Análisis de Need for Speed Unbound - Un derrape hacia la nada

No cabe duda de que, al hablar de juegos de conducción, uno de los primeros nombres que viene a la mente es el de Need for Speed. La longeva licencia de Electronic Arts fue el auténtico rey de los circuitos hace tre generaciones y, desde entonces, le ha costado retomar el trono ante la irrupción de nuevos contendientes que parecían tener las ideas más claras en los puntos fundamentales de un juego de coches. No obstante, la compañía ha intentado cambiar el rumbo y ofrecer algo que recordara a esa época dorada, motivo por el que acaba de lanzarse Need for Speed Unbound, con ciertos aires de esa subsaga Underground que a tantos jugadores apasionó.

¿Está Need for Speed a la altura del legado de una de las sagas de conducción más legendarias de todos los tiempos? Durante los últimos días he podido adentrarme en sus calles para analizar el juego en Xbox Series X y me he encontrado con luces de neón que pueden apuntar hacia un buen futuro, pero al mismo tiempo he derrapado hacia los lugares más sombríos, donde se siguen dibujando fantasmas que ya deberían haberse superado con creces.

• Need for Speed Unbound: toda la información
• Experiencia con Need for Speed Unbound
  • Una historia con poca imaginación y sin salsa
  • El mundo abierto no funciona si constantemente recorres la misma senda
  • Persecuciones policiales agotadoras y sin mucho sentido
  • Un estilo artístico incomprensible con la personalidad del juego
• Valoración final de Need for Speed Unbound

Need for Speed Unbound: toda la información

Need for Speed Unbound es la nueva entrega de la exitosa franquicia de Electronic Arts, desarrollada en esta ocasión por el estudio Criterion Games. Con su lanzmaiento el 2 de diciembre de 2022, se trata de un juego dedicado a la nueva generación de consolas, por lo que solo está disponible en PS5, Xbox Series X|S y PC para tratar de sacarle el máximo partido a este videojuego de conducción arcade. En cuanto al idioma, se encuentra disponible en completo español, tanto en el doblaje como en los textos.

Experiencia con Need for Speed Unbound

La experiencia con Need for Speed Unbound ha sido realmente agridulce. Partiendo de la base en la que Criterion ha intentado instaurar una atmósfera que recordara a Undergound, siento decir que no ha conseguido encajar en prácticamente ninguno de los aspectos que hicieron grande a los legendarios títulos que aún permanecen en la memoria de millones de seguidores de la serie de conducción. Estamos ante un sistema que apenas innova respecto a lo visto en Heat, la anterior entrega, con una construcción del mundo abierto bastante pobre y un sistema de progresión que invita a repetir eventos en innumerables ocasiones para conseguir ahorrar algo de dinero y mejorar así el coche o, por el contrario, participar en grandes eventos de historia. Hay cosas positivas en Need for Speed Unbound, por supuesto, pero si hay que ahondar y farmear horas para encontrarlas es que hay un error grave en el planteamiento central.

Una historia con poca imaginación y sin salsa

Los personajes de Need for Speed Unbound no tienen personalidad y no encajan con el ambiente de las carreras callejeras.

Aún a día de hoy me cuesta comprender por qué es necesario ofrecer una historia con cierta profundidad en un juego de coches, especialmente si se trata de carreras callejeras como las que se desarrollan en Need for Speed Unbound. Y lo que ocurre a nivel argumental en esta entrega no para de ratificar mi opinión. En esta ocasión nos ponemos en la piel de un personaje que se inica en el mundo de las carreras clandestinas, comenzando a generar rivalidades y buscando una venganza contra quien ha traicionado su confianza. Para ello, ha de ser el más rápido en sesiones de eliminación para conseguir enfrentarse a su gran rival.

Sin duda, un argumento con muy poca imaginación y que cae en todos los clichés de este tipo de propuestas. No obstante, parece que quien ha desarrollado los diálogos y los sucesos de la historia no tiene muy claro el tipo de jerga que se utiliza en estos ámbitos y el comportamiento de estas personas a las que no les importa arriesgar sus vidas por un poco de adrenalina y competición. En pocas palabras: todo lo que ocurre en Lakeshore City resulta insignificante y aburrido, con lo que es difícil conectar con una historia en la que los personajes no callan a través de llamadas telefónicas y en las que se incluyen detalles que no aportan nada, como ciertas corrupciones políticas y dramas de una ciudad que nunca entra en juego.

Sencillamente, la historia no funciona como el elemento principal de la propuesta, ya que el peso del gameplay recae en estos sucesos y, en ocasiones, lastra demasiado la progresión del juego. Electronic Arts ha intentado incluir un buen argumento, sin éxito, en algunas de sus grandes licencias, por lo que se han vuelto a cometer errores en función de garantizar una experiencia atractiva que termina por no serlo.

El mundo abierto no funciona si constantemente recorres la misma senda

Hay multitud de eventos que se pueden disfrutar en el mundo abierto diurno y nocturno de Need for Speed Unbound.

Y hay que tener en cuenta que la construcción de su mundo abierto supera con creces a lo visto en Heat, ya que hay muchas más actividades y vida en la ciudad de Lakeshore City. De este modo, es fácil entretenerse buscando carteles por la ciudad, rompiendo osos, realizando pruebas de velocidad, de derrape o controles de radar, entre otras muchas cosas. No obstante, la construcción del sistema de progresión es el gran error que se ha cometido en Need for Speed Unbound, ya que no para de poner trabas a la libertad del jugador para hacer aquello que desee.

Esto se debe, de nuevo, a la inclusión de la historia y su influencia en todo lo que acontece. El título se divide en semanas, por lo que cada vez que el jugador visita el garaje se pasa del día a la noche o viceversa. Con ello, se desbloquean diferentes eventos exclusivos de ese momento del día, dependiendo del nivel que tenga tu coche en función de las piezas y mejoras que le hayas instalado. El gran problema de esto es que el dinero que ganas en ese tiempo está en peligro por las persecuciones policiales, algo de lo que hablaré más tarde, y condiciona en exceso la libertad que tienes para seguir realizando actividades y reuniendo dinero para mejorar el coche o participar en eventos.

La repetición constante de eventos es una de las grandes piedras en el camino para el sistema de progresión.

Con ello, una vez se alcanza el día del evento principal, toca repetir el anterior si no has sido capaz de reunir el dinero necesario o si tu coche no tiene la capacidad de competir para pasar al siguiente arco de historia. Y sabes lo que eso significa, ¿verdad? Que tienes que estar repetiendo las mismas carreras callejeras, escuchar los mismo diálogos insulsos y enfrentarte al mismo recorrido una y otra vez hasta que consigas reunir el dinero suficiente o mejorar el coche para superar el evento. Un desastre para el sistema de progresión, vaya.

Y todo ello teniendo en cuenta que los eventos son lo más divertido del juego, ya que los circuitos urbanos están muy bien construidos para garantizar la diversión y aportar variedad en la conducción. Tal vez algunos de los acontecimientos sea de menor calidad que otros, como la necesidad de ser taxista de otros malhechores para trasladarlos a otro lugar de la ciudad, pero al menos aportan una buena suma de dinero que te invita a cumplirlos. No habría venido mal algo más de originalidad en estos eventos, ya que con el paso de las horas terminan siendo muy similares los unos a los otros, pero cumple con las dosis de frenetismo y diversión que se espera en un videojuego de este calibre.

Persecuciones policiales agotadoras y sin mucho sentido

La policía es un absoluto incordio en Need for Speed Unbound.

Por otro lado, la introducción de la policía como un elemento más de la aventura está justificada. Formamos parte de una reunión clandestina de personas que se dedican a realizar carreras ilegales, por lo que es totalmente entendible que nos tengan fichados. Sin embargo, son tan frecuentes que cortan por completo el progreso en la jornada, ya que cada 5-10 minutos es fácil verse envuelto en una persecución de la que hay que escapar para conservar todo el dinero que se ha reunido con un arduo esfuerzo. Si te pillas o destrozas el coche en la persecución, ya puedes decirle adiós.

Esto radica en que en muchas ocasiones se prefiera acudir al garaje o a un piso franco para guardar el dinero en el fondo y así no perderlo, lo que provoca que los días sean más cortos de lo que podrían ser y, en cosecuencia, que se limite el avance de cara al evento principal. De hecho, si realizas muchas actividades en la misma jornada, el nivel de alera policia aumenta significativamente, con lo que el riesgo de perder el dinero es mucho mayor y las persecuciones son más frecuentes y agresivas. Conclusión: no conviene avanzar más allá si no quieres perder todo el progreso que has conseguido en las horas anteriores.

No cabe duda de que es un buen modo de mantener la tensión ante todo lo que acontece en Lakeshore City, pero del mismo modo rompe por completo el dinamismo de un juego que cuenta con ingredientes suficientes para entretener con su mundo abierto y con todos los eventos que dispone, pero que se pierden en esa necesidad por ahorrar pasta y acudir al garaje para mantenerla a buen recaudo, con lo que los días pasan mucho más rápido de lo que deberían y te ves en la encrucijada de tener que estar repetiendo lo mismo en diversas ocasiones, un proceso tedioso y aburrido que no beneficia en nada a la progresión del título.

Un estilo artístico incomprensible con la personalidad del juego

La estética anime de los personajes desentona con el realismo de los coches y la ciudad.

Vamos con uno de los aspectos más controvertidos del juego y con lo que terminaré este análisis: el estilo artístico de Need for Speed Unbound. No termino de entender muy bien la decisión de incluir una estética que coquetea con lo anime, con efectos de derrape coloridos y totalmente personalizables, con un entorno realista como se ve en la ciudad, en sus entornos e incluso en el uso del raytracing. Una mezcla que choca en un inicio y a la que no he conseguido acostumbrarme con el paso de las horas, aunque puedo entender los motivos que han llevado a Criterion a apostar por ella.

Y es que Lakeshore City es un lugar poco apetecible en términos de belleza visual. Se trata de una ciudad plana, algo gris y que no aportan nada de vida a nivel de espectacularidad. La nueva generación de consolas no se vislumbra a través de Need for Speed Unbound, que se conforma con ofrecer un mundo abierto en un emplazamiento de lo más soso e intentar paliar esta decisión creativa con luces de neón que ni siquiera consiguen desviar la atención, tan solo acrecentar ese sentimiento de desconcierto ante las decisiones que ha ido tomando el equipo artístico.

Los efectos de derrape del coche son coloridos y personalizables, algo que tampoco encaja con la dinámica del juego.

Al menos no hay nada que reprocharle en su rendimiento, que se mueve a 4K y 60fps en Xbox Series X sin despeinarse, aportando una fluidez magnífica en la conducción y sin un solo incoveniente en todas las horas que he disfrutado de su gameplay. Cabe resaltar que me he encontrado con algún que otro bug sospechoso que ha mandado mi coche al mar sin que la colisión invitara a ello, pero nada que escape a lo habitual en un juego de mundo abierto y, especialmente, de conducción. Muy sólido en todas sus vertientes a nivel técnico.

Para finalizar, entrando en el terreno sonoro, también me he encontrado con luces y sombras. La banda sonora es bastante pobre, ya que la selección de temas no agradará a todos los jugadores y no hay un sistema de emisoras de radio que permita ir cambiando los temas a medida que se realizan diferentes actividades en el mundo abierto; de hecho, solo se reproducen en eventos principales, con lo que al final siempre estás escuchando los mismos temas de artistas como Rosalía, IDK, Charli XCX, Tommy Cash o A$AP, entre otros. El doblaje al español, por su parte, también deja bastante que desear con voces irregulares, con una entonación deficiente y que no encaja en absoluto con el ambiente de las carreras callejeras que se emplazan en Need for Speed Unbound.

Valoración final de Need for Speed Unbound

Así pues, Need for Speed Unbound es un juego sin sal y con un poco de pimienta. El mundo abierto funciona hasta que te encuentras con sus constantes limitaciones a la hora de dejarte la libertad necesaria para hacer todo aquello que quieras y realizar un sinfín de actividades y eventos sin ser perseguidos por una cansina policía que te obligue a avanzar en el calendario y reunir una cantidad de dinero inferior a la que te gustaría. Por otro lado, su estética anime mezclada con el realismo no encaja en absoluto y menos teniendo en cuenta ese ambiente gamberro en el que se centra una historia insulsa y sin demasiado interés.

Al menos cumple en lo principal de un juego de coches: es divertido y desafiantes gracias a su estilo de conducción y las diferentes propuestas consgiuen aportar una variedad suficiente para que en todo momento tengas algo que hacer y no aburrirte. Si eres lo suficientemente hábil para no repetir ninguno de los días en función de los eventos principales de la historia, podrás disfrutar de unas 15 horas de lo más entretenidas y sin explorar algunos de los elementos más negativos que definen al juego, aunque su exigencia no te lo pondrá fácil para tener ese camino tan placentero.