Análisis de Nobody Wants to Die - Excelso en lo artístico, pero poco más que cumplidor en lo jugable
Analizamos Nobody Wants to Die, un juego de detectives que destaca por su estilo artístico retro-futurista

El que me conozca sabrá que soy muy abierto en cuanto a videojuegos. Mi predilección por los juegos de rol de más de 50 horas es clara, pero puedo disfrutar de prácticamente cualquier tipo de entrega, abarcando un amplio abanico de géneros. Aun así, claramente tengo mis predilecciones, y quizá los juegos de detectives estén entre las posiciones más altas de la lista, especialmente luego de que hace unos años jugara L.A. Noire, el título de Rockstar Games. Aun así, no puedo decir que Nobody Wants to Die me atrajera por esta faceta suya, sino que más bien lo hizo por un estilo artístico que me cautivó a primera vista.
Ya me he adentrado en su distopía ultracapitalista al estilo de la ciencia ficción clásica, y gracias a ello he podido desentrañar todo lo que tiene para ofrecer esta aventura corta pero intensa. A continuación te contaré todo lo que necesitas saber, y por supuesto te daré mi opinión sobre este título, aunque ya te adelanto que tengo el corazón algo dividido.
+ Pros
- Una narrativa ambiental que se lleva todos los aplausos.
- El diseño de escenarios que cumple a la perfección.
- Artísticamente es casi inigualable.
- La banda sonora nos sitúa de manera magistral.
- El doblaje al inglés cumple a la perfección, regalándonos momentos de brillantez.
- Contras
- El guion no consigue estar a la altura de los demás apartados.
- Jugablemente se termina quedando atrás, con un esquema demasiado simple.
- A pesar de su corta duración, puede llegar a hacerse algo repetitivo en lo jugable.

- Nobody Wants to Die: precio, plataformas y dónde comprar
- Un futuro que no querríamos vivir
- Valoración final de Nobody Wants to Die
Nobody Wants to Die: precio, plataformas y dónde comprar
Nobody Wants to Die | |
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Plataforma | PS5, Xbox Series y PC |
Plataforma analizada | PS5 |
Fecha de lanzamiento | 16 de julio de 2024 |
Desarrollador | Critical Hit Games |
Género | Detectives |
Idioma | Textos en español y voces en inglés |
Nobody Wants to Die es una aventura de detectives situada en un futuro lejano, o más concretamente en una distopía retro-futurista que ha sido devorada por los males del ideal económico actual, ofreciendo una cara del futuro que pocos querríamos ver. Se lanzó el 16 de julio de 2024, recibiendo únicamente versiones para PS5, Xbox Series y PC, plataformas dónde puede mostrar todo su poderío técnico. Ha sido desarrollado por Critical Hit Games, estudio debutante, y cuenta con traducción de textos al español, aunque las voces solo se encuentran disponibles en inglés.
Un futuro que no querríamos vivir
El futuro es un tema complicado. Muchos seguimos fantaseando por un momento en el que el ser humano pueda conquistar el espacio, o incluso en el que sea común ver coches volando por los cielos de las grandes ciudades. Por desgracia, esto es quizá la forma más clara de utopía. Solo vemos lo bueno del progreso, todo aquello que nos puede hacer la vida más fácil o más divertida, pero no todas las consecuencias que puede traer.
Muchas películas, series y videojuegos se han encargado, a lo largo de los años, de ponernos los pies en la Tierra, mostrándonos no ya una versión más realista y con aristas, sino su contraparte: una distopía. Desde Blade Runner hasta Cyberpunk 2077, hay casos por doquier, y Nobody Wants to Die se une a esta lista, como un juego que -como ya hablaremos- se destaca en su ambientación y narrativa ambiental, pero que deja de lado un poco sus mecánicas jugables, siendo este su mayor pecado.
Viajando a un futuro poco esperanzador
Nos situamos en un momento muy lejano en nuestro futuro, y nos ponemos en la piel de un detective en declive, el cual acaba de tener un accidente en su trabajo el cual le ha costado el poder desempeñarlo. Esta descripción no es extraña, no solo porque podría ocurrir en tiempos recientes, sino porque es algo que hemos podido ver en otras muchas obras de detectives, pero el punto interesante llega cuando nos enteramos de que vivimos en una sociedad en la que la muerte es cosa del pasado. ¿Suena bien no? Pues la verdad es que no todo es de color de rosas.
El cuerpo humano se ha convertido en un bien de consumo, especialmente porque precisamente la forma de ser inmortal es implantando tu cerebro en otro cuerpo. Parece una solución algo desagradable, pero que podría ser interesante, pero esto es hasta que recuerdas que seguimos viviendo en una sociedad capitalista, y los poderosos se aprovechan de su posición. No solo el gobierno inunda las calles con propaganda que obligan a "mantener el cuerpo sano" para así poder venderlo a mejor precio y que sea usado por otras personas, sino que nos encontramos con el clásico pisoteo a las clases desfavorecidas, ahora usando como arma de ataque su propia vida.
Todo esto es simplemente el marco sobre el que nos situamos, y es que la cantidad de subtramas que se nos abre ante nosotros en los primeros minutos es incluso demencial. Un asesinato sin resolver, que lleva a una serie de acontecimientos de lo más inesperados, mientras nuestro protagonista lidia con el rechazo que su nuevo cuerpo le produce.

Los escenarios de Nobody Wants to Die hablan por si solos.
Aun con todo esto no puedo decir que la historia sea realmente sorprendente. Trata temas muy importantes, y claramente la narrativa ambiental de Nobody Wants to Die está a la altura de los grandes del género, pero se queda atrás en cuanto a guion. Algunos personajes pueden sentirse un tanto insulsos, y resulta muy difícil empatizar con ellos, llegando al punto en el que pueden terminar siendo simples molestias. Esto no quiere decir que su narrativa como tal sea mala, e incluso se guarda varios giros de guion interesantes, pero la verdad es que termina palideciendo en comparación con su narrativa ambiental, no sacando todo el jugo que podría llegar a sacar de la misma.
A pesar de esto, lo que sí me ha gustado de Nobody Wants to Die es el sistema de elecciones. En ciertos momentos podremos hacer ciertas elecciones, que en muchos casos simplemente nos permitirán avanzar, pero que en otros realmente dejan entrever que la historia ha cambiado de forma clara gracias a tu elección. Esto empieza a ser más palpable a partir de cierto punto de la trama, y la verdad es que da gusto ver cómo tus elecciones tienen al menos algo de importancia.

La narrativa se guarda varios trucos, pero no termina de convencer del todo.
Se queda atrás en lo jugable
El tema de la narrativa es algo que realmente va por gustos, y puedo reconocerlo, pero la verdad es que creo que el gameplay se queda totalmente atrás del resto de apartados, y me resultaría muy difícil verlo de otra manera. No estamos ante un juego de detectives que se traduce en una aventura gráfica, sino que más bien nos encontramos con un juego en primera persona en el que tendremos que encontrar pistas en un escenario. El problema llega cuando te adentras en la primera de estas secciones, sintiéndose limitada desde el principio. Me hubiera gustado hacer mis propias pesquisas y poder explorar el escenario con totalmente libertad encontrando mis pistas, pero la verdad es que se termina sintiendo como una experiencia extremadamente guiada. Podemos explorar el escenario, pero en cuanto andamos dos pasos el juego hace aparecer un icono en el lugar donde se encuentra nuestra próxima línea de investigación.
Además, la realidad es que aunque nos centremos en los elementos que tenemos de investigación se sigue quedando atrás. Quizá la herramienta más importante con la que contamos es una que permite retroceder en el tiempo, pero todo se reduce a un tres minijuegos muy particulares, pero también muy sencillos: pulsar los gatillos en el orden estipulado, hacer avanzar o retroceder en el tiempo hasta el momento indicado, y adentrarnos en una burbuja para encontrar una pista, que en esta ocasión si nos obliga a estar más atentos. La primera vez esto no está mal, especialmente por lo novedosa en concepción que resulta esta herramienta, pero termina haciéndose algo repetitivo. Asimismo, también tendremos un artilugio que nos permite encontrar rastros de sangre y un aparato de rayos x portátil que puede hacer mucho más que su contraparte en la vida real.

Para llegar a una idea clara sobre los casos tendremos que entretejer una red de pistas.
Sí, cada sección del juego es completamente diferente (aunque estén relacionadas), pero también en gran parte de ellas tenemos que hacer uso de estas herramientas en bucle, lo que hace que la experiencia sea un tanto repetitiva. Alguna vez tendremos que poner de nuestra parte, pero la verdad podemos decir que en lo jugable es andar hacia delante.
Además de todo esto, nos encontraremos con el momento de unir las pistas que encontraremos en los escenarios, lo cual se traduce en una especie de puzle sobre un tablero, que en este caso si que resulta bastante interesante. Se puede hacer al azar, no hay que lo impida, pero resulta muy satisfactorio unir las pistas de la manera correcta, terminando en una resolución satisfactoria para el caso.
Por otra parte me gustaría recalcar que no todo en el gameplay es decepcionante ni mucho menos. Es una experiencia que busca ser guiada y que no pone su gran foco en los aspectos jugables, razón por la que no hay que darle tanta importancia a los mismos. Además, su corta duración logra que sus claras carencias se puedan dejar de lado, centrándonos especialmente en una ambientación que logra hacer que cualquiera se distraiga. Por supuesto tenía que comentar estos problemas, pero no dejes que los mismos te distraigan. Esto lleva a que podamos decir que Nobody Wants to Die es "poco más que cumplidor" en el aspecto jugable, aunque realmente esperaba más de una propuesta tan destacable en otros aspectos.

Durante la mayor parte del juego tendremos que hacer uso de diversas herramientas retro-futuristas.
Realmente excelso en lo artístico
Ya he hablado del tema de la narrativa ambiental, siendo este probablemente su mayor punto a favor, pero esto no sería posible si no contara con un estilo artístico sin igual, y claro, este es el caso de Nobody Wants to Die. Desde que le damos al botón de "Nueva partida" nos encontramos con un estilo retro-futurista que sorprende, con un estilo que puede recordar a películas como Blade Runner, incluyendo neones extravagantes, coches voladores y ciudades enormes, pero todo ello con tecnología más que futurista, pero que parece construida con materiales añejos.
Todo esto, unido con la ya mencionada excelente narrativa ambiental, termina constituyendo uno de los juegos más vistosos en cuanto a sus escenarios que me he podido encontrar en este género. Además, esto no aplica a escenarios exteriores, como las ciudades abiertas o similares, sino que también podemos constatarlo en interiores, y por supuesto en las escenas del crimen. Por poner un ejemplo, el segundo escenario del crimen que nos encontramos en esta aventura me recordó de forma muy curiosidad a una zona de la Rapture que vemos en el primer Bioshock.
Por supuesto, esto va acompañado por una banda sonora que cumple a las mil maravillas, especialmente si nos centramos en el apartado retro del estilo artístico. No soy experto en música ni mucho menos, pero las vibras que da recuerda inmediatamente a los años 60/70 en los Estados Unidos, lo que cuadra perfectamente con el estilo artístico elegido para esta aventura.
Asimismo, y aunque tengo mis problemas con los personajes principales, no cabe duda de que el doblaje en inglés es más que correcto. No son las mejores actuaciones que me he encontrado, pero teniendo en cuenta las características de este juego cumplen a la perfección, regalando incluso momentos en los que alcanza la grandeza.

Graficamente consigue sorprende prácticamente a cada paso que da.
Valoración final de Nobody Wants to Die
Nobody Wants to Die no es un juego perfecto. Ya he señalado mi opinión sobre un guion que no siempre es consistente y un apartado jugable que se vuelve monótono a pesar de la corta duración del juego, pero es que en todo lo demás resulta impecable. Quizá su narrativa ambiental sinigual, y un estilo artístico que friega el suelo con el que vemos en muchos de los grandes AAA sean sus mayores bazas, pero también es destacable el diseño de escenarios, la banda sonora y un doblaje al inglés más que competente.
Todo esto no construye uno de los mejores juegos de la historia, porque es difícil ponerle esa etiqueta, pero si que ofrece uno de los mejores juegos de detectives de los últimos tiempos, y especialmente uno de los mejores juegos con ambientación retro-futurista que he jugado nunca.