Análisis de Saints Row - Sé tu propio jefe (criminal)

Saints Row ha sido una saga que buscaba aprovechar el boom generado por Grand Theft Auto tras la generación de PS2. En su primera entrega, exclusiva para Xbox 360, se sentaron unas bases en las que se mezclaban los conceptos de las guerras de bandas en una trama bastante seria que recibía una pizca de locura y desenfreno de vez en cuando, una mezcla que llegó a la perfección en Saints Row 2 y que en la tercera entrega ya se empezó a viciar, con una cuarta parte que poco o nada tenía que ver con los primeros juegos de la saga a nivel jugable y de planteamiento.

Tras las críticas de los fans y el batacazo de Agents of Mayhem, Volition decidió retomar Saints Row, pero esta vez intentando volver a las raíces de la saga. Saints Row es el resultado de este backtracking en la marca, un reboot que toma las bases de las primeras entregas y busca ofrecer una nueva experiencia en un lugar bien diferente de Stilwater como es Santo Ileso. ¿Ha conseguido su propósito? Os lo contamos todo sobre el juego en nuestro análisis de Saints Row.

Saints Row nos pone en la piel de "Boss", nuestro personaje completamente customizable y que desde el inicio del juego nos tendrá un buen rato definiendo su apariencia y estilo, pudiendo seleccionar cualquier tipo de parte del cuerpo para hacerla a nuestro gusto, incluso las diferentes voces del personaje, sus genitales y demás.

Aun así, los compases iniciales de Saints Row nos presentan unos acontecimientos del futuro, donde nos encontraremos algo perdidos y nos veremos forzados a volver unos meses antes mediante un flashback que representa gran parte del juego. Será entonces cuando empezaremos a conocer de verdad a los miembros de nuestra pandilla. Por un lado estamos nosotros, el Jefe, un zumbado obsesionado con matar y al que nada le sale bien, que ahora trabaja para la empresa de seguridad privada Marshall; Neenah, una experta en coches que trabaja para los Panteros; Kevin, un experto en redes que forma parte de los Idols y Eli, una mente maestra del negocio.

Saints Row: toda la información

¿Cansado de ser un pringado? Sé tu propio jefe

Este grupo de amigos intenta sobrevivir en Santo Ileso ganando dinero de donde sea, mayormente mediante actividades criminales, así que el hecho de pertenecer a varias organizaciones no acaba ayudando cuando todas se acaban peleando entre sí. A nuestro personaje le echan de su trabajo y nuestros amigos se acaban enemistando con las bandas a las que pertenecen, así que el grupo llega a una conclusión: formar su propio imperio criminal.

Con claros homenajes a las primeras entregas de la saga, este grupo de amigos acaba formando los Saints, un imperio que más bajo no podría empezar, así que se tienen que poner manos a la obra y ganarse las calles. La forma de conquistar la ciudad será mediante un progreso paralelo a la historia principal y que consiste en poner negocios cuestionables en solares abandonados. Cada uno de esos negocios representa una trama secundaria nueva y con una jugabilidad propia. Por ejemplo, uno de esos negocios será el mítico minijuego de fraude al seguro, en otro deberemos probar equipo experimental, en otro robaremos coches, limpiaremos escenas del crimen, entre otros. Aunque nuestro favorito consiste en un juego de rol en vivo con referencias a Dune, Mad Max y juegos de rol.

Cada uno de estos negocios contará con un número de misiones específicas y a medida que las completemos veremos como los ingresos aumentan. Para ingresar todavía más por cada negocio también podemos acabar con amenazas de otras bandas y la policía que lo rodean. Todo esto hace que seguir esta subtrama sea necesario si queremos obtener buenos ingresos en el juego, así como avanzar en puntos claves de la trama, ya que para llegar al final de la historia necesitamos tener nuestro imperio extendido por Santo Ileso.

En cuanto a la historia principal, se complementará con la creación de nuestro imperio, ya que las misiones consistirán en acabar de cortar los lazos que unen a nuestros amigos con sus antiguas bandas, reclutar personajes clave u obtener todavía más dinero para dar un empujón a nuestro imperio. La mayoría de misiones se resuelven con tiroteos a lo largo y ancho de la ciudad, pero también hay momentos seña de identidad de la saga plagados de humor absurdo o de formas de resolver situaciones que se resumen en armas más grandes y explosiones todavía mayores. La brutalidad y espectacularidad de la saga sigue presente en este sentido, con un personaje principal verdaderamente garrulo y completamente ido que nos hará reír en todo momento. En ese sentido, las misiones más excéntricas de Saints Row The Third o Saints Row IV no se verán en esta entrega, también se ha rebajado el tono sexual, recordando más a las dos primeras entregas de la saga en la forma de afrontar el humor.

Dicha campaña resulta entretenida y tampoco se hace demasiado pesada, ya que nos llevará unas 15-20 horas completar la trama principal. Pese a haber misiones menos inspiradas que otras, la mayoría se hacen entretenidas y nos plantan una vorágine de tiros y explosiones en todo momento. La mayor forma de afrontarla será intercalando con la subtrama del imperio criminal y completando las misiones de cada negocio, ya que aportan todavía más variedad de trama, mecánicas y situaciones, siendo nuestras favoritas las del rol en vivo y fraude al seguro.

Tiros y conducción

El gameplay de Saints Row es igual de simple que el funcionamiento de una rueda y no por eso implica que sea malo. La mayoría del rato estaremos conduciendo o disparando (o haciendo ambas a la vez) y la verdad es que los controles se sienten bien, con un arsenal de armas personalizable y que reacciona de forma diferente. Como es costumbre en el juego, el arsenal nos recordará a las dos primeras entregas de la saga, con alguna que otra arma más absurda, pero lejos de las últimas entregas de Saints Row. Por si fuese poco, se podrán personalizar hasta el último detalle, mejorando también sus atributos y desbloqueando -mediante desafíos- habilidades definitivas. Lo mismo se puede decir de los vehículos. Cada vehículo de Saints Row se puede personalizar y desbloquear sus habilidades definitivas. Contaremos con vehículos terrestres, acuáticos y de aire, así que podremos ir por Santo Ileso como nos dé la gana.

Siguiendo con el gameplay, además de la utilización de las armas tendremos unas habilidades ligadas a nuestro nivel. Esas habilidades se desbloquean a medida que vamos subiendo niveles y se pueden asignar a un atajo de nuestro mando, con un máximo de 4. Además de habilidades pasivas (como mejora de salud o flow) tenemos estas habilidades que pueden ir desde lanzar una granada o mina a realizar un combo de disparos devastador, curarnos por el daño que hacemos, etc. Estas habilidades consumen unos puntos de flow que ganamos al pelear con estilo (vaya, matando como cosacos), así que a medida que peleemos y las utilicemos se irán regenerando rápidamente. Además de esto, también tenemos una habilidad de derribo que se recargará durante el combate y que nos permite acabar con un enemigo mediante un ataque potente, así como recuperar salud.

Finalmente, también tenemos las ventajas, que son mejoras pasivas que desbloqueamos al completar desafíos durante el transcurso del juego y que se asocian a huecos que desbloqueamos al invertir dinero. No son tan útiles como las habilidades, pero ayudan a definir nuestro estilo de juego.

Añadiendo al concepto de la personalización en Saints Row, vuelve la personalización de nuestra banda, donde podemos escoger el atuendo de nuestros Saints y los vehículos que utilizan. También podremos personalizar nuestra base añadiendo objetos que nos encontremos por todo Santo Ileso.

Cimientos inestables

En lo técnico, Saints Row es un juego con mucho margen de mejora en PlayStation 5. Al principio nos sorprende en una escena de introducción bastante potente, pero en cuanto el mundo se abre la calidad de imagen, distancia de dibujado y rendimiento del juego bajan demasiado. Saints Row llega con varios modos de procesado de imagen: uno a 1080 que a estas alturas es un desperdicio, un par a 1440p donde podemos escoger priorizar la calidad de la imagen o el rendimiento y uno último a 4k fijado a 30fps.

En nuestra experiencia de juego, el de 1080 lo hemos descartado nada más ponerlo y el de 4k se limita a unos 30fps que nos saben a demasiado poco. Así que la elección estaba entre los dos modos a 1440p. El que prioriza el rendimiento ofrecía una calidad bastante cuestionable, con un pop-in constante y una distancia de dibujado muy pobre pese a mantener 60fps, así que pasamos al que priorizaba la calidad de imagen. Este último ofrecía un resultado algo más sólido (al menos no veíamos cabezas de farolas flotar antes de que se cargasen los palos) y el detalle de imagen es bastante mejor, pero a cambio el rendimiento fluctúa entre los 40-60 frames por segundo.

Sea como sea, que ningún modo consiga una calidad de imagen buena a un framerate estable es algo que Volition debería haber trabajado, más si tenemos en cuenta el apartado gráfico del juego y lo comparamos con lo que son capaces las consolas de nueva generación. Sumando a esto, la cantidad de bugs es bastante alta, también presentes aquellos que nos pueden fastidiar misiones al no reconocer nuestros comandos o mandando el coche casi al espacio exterior mientras da vueltas sin parar.

En cuanto al apartado sonoro, Saints Row llega con voces en inglés y subtítulos al castellano, unos subtítulos que se ven limitados a un recuadro tan pequeño que cuando un personaje dice una frase muy larga se acaba generando un retraso considerable entre voz y texto. De esta forma si ya es complicado leer mientras conducimos o disparamos, además la voz irá desincronizada con el texto. Finalmente, la banda sonora la conforman una buena cantidad de temas, cada uno de ellos perteneciente a un estilo musical centrado en cada dial de radio del juego, aun así, algo lejos del setlist de los juegos originales (mítico Saints Row 2 con Paramore, Panic! at the Disco, My Chemical Romance, Avenged Sevenfold o Trivium).

Conclusiones y nota de Saints Row

Saints Row es un juego de mamarracheo, un título para echar unas risas y pasártelo bien pegando tiros y viviendo situaciones sin sentido, pero divertidas, donde un grupo de parásitos de la sociedad decide dejar atrás sus ataduras y crear su propio imperio criminal, pasando por encima de lo que haga falta. Saints Row no es un juego profundo, ni cinemático, no te quiere hacer pensar ni llorar, simplemente quiere que te diviertas y que eches un buen rato relajándote y haciendo lo que se supone que debería hacer un videojuego: entretener y divertir.

Si bien su apartado técnico podría ser mucho mejor, Saints Row consigue recuperar la esencia original de la saga y, pese a su lento inicio, ha acabado convenciéndonos a cada misión que completábamos y por cada negocio que abríamos en Santo Ileso hasta convertirla en nuestra ciudad. Nunca la idea de "ser tu propio jefe" se había llevado tan al extremo.

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