Análisis de PS5 Pro - Una nueva dimensión para PlayStation con potencia y rendimiento
PS5 Pro es una consola que apuesta por la potencia y las cualidades de rendimiento que faltaban en el modelo base de la máquina

PS5 Pro lleva unas semanas en el mercado, pero he querido tomarme mi tiempo para poder analizar una de las consolas más interesantes que ha llegado a la industria del videojuego hasta la fecha. La generación actual es una de las más atípicas que he experimentado como jugador y profesional del sector, ya que la falta de grandes exclusivos en los catálogos de las consolas llamadas a revolucionar los videojuegos han lastrado el recorrido tras un inicio marcado por las dudas con la falta de suplementos y los problemas de la pandemia en los desarrollos. Sin embargo, no era lo único que definía una generación que hacía aguas con el paso de los meses.
La toma de decisiones ha sido una constante a lo largo de estos cuatro años. Las capacidades de las consolas se diluían entre opciones gráficas con las que abrumar a los usuarios y obligarles a prescindir de algo. ¿Quieres la máxima calidad gráfica que puede ofrecer un juego? Perfecto, tendrás que hacerlo a 30fps, especialmente si quieres sacarle el partido a tecnologías como el raytracing. ¿Que quieres apostar por el rendimiento más fluido y jugar a 60fps? Pues será mejor que te olvides de las grandes cualidades gráficas. Por suerte, PS5 Pro llega para eliminar todos estos dilemas y, de una vez por todas, permitir jugar a 60fps sin grandes limitaciones gráficas. Una nueva dimensión en la experiencia de juego pero, por suerte, no es lo único positivo que propone.
Primeras sensaciones con PS5 Pro y especificaciones técnicas
Uno de los aspectos que más destaca de PS5 Pro es su tamaño. Sorprende que una consola con mayor potencia y una arquitectura más compleja sea más liviana que el modelo base. Y no es solo por la ausencia del lector de discos o de la peana, dos de los aspectos más criticados de la llegada de esta consola, sino porque es significativamente más pequeña. Teniendo en cuenta lo que suponía PS4 Pro respecto al modelo base, con un piso más de la pirámide, esto es un paso adelante, especialmente para los fabricantes de muebles que habían encontrado en PS5 un reto de ingeniería. Estas son las características principales de la consolas de mitad de generación de Sony:
- Tamaño - 388 x 89 x 216 mm
- Peso - 3,1 kilos
- CPU - AMD Ryzen Zen2 personalizado 8 núcleos, 16 hilos
- GPU - AMD Radeon RDNA 2 personalizada de hasta 16,7 TFLOPs
- RAM - 16 GB GDDR6 con 2 GB DDR5
- Almacenamiento - Unidad SSD personalizada de 2 TB
- Sonido - Tecnología de audio 3D Tempest
- Conectividad - 1 HDMI 2.1, 2 USB-A (SuperSpeed, 10 Gbps), 1 USB-C (Hi-Speed), 1 USB-C (SuperSpeed, 10 Gbps), M.2 para amplicación de almacenamiento y puerto Ethernet
- Conectividad inalámbrica - WiFi 7 y Bluetooth 5.1

En cuanto al diseño, PS5 Pro es más estilizada, destacando las tres bandas negras que cruzan el cuerpo de la consola y que se han convertido en la seña de identidad desde el lanzamiento de PS5 Slim, que solo cuenta con una, lo que hace fácil diferenciarlas. En cuanto a las conexiones, PS5 Pro elimina el puerto USB-A frontal para sustituirlo por otro USB-C, haciendo más cómoda su integración. A pesar de que es cierto que la ausencia del lector de discos aporta un diseño mucho más estilizado, aquellos que quieran la experiencia completa con la consola deben pasar por caja nuevamente, lo que es un contratiempo difícil de comprender teniendo en cuenta el precio prémium de la máquina, por lo que son decisiones que pueden restarle atractivo a aquellos que quieran dar el salto. Sin embargo, en términos de arquitectura, Sony ha hecho un buen trabajo con el aspecto de la consola, mucho más ligero y menos aparatoso que el modelo lanzado en 2020.
El rendimiento de PS5 Pro, el verdadero motivo por el que lanzarse a su compra

Las cifras son lo que realmente definen sobre el papel la gran mejora que presenta PS5 Pro respecto al modelo anterior, pero no es en lo que quiero centrarme en este análisis para no marear con parámetros para los que la mayoría carecen de importancia. De poco sirve hablar de los 16,7 TFLOPs respecto a los 10,28 TFLOPs de la primera PS5 o del 45% de renderizado más rápido con el que cuenta PS5 Pro si eso no se traduce en la experiencia de uso de la consola que, a fin de cuentas, es lo verdaderamente importante. ¿Qué significan todos estos números más amplios para la consola de mitad de generación? Pues que estamos ante una auténtica bestia que mejora la experiencia de juego, tanto a nivel visual como en rendimiento.
PS5 Pro viene acompañada de una tecnología que Sony define como PlayStation Spectral Super Resolution (PSSR), un sistema de reescalado y suavizado de texturas que hace uso de la inteligencia artificial para ofrecer un resultado más óptimo en los juegos que se reproducen en la consola. Este es el verdadero caballo ganador de PS5 Pro y lo que la convierte en una consola realmente interesante, porque viendo lo que es capaz de hacer con algunos de los juegos existentes en el mercado, no puedo parar de pensar en lo que se trraducirá con aquellos que generen una tecnología dedicada de manera directa a la consola. Esta nueva capacidad es muy similar a la que ha ofrecido el mercado de PC con otras tecnologías como el AMD FSR o al DLSS de NVIDIA y apunta a que Sony ha hecho muy bien su trabajo en este sentido, ya que los resultados son bastante prometedores y se acercan -e incluso superan en algunos casos- a lo visto hasta el momento en el sector.
Antes de entrar en material con el rendimiento del PSSR, ¿supone esto una mayor exigencia para la consola? Pues lo cierto es que en las sesiones de juego que he experimentado durante estos días no he tenido ningún signo de exigencia extrema. De hecho, la consola no hace apenas ruido y su calentamiento es bastante aceptable, muy inferior al del modelo base. Por lo tanto, su sistema de refrigeración es mucho más eficiente, con lo que parece preparada para aguantar lo que le echen de aquí al final de generación, aunque es pronto para hablar de eso.

Vamos con la experiencia jugable y lo que permite el PSSR. Uno de los juegos con los que tenía una mayor curiosidad era Final Fantasy VII Rebirth. Principalmente porque en la primera experiencia de juego tuve que desactivar el modo rendimiento, ya que resulta una auténtica tortura. Para mi sorpresa, PS5 Pro permite disfrutar de la aventura de Square Enix con 60fps muy fluidos y unas sensaciones muy cercanas al 4K nativo, producto del efecto del PSSR. Desde luego, es un trabajo que hya que alabar, porque el salto es realmente significativo y tiene tanta influencia en la jugabilidad que sí que puede ser un motivo de peso para dar el salto a esta versión de la consola.
Los siguientes juegos con los que quise saciar mi curiosidad fueron Marvel's Spider-Man 2 y Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte. Insomniac Games es de los estudios de Sony que mejor partido le ha sacado a la tecnología raytracing pero, como ocurría hasta ahora, había que tomar decisiones para disfrutarla. El segundo caso es el más llamativo, ya que cuenta con dos nuevos modos gráficos que le sacan más partido al título aun si cabe. El primero es el denominado Rendimiento Pro, que permite disfrutar del modo fidelidad de la consola base, pero a 60fps, lo que ya supone un gran avance gracias al uso de PSSR. No obstante, la verdadera virguería está en el modo Fidelidad Pro, que saca todo el potencial del raytracing. Este modo está limitado a 30fps, pero con televisores que dispongan de la tecnología VRR puede alcanzar los 50fps estables, acercándose a esa experiencia de disfrutar del trazado de rayos en su máximo esplendor sin prescindir de la fluidez en la partida. Los resultados en este sentido son espectaculares a nivel visual, aunque necesitas haber hecho un desembolso previo en un televisor con estas características.

Hay otros juegos que también ofrecen una experiencia óptima como Horizon: Forbidden West, God of War: Ragnarok, The Last of Us Parte I y otros juegos de terceros que también se han actualizado como Alan Wake II, Hogwarts Legacy o No Man's Sky. Otros, sin embargo, como es el caso de Silent Hill 2 cuentan con serios problemas tras su adaptación a PS5 Pro, por lo que necesitan un nuevo parche para que su funcionamiento pueda mejorar al de la PS5 base. No obstante, los resultados generales que he experimentado con la nueva consola de Sony son tremendamente positivos, por lo que su tecnología es muy prometedora.
¿Y qué ocurre con aquellos juegos que no han recibido una actualización dedicada a PS5 Pro?

PS5 Pro hace auténticas maravillas con los juegos que se han adaptado de manera directa a la consola, pero, ¿qué ocurre con aquellos cientos de títulos que no han recibido una actualización a este respecto? Como es lógico, la consola no hace milagros en este sentido, pero sí que cuenta con una mejora automática para prácticamente todo su catálogo. En este sentido, se advierte una mejora en las texturas generales e incluso se añade una opción dedicada para los juegos de PS4 de modo que se pueda mejorar su calidad visual. Por si te lo estás preguntando, sí, inicié Bloodborne en PS5 Pro para ver si se valía de las bondades del VRR y aumentaba su tasa de frames, pero no hubo suerte. Incluso con PS5 Pro, jugar a Bloodborne en 60fps sigue siendo una quimera. La mejora es notable en la gran mayoría de juegos, pero será mejor que no esperes locuras en este sentido.
Valoración final de PS5 Pro

Vamos con la pregunta del millón: ¿merece la pena comprar una PS5 Pro? Evidentemente esto tiene muchas connotaciones y depende de la capacidad económica de cada uno y de las sensaciones que se quieran experimentar en el juego. Sin embargo, el salto de calidad de la consola de mitad de generación frente a su antecesora es más que notable, por lo que sí es capaz de ofrecer una nueva dimensión de juego como nunca antes se había visto en el sector de las consolas de sobremesa. PS5 Pro tiene un precio alto, sí, pero también ofrece opciones que son literalmente imposibles en le modelo base de la máquina, de modo que ofrece sensaciones únicas y mejoras que se llevaban pidiendo desde el inicio de la generación.
PS5 Pro es una consola muy interesante con su llegada al mercado y realmente prometedora con lo que puede llegar a hacer en el futuro. El cambio de juego que he experimentado con Final Fantasy VII Rebirth es demencial y eso se puede traducir a otros grandes títulos que estén por llegar en 2025 y años posteriores. Poder disfrutar de lo nuevo de Naughty Dog con estas prestaciones puede ser un auténtico regalo, por lo que solo cabe esperar para saber de qué es capaz la que, hasta ahora, es la consola más potente de la historia. Desde luego, la llegada de GTA VI se presenta como un momento imprescindible para definir si la experiencia con PS5 Pro es tan salvaje como apunta en este inicio y si el título de Rockstar ofrece mejores resultados en la máquina.
Durante esta sesión de análisis he tenido que pasar una y otra vez de PS5 Pro a la PS5 base y he de confesar que cada vez que volvía a conectar la consola de 2020 se me dibujaba una mueca en la cara. Acostumbrarse a lo nuevo que ofrece PS5 Pro es caviar, por lo que es capaz de hacer ese clic similar al de acostumbrarse a los 60fps y volver a los 30, lo que puede resultar una tortura. Creo que esa es la muestra más significativa de aquello que ofrece PS5 Pro, pero entiendo que no es una consola para todos los públicos, ya que no todo el mundo valora estas mejoras a nivel técnico y no quiere realizar un desembolso de 800 euros para una consola a la que le quedarán 3 ó 4 años de vida en solitario antes de que aterrice la siguiente generación. Es una decisión difícil, pero de tomarla, no hay muchos argumentos para arrepentirse, porque PS5 Pro es un consolón.
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