Análisis de Like a Dragon: Ishin! - El último samurái

Ishin! es una historia épica de samuráis que llega por primera vez traducido a Occidente.

Análisis de Like a Dragon: Ishin! - El último samurái
Sakamoto Ryoma busca al asesino de su padre en Like a Dragon: Ishin!

Con la perspectiva que dan los años resulta increíble que Like a Dragon: Ishin! no cruzara las fronteras del país nipón para deleitar a los seguidores de Yakuza. RGG Studio ha hecho un gran trabajo para rescatar esta obra tan desconocida para muchos como necesaria. La mejor carta de presentación para nuevos jugadores que gustará también a veteranos porque tiene mucho de prestado. El anuncio de Like a Dragon: Ishin! fue una gran sorpresa, ahora llega el 21 de febrero para PS4, PS5, Xbox Series, Xbox One y PC y ya lo hemos jugado.

Ishin! es un remaster (con muchas comillas) del juego de acción beat' em up y aventura que se lanzó en 2014 bajo el nombre de Ryu Ga Gotoku: Ishin!, un spin-off de la saga de yakuzas. Sólo se lanzó en Japón, así que es la primera vez que el juego se localiza a otros idiomas como el español. El estudio ha cambiado de motor y ahora utiliza Unreal Engine 4, pero el juego está a medio camino entre remaster y remake, perdiendo una buena oportunidad para conseguir la excelencia en el apartado gráfico.

+ Pros

  • El sistema de progresión es bastante profundo
  • Trama potente que engancha
  • Historias secundarias que refuerzan la narrativa
  • El fanservice de Yakuza

- Contras

  • Paso atrás con el nuevo motor
  • El renderizado de texturas deja mucho que desear
  • Saltos y bugs algo incómodos
85Sobre 100

Like a Dragon: Ishin!: toda la información

Like a Dragon: Ishin!
PlataformaPS5, PS4, Xbox Series, Xbox One y PC
Fecha de lanzamiento21 febrero de 2023
DesarrolladorRyu Ga Gotoku Studio
Géneroacción, aventura, beat' em up
IdiomaVoces en japonés, textos en español

Experiencia con Like a a Dragon: Ishin!

Existen muchas razones para jugar la saga Yakuza, pero Ishin llamó nuestra atención por ese componente histórico que tanto nos gusta. Un buen juego con una trama lo suficiente profunda para tenernos pegados a la pantalla en las interminables y tensas conversaciones. Pero esto no sería posible sin el plato fuerte de Ishin: el sistema de combate y los estilos, otra mecánica heredada. La jugabilidad es la clave de esta entrega que ha tenido un buen lavado para darle mayor empaque.

Resulta irónico que una historia tan potente sobre el aislacionismo del Japón del siglo XIX no haya llegado hasta ahora a nuestras consolas. Pero os adelantamos que la espera ha merecido la pena, pese a sus debilidades, que también las tiene. Esto sólo quiere decir que el estudio tenía un buen material entre manos, pero lejos de conformarse con un remaster ha introducido mecánicas que brillan por sí solas.

Like a Dragon: Ishin!

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Historia de Japón: los últimos samurais

Es el año 1867 y Japón vive un momento delicado en la era Bakumatsu. El juego está ambientado en un contexto político demasiado convulso en el período Edo donde el Shogunato Tokugawa mantiene una férrea política de exteriores de aislamiento. Es un sentimiento de vulnerabilidad tras la llegada de los conocidos barcos negros de Occidente que señala a los extranjeros como una gran amenaza, dando lugar a un movimiento nacionalista llamado ishin shishi.

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La artillería pesada llega a Japón y podemos usarla

Sakamoto Ryoma es un espadachín que ha perdido al que considera su padre, asesinado por un samurai enmascarado con un poderoso estilo de lucha. Siguiendo esa pista, viaja a Kyo (nombre original de Kioto) para alistarse en el Shinsengumi, una formación militar con los hombres más fuertes. Actuará bajo el nombre de Saito Hajime para infiltrarse, un pequeño aperitivo de la entrincada trama de conspiraciones, traiciones y giros de guión inesperados. El juego siembra la duda sobre cualquier personaje y hace cómplice al jugador de detalles para jugar a los detectives.

Simplificando mucho podría decirse que es un juego de detectives, maestro del cliffhanger, pero Ishin tiene una historia demasiado compleja basada en hechos reales, personajes históricos que sin saberlo se iban a convertir en los últimos samuráis de Japón representado en la figura de Saigo Takamori, líder de Satsuma. Ishin cuenta con mucho detalle los acontecimientos que llevaron a la Restauración Meiji desde el punto de vista de Sakamoto que perseguirá al culpable de la muerte de su padre.

La trama tiene un ritmo trepidante y todos los elementos del juego enriquecen esa narrativa. Las misiones secundarias engrosan el número de horas de juego (25-30 horas) de forma eficiente. Historias que merecen ser contadas y donde insiste en varios conceptos de la época: el miedo/odio al extranjero y el sistema de castas. Sakamoto Ryoma y su hermano Takechi Hanpeita quieren eliminar esos privilegios que condenan a una buena parte de la población de Tosa, su ciudad natal. Mientras tanto, hay facciones imperialistas que quieren acabar con el shogun.

Un mundo vivo y cercano

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Algunas historias secundarias son absurdas al más puro estilo Yakuza

Esta increíble historia justifica la actitud de muchos personajes principales y NPCs del juego. Sakamoto Ryoma tiene un papel de héroe que quiere escuchar y ayudar a sus iguales. Ese es el punto de partida para sentirnos parte de un mundo lleno de vida, dispuesto a darnos algunas historias secundarias más profundas. Sólo hay que poner un poco de interés porque todo el contenido de Ishin tiene recompensa. Bien en dinero o experiencia, el jugador siente que merece la pena escuchar las demandas.

Kyo está dividido en varios distritos que se desbloquean en los primeros capítulos. Una ciudad inmensa con restaurantes, tiendas, farmacias y mucho ocio. No podía faltar los minijuegos, marca registrada de la casa. Si nos descuidamos podemos pasar horas en el karaoke, la escuela de danza o en el río Kamo, bien pescando o cortando balas de cañón con la katana. Los juegos tienen mecánicas de ritmo, de timing como cortar leña o juegos de mesa clásicos de Japón. También puedes ganar mucho dinero con las apuestas o perderlo todo con las impredecibles carreras de pollos.

Lo cierto es que sí se puede predecir como ocurre con los picarones juegos del burdel. Todo esto viene a confirmar que Ishin es un comehoras adictivo que tiene lo mejor de cada entrega. Si todo esto te abruma, Sakamoto consigue ser propietario de una casa en las afueras, donde también hay minijuegos de cocina para hacer tus mejores recetas. Una segunda vida lejos del bullicio y las responsabilidades de un miembro del Shinsengumi. Un huerto, un corral de gallinas y hasta mascotas puedes tener que agradecerán con objetos valiosos tus muestras de cariño.

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En la casa de Sakamoto también hay un minijuego de cocina

Después de 31 horas, aún no hemos encontrado misiones secundarias poco interesantes. Es cierto que algunas son absurdas porque sigue siendo el toque Yakuza, pero tan divertidas que no nos sobran en absoluto. Como aquella que nos roban la ropa en un baño o el sumo que necesita comida a todas horas. Algunas misiones implican persecuciones, conseguir objetos o defender a un NPC. La variedad es suficientemente grande para perderse por las calles de Kyo por propia voluntad.

Todo se premia con un sistema de virtud que se puede canjear en templos para conseguir recompensas. No tienen una gran influencia en el juego, pero sí conviene ampliar el inventario y otras funciones para llenarse los bolsillos más rápido. Todas las misiones tienen algo que contar, siempre y cuando no nos aborden los bandidos y otros personajes con ganas de gresca por las calles de Kyo.

Combate más profundo: mazmorras y cartas

Like a Dragon: Ishin!

El sistema de cartas de Ishin! aporta mucho en los combates

Así nos encontramos con una de las novedades más interesantes de Ishin. Aunque los estilos de lucha son nuevos en esta versión, ya lo hemos podido ver en otro spin-off de Yakuza. Así que hablamos en realidad del sistema de cartas que se desbloquean en las mazmorras lineales, una evolución del sistema original con mil variantes. Como miembro del Shinsengumi, Sakamoto tiene que completar misiones en cuevas para luchar contra bandidos y ladrones. Escenarios fuera de Kyo para luchar y farmear bastantes materiales del tirón. Imprescindible para fabricar armas y equipamiento más potente en la herrería.

Pero ya no contamos sólo con nuestros 4 estilos de lucha, sino que nos siguen los miembros de la tercera división del que somos el capitán. Están representados por hasta 400 cartas diferentes que puedes reclutar por puro coleccionismo (o no). Este sistema se puede equipar en la cruceta, dando una profundidad todavía mayor al sistema de combate con habilidades fuera de lo normal. Y cuanto más rara sea la carta, más absurdo (y potente) será el ataque. Las cartas legendarias se componen de rostros conocidos de Yakuza, pero también invitados como Kenny Omega, luchador profesional, un músico o una VTuber que sirve de apoyo.

Like a Dragon: Ishin!

Incluso hay habilidades para paralizar objetivos y aplicar efectos de estado

Todas las cartas tienen atributos que influyen en Sakamoto: salud, velocidad de carga para lanzar habilidades equipadas o una pasiva. Es una característica enorme que da mucho juego en combate y con todas esas combinaciones realmente no quieres que se acabe. Se pueden hacer verdaderas virguerías, mezclando los combos de cada estilo de lucha con las habilidades de las tropas. Las cartas de apoyo curan al protagonista, mientras que otros lanzan devastadores ataques como un Kamehameha, un rayo paralizante, una onda de choque musical o el espadazo giratorio de Omega.

Otras muy divertidas como la gallina que deja huevos sorpresa o el perro Shiba Inu que distrae a los enemigos. Esto se complementa muy bien con el resto de poderes del samurai, aportando frescura al combate que puede resultar más familiar. En ese sentido podemos expandir un árbol de habilidades por cada estilo de lucha y desbloquear técnicas para disfrutar del baile. El combate es una delicia por como se siente el impacto, el bloqueo o la esquiva perfecta. Momento para ejecutar los golpes más poderosos con Furor, que también sirve para hacer los ataques especiales.

Like a Dragon: Ishin!

Las cartas legendarias tienen habilidades poderosas en combate

Hay un gran equilibrio entre estilos, aunque la balanza se inclina ligeramente hacia la katana. Un arma potente, buena defensa y mejor esquiva. Esto no ocurre con el arma de fuego ni el estilo camorrista, que se queda un poco flojo cuanto más avanza el juego. El bailarín Salvaje es el más curioso y eficaz contra grupos numerosos por su facilidad para esquivar, pero no tiene ningún bloqueo. No obstante, el juego siempre invita a desarrollar todos los estilos durante la partida mediante entrenamiento y enfrentamientos esporádicos. Existe incluso un minijuego que consiste en derrotar a los luchadores en una arena en los bajos fondos, sin remordimientos.

Lo mejor del combate siguen siendo los combos, los golpes de película y las animaciones con eventos de tiempo rápido (QTE). Los jefes también cuentan con poderes especiales, algunos elementales de fuego o rayos que hacen verdaderos estragos. Sakamoto Ryoma tiene la oportunidad de imbuir sus armas con sellos para potenciar sus combates. Tras completar la historia se desbloquean dos modos, uno de los cuales está centrado en desafíos de combate con condiciones.

El apartado visual, una oportunidad perdida

Like a Dragon: Ishin!

Los combos de Sakamoto Ryoma siguen siendo la gran atracción

El cambio de motor no ha sido la revolución esperada, más bien le lastra. Esta entrega tiene problemas renderizando texturas en PlayStation 4, por no hablar de los incesantes errores que hacen desaparecer a NPCs o que actúen raro. Tiene algunos saltos incómodos que se notan especialmente en las transiciones o en los cambios de cámara. Un paso atrás en ese sentido, pero el juego en sí es tan bueno que los bugs se pueden pasar por alto. En combate, el juego se transforma y da su mejor versión.

Eso sí, las nuevas cinemáticas son una gozada y ahora lo pueden disfrutar los fans de Yakuza de otra manera. Al menos, las caras son más familiares. Los protagonistas de Yakuza hacen aparición estelar como los miembros del Shinsengumi o los líderes de Satsuma y Choshu, entre otros. Mantienen sus personalidades, así que no es raro que leas referencias al perro loco Okida Soji aka Goro Majima. Sin duda estamos ante el mejor papel de sus vidas hecho para el disfrute de los jugadores.

Valoración final de Like a Dragon: Ishin!

Like a Dragon: Ishin!

Goro Majima es un miembro del Shinsengumi llamado Okita Soji

Ishin es de esos juegos que te aportan tantas cosas buenas que te olvidas de sus debilidades. Es evidente que no ha sabido aprovechar el cambio de motor y eso le ha penalizado. Pero sólo necesitas un par de horas para engancharte a su trama, su sistema de progresión y su gente. Porque el juego es una radiografía muy honesta del Japón al borde del abismo con misiones secundarias que refuerzan la historia. Una historia que tenía que ser contada también en Occidente.

Los fans de Yakuza pueden sentir esta entrega muy suya, un juego inédito con momentos épicos y fanservice que resulta familiar, pero también una invitación para nuevos jugadores. Con ideas propias que funcionan como las cartas de habilidades y hacen que el combate sea muy disfrutable. Es abrumador el contenido, logros, minijuegos y modos de juego que se desbloquean desde el principio hasta el final, con lo que echaremos decenas de horas casi sin darnos cuenta.

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