experiencias sorprendentes y que en otros géneros sería especialmente difícil de encontrar, pero probablemente la saga Yakuza sea la que más ha sorprendido a los usuarios durante años. Durante mucho tiempo ha sido una IP de nicho fuera de Japón, y es que el público occidental no parecía estar muy interesado en las aventuras de Kazuma Kiryu y compañía, pero con el tiempo esto cambió. Principalmente durante la pasada generación de consolas vimos un auge en la popularidad de esta saga, lo que ha conducido a que su próxima entrega sea considerada como uno de los grandes lanzamientos de 2024.
Muchos estaréis confundidos, especialmente si no estáis muy versados en esta IP en concreto, pero Like a Dragon: Infinite Wealth viene a ser la octava entrega principal de la saga Yakuza. Sí, todo es muy confuso, pero estamos hablando de la continuación de las aventuras de Ichiban Kasuga, protagonista de Yakuza: Like a Dragon, quien en este caso se traslada a Hawái, y se une a Kazuma Kiryu.
Yo ya he podido jugarlo en profundidad, descubriendo todas las misiones secundarias y subtramas ridículas a las que nos tiene acostumbrados la saga -incluyendo la isla estilo Animal Crossing- y por ello hoy os contaré cuáles han sido mis impresiones, aunque desde ya te puedo decir que he terminado enamorado.
+ Pros
- Argumentalmente consigue emocionar e incluso sorprender por momentos.
- El sistema de combate por turnos cumple y evoluciona.
- Tenemos un cambio de aires que sienta muy bien a la saga.
- En el aspecto sonoro es un trabajo prácticamente redondo.
- Muchas misiones secundarias sorprenden por su calidad y profundidad...
- Contras
- ...pero muchas otras no están a la altura.
- Algunos problemas técnicos menores.
- En algunas situaciones los gráficos flaquean.
- Like a Dragon: Infinite Wealth: precio, plataformas y dónde comprar
- Ichiban se merece unas vacaciones
- Valoración final de Like a Dragon: Infinite Wealth
Like a Dragon: Infinite Wealth: precio, plataformas y dónde comprar
| Like a Dragon: Infinite Wealth | |
|---|---|
| Plataforma | PS5, PS4, Xbox Series, Xbox One y PC |
| Fecha de lanzamiento | 26 de enero de 2024 |
| Desarrollador | Ryu Ga Gotoku Studio |
| Género | JRPG |
| Idioma | Textos en español y voces en inglés |
Like a Dragon: Infinite Wealth es la nueva entrega de la franquicia Like a Dragon, anteriormente conocida en occidente como Yakuza. Este tiene previsto su lanzamiento para el 26 de enero de 2024, recibiendo versiones para PS5, PS4, Xbox Series, Xbox One y PC. Pertenece al género de los JRPG y ha sido derrollado por Ryu Ga Gotoku Studio, el legendario equipo que ha estado detrás de toda esta saga. Asimismo, debéis saber que sus textos están totalmente traducidos al español, aunque no hay doblaje para este idioma, por lo que deberás jugarlo con voces en inglés.
Ichiban se merece unas vacaciones
Mi periplo por esta saga es bastante particular. No puedo decir que sea el mayor fan de la misma, y es que debido a la barrera del idioma no pude jugarlo cuando tocaba, y hoy en día, cuando mi nivel de inglés es suficiente para poder disfrutar de toda la franquicia, me encuentro ante un sinfín de títulos, tanto que me ha sido difícil abarcarlos todos. Aun así, no llego a Like a Dragon: Infinite Wealth de nuevas, y es que su predecesor se convirtió, cuando lo jugué en su momento, en uno de mis JRPG favoritos.
Ahora, tras convertirse en un héroe, Ichiban se vuelve a poner las botas de trabajo (de forma metafórica), coger su bate tan particular y en este caso dirigirse a Hawái, un supuesto paraíso en el que vivirá toda clase de aventuras, incluyendo convertirse en repartidor de comida o llevar una isla al más puro estilo Animal Crossing.
Hawái no es el paraíso que todos imaginamos
Cuando hablamos de Hawái solemos pensar en playas impolutas, aguas cristalinas y hoteles impresionantes en los que pasar tus vacaciones. Todo eso está muy bien, pero estamos hablando de la saga Like a Dragon, y la unión de Ichiban Kasuga y Kazuma Kiryu, así que las cosas no podían ser tan sencillas.
Por razones concernientes a la trama -y que por supuesto no revelaremos aquí- Ichiban se ve obligado a tomar un vuelo hacia Hawái, donde nada más aterrizar empieza a encontrarse problemas de todo tipo. Una de las razones de este cambio de escenario es definitivamente revitalizar a la saga, permitiendo que en el futuro pueda volver a ampliar sus horizontes más allá de Japón, pero por suerte esta nueva localización no es simplemente una escusa para hacer avanzar a esta IP. Hawái se siente viva, ofreciendo unos escenarios que, si bien en estructura recuerda a los mapas ya vistos en la saga, también es totalmente diferente a su manera, algo que podemos notar especialmente en las diferentes estampas e incluso en las actividades que podemos hacer por todo el mapa. Desde hacer surf con nuestros amigos, hasta convertirnos en repartidores de comida a domicilio, y pasando por trabajar de camareros a tiempo parcial, todo es posible en la Hawái de Like a Dragon: Infinite Wealth.
Más allá de esto, y especialmente teniendo en cuenta que más adelante abordaremos de nuevo el tema de las actividades secundarias, es mejor que nos centremos en la narrativa, que a pesar del traslado de escenario, sigue manteniendo toda la esencia de la saga. Son dos personajes que ya conocíamos y que muchos amamos, estaba claro que el tratamiento tenía que ser impoluto, y lo ha sido. Ichiban, al igual que nosotros, se sube a un avión pensando que encontrará el paraíso, pero acaba topándose con enemigos de todo tipo que amenazan su estancia en este lugar. Ya no podemos hablar de la Yakuza, porque esto no es Japón, pero si que nos encontramos ante todo tipo de macarras de poca monta y organizaciones criminales complejas que nos harán la vida imposible. Por supuesto, y más allá de todos los problemas que nuestros personajes encontrarán en esta aventura, os puedo asegurar que la historia de Like a Dragon: Infinite Wealth está bien contada, es emotiva y consigue sorprender a cada paso que das, y es esto lo que hace que este título sea un "must" de manual.
Por suerte, Ichiban y Kiryu no estarán completamente solos, y es que estarán acompañados por un elenco principal que ha conseguido incluso igualar a los de la entrega anterior. Sí, muchos de ellos vuelven, pero también tenemos otros personajes que han conseguido enamorarnos desde el primer momento, con arcos argumentales que terminan por sorprender en varias ocasiones, incluyendo algunos giros de guion que difícilmente pudimos ver venir. Estamos hablando de un juego con una duración acorde con su género, claro está, por lo que necesitarás bastantes horas para conocer todos los entresijos de esta aventura, al menos a nivel argumental, pero vale cada minuto que inviertas en ello.
Ichiban Kasuga es la figura más importante en Like a Dragon: Infinite Wealth.
En Hawái tenemos muchas cosas que hacer
Como ya he señalado, y al igual que ocurre en la mayoría de los juegos de esta franquicia, en Like a Dragon: Infinite Wealth contaremos con una gran variedad de misiones secundarias por cumplir. Algunas de ellas nos durarán varios minutos y serán muy simples de completar, lo que en muchos casos ha conseguido decepcionarme, pero también he podido ver algunas de los mejores minijuegos que he jugado en mucho tiempo. Hay de todo, y claramente el juego quiere dirigirte a ellas, ya que en ciertas ocasiones la propia trama nos dará un empujón, obligándonos a hacer un alto en el camino para disfrutar de una de estas misiones, como es el caso de la isla estilo Animal Crossing.
Precisamente muchos os estaréis preguntando por cómo funciona esta misma, y os debo decir que es entretenido, pero que no deberíais esperar algo meta, es decir, un juego dentro de otro juego. Claramente es una parodia de Animal Crossing, y más concretamente de la última entrega, pero también debo mencionar que no es tan abierto ni ofrece tantas posibilidades. Claro está, esto es algo lógico, porque simplemente estamos ante un minijuego dentro de un título más grande, y aun así me he encontrado con juegos de supervivencia que ofrecen bastante menos. Para que os hagáis una idea, aproximadamente a las 15 horas de juego, y por razones que no os contaremos para evitar spoilers, terminaremos en esta isla, y se nos contará que pese a su gloria pasada, hoy en día cuenta con muchos problemas. Tras esto, y sin entrar en muchos detalles, nuestra misión será mejorarla, y para ello podremos desde pescar y cazar bichos, hasta utilizar un banco de bricolaje para decorar la isla e incluso la casa propia de Ichiban Kasuga. No te he contado nada que no se haya explicado en diversos tráilers, pero si que debo decir que ha terminado siendo un vertedero de horas, por así decirlo, tanto así que me ha costado separarme de la isla para seguir con la historia principal.
Tal y como se había revelado previamente, los Sujimon vuelven a hacer acto de presencia.
Por supuesto, y como ya he señalado, este no es el único minijuego interesante, y es que muchos de ellos ya se han mostrado en diversos tráilers del título. Al andar por el mapa nos encontraremos una serie iconos de conversaciones, lo que nos dará acceso a algunas de estas misiones secundarias, terminando muchas de ellas por convertirse en parodias de otros juegos o de situaciones de la realidad. Aun así, y como también he señalado anteriormente, hay muchas de estas misiones que aparecen conforme avanzamos en la historia principal, y justamente estas son las más interesantes. Tanto la ya mencionada de la isla, que es la más llamativa, como otros ejemplos muy curiosos -incluyendo a los Sujimon, parodia de Pokémon que ya vimos en la anterior entrega- que consiguen que la experiencia de Like a Dragon: Infinite Wealth sea tan ridícula y diversa como la que podríamos esperar de la saga.
Aun así, debo decir que no todas las misiones están al mismo nivel, y es que esta aparente irregularidad en la calidad de las mismas ha conseguido que en ciertas situaciones me termine frustrando. Asimismo, esta estructura que nos ofrece misiones secundarias junto con las principales, haciendo que muchas de ellas terminen siendo obligatorias, no termina de convencerme. Muchas veces es un acierto, permitiendo que el usuario conozca que las secundarias existen, pero llegados cierto punto han terminado sintiéndose como un lastre para la trama.
Como no podía ser de otra manera, el minijuego del karaoke vuelve a aparecer en esta entrega.
Los turnos están de moda
Pese a lo que podría parecer si echamos un vistazo a otras sagas, como es el caso de Final Fantasy, parece que el combate por turnos está de moda. Tal y como la entrega inmediatamente anterior, este título desecha el sistema de combate clásico de la saga para adoptar un acercamiento muy particular a los combates por turnos, y que realmente me tiene enamorado.
Uno podría pensar que terminaríamos echando de menos el dinamismo y lo fresco que resultaba el combate clásico de la saga, especialmente gracias a Kiryu y su forma de pelear tan interesante y variada, pero la verdad es completamente diferente. Por supuesto, y como muchos sabréis, no estamos hablando de un juego por turnos clásico, y es que más allá de que los personajes no están parados en ningún momento, la situación en el escenario es especialmente importante a la hora de tratar de salir victorioso. Para empezar, una vez puedas controlar a un personaje, este tendrá disponible una circunferencia a su alrededor en la que se puede mover, y el trabajo del usuario será encontrar el lugar perfecto para atacar a los enemigos por la espalda, o incluso encajar perfectamente un ataque en área que podría hacerte la vida mucho más fácil.
Más allá de esto, que logra que el combate sea mucho más táctico -si se me permite usar esta palabra- que los juegos por turnos tradicionales, también es necesario mencionar la gran variedad de formas de combatir que encontramos. Todos los personajes tendrán su “trabajo”, o al menos es así como los llama el juego, y es que vendría a ser la clase de cada uno de ellos si lo trasladamos a un JRPG tradicional. Esto delimita el tipo de ataques y la clase de atributos con las que cuenta los personajes en cuestión, aunque desde ya es necesario que sepáis que esto se puede cambiar a partir de cierto punto de la historia. Por supuesto, lo más recomendable es dejar los trabajos base de cada personaje, porque forman parte de la personalidad de cada uno, pero siempre es interesante tener esta gran opción.
El sistema de combate de Like a Dragon: Infinite Wealth sigue la estela de su predecesor.
Asimismo, el juego cuenta con atributos sociales, que viene a ser la afinidad social que tiene Ichiban con cada miembro del grupo, y es que cuando lo subas lo suficiente podrás obtener ataques en conjunto que terminan siendo devastadores, además de totalmente necesarios en combates contra muchos enemigos al mismo tiempo. Esto además se complementa con otros elementos del combate como es el caso de los mercenarios, que vienen a ser personajes extras que puedes llamar para que te ayuden, pero que además de costarte cierta cantidad de dinero, no podrás controlarlos tu.
Todo este sistema de combate tan interesante del que hemos hablado se envuelve en un aura de misticismo, pero también de ridiculez, como no podía ser de otra manera en la saga, y es que los enemigos a los que nos enfrentamos vienen a ser deformaciones de la mente de Ichiban, quien transforma a gamberros comunes en seres que podrían haber salido del psiquiátrico más cercano. Por supuesto, esto no tiene mucha relevancia a final de cuentas, y además ya era parte del anterior juego, pero aporta bastante a la trama del juego como tal, y especialmente a la personalidad y carácter de Ichiban Kasuga.
El paraíso no se libra de los problemas técnicos
Para empezar, me gustaría señalar que he podido jugar la versión de PS5 de Like a Dragon: Infinite Wealth, y si bien la experiencia ha sido muy enriquecedora, y carente de problemas graves de rendimiento, creo que tengo la obligación de mencionar los problemas que he encontrado respecto al apartado técnico.
Probablemente el más molesto de todos sea la IA, que si bien en los combates es competente, o por lo menos así lo he sentido en la mayoría de casos, es en el comportamiento rutinario en lo que falla. Ciertamente esto no afecta en absoluto a la experiencia general, pero la verdad es que los NPC que pasean por la calle tienden a presentar muchos problemas, especialmente cuando estamos en cinemáticas, dado que veremos como muchos de ellos aparecen y desaparecen, lo que termina por sacarnos de la escena. Por supuesto, y como ya he comentado, en la mayoría de los casos puede no tener relevancia, pero el problema aparece cuando estos NPC son enemigos, y es que al acercarte a estos empieza el combate de forma automática. En un par de ocasiones me ha ocurrido justamente que me han aparecido delante de la cara, abocándome a un combate totalmente indeseado y que frenó bastante mi inmersión, pero más molestos son aquellos que cambian su rumbo de forma errática y que nos obligan a que nuestro paseo por Hawái se conviertan en una pista de obstáculos bastante incómoda.
Por las calles de Like a Dragon: Infinite Wealth podremos encontrar diversos problemas, especialmente relacionados con los NPC.
Además de esto, he podido encontrar algunos problemas de rendimiento, con bajones muy puntuales de frames, o incluso algunos errores que impidieron que abandonara un combate una vez todos estaban derrotados. Aun así, en este caso me veo en la obligación de señalar que han sido casos muy puntuales en una partida de varias decenas de horas, por lo que no parece algo que sea necesario resaltar.
Esperemos que con los parches poslanzamiento se corrijan todos estos errores, que si bien no son especialmente problemáticos en la mayoría de los casos, si que se pueden hacer bola en ciertas situaciones.
Respecto a los aspectos más creativos, debo decir que el apartado gráfico sorprende y no está a la altura por momentos. Para empezar, cuando mencionamos las cinemáticas del juego, la verdad es que las animaciones son excepcionales y logra ofrecernos imágenes que parecen sacadas de una prueba conceptual, pero cuando es in-game tengo mis pensamientos enfrentados. En este último caso es simplemente cumplidor, y aunque en ciertas situaciones presenta también estampas de escándalo, la verdad es que no es nada del otro mundo en este aspecto.
Asimismo, si entramos en el tema sonoro, debo decir que la banda sonora no es su mayor fuerte ni se hace notar en todo momento, pero si acompaña de maravilla. Sabe aparecer cuando tiene que hacerlo, y en esos momentos logra que el ambiente se agudice. Por su parte, he podido probar tanto el doblaje en inglés como en japonés, y si bien me quedo con este última, la verdad es que ambos resultan ser grandes trabajos por parte del equipo responsable.
Hawái en ciertas ocasiones nos deja con grandes estampas en Like a Dragon: Infinite Wealth.
Valoración final de Like a Dragon: Infinite Wealth
Like a Dragon: Infinite Wealth se convierte en una entrega que rompe los estándares de su saga en cierto sentido -especialmente relacionados con la ambientación- pero que además consigue mantener su esencia. Es atrevido, pero también conservador, resultando en una entrega que está a la altura del legado de la saga, y que se convierte en un imprescindible que puede terminar siendo considerado como uno de los mejores juegos de rol de la historia.
Tu experiencia con él dependerá de lo mucho que conectes con su historia y su nueva ambientación, pero si lo haces, y además eres capaz de dejarte llevar, te encontrarás un juego excepcional. Es alocado, divertido, emotivo y emocionante, un pack que difícilmente podemos encontrar en este sector, y que ha conseguido que me enamore definitivamente de su mundo.
No es perfecto, pero tampoco lo pretende y ahí está su magia. Es un buen juego, un buen JRPG, y por supuesto un buen Like a Dragon (anteriormente conocido como Yakuza).
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