Ataque a los Titanes remarca las 5 fases del duelo que ha experimentado Mikasa
Mikasa ha experimentado un crecimiento personal al darse cuenta de que Eren se convirtió en un enemigo.
Mikasa Ackerman siempre ha sido un personaje con sus respectivos problemas, que le han valido una relación complicada con Eren Jaeger, el protagonista de Shingeki no Kyojin. Desde luego, ambos tienen una especial conexión, aunque hasta la fecha no se ha revelado cuál es. Pero lo que sí es un hecho es que esta tensión entre Eren y Mikasa hace un especial énfasis en los sentimientos que ella tiene hacia él.
Para comprender mejor, la genética de Ackerman y sus cualidades hacen que rivalice con el capitán Levi. Pero parece no ser tan importante como los asuntos que tiene con Eren, haciendo que los problemas entre Levi y Ackerman sean de carácter superficial. En este punto, es fácil entender lo que sucede. Bueno, sólo hasta la tercera temporada de Shingeki no Kyojin, donde las acciones de Mikasa -en la cuarta temporada- se enfocan todavía más en Eren y se agudiza este sentimiento. Si bien, teniendo en cuenta todos los eventos que han rodeado a Eren resulta justificable su obsesión por procurarle el bien, esto ha ido perdiendo protagonismo.
Mikasa se enteró de la horrible mentira de Eren, que lo cambió todo
Shingeki no kyojin le ha dado relieves al personaje de Mikasa en cada oportunidad desde el primer episodio, sentándola como un personaje base en la primera temporada y utilizándola posteriormente para fungir como un refuerzo en el final de la trama. En un principio, Mikasa creía que estaba consciente de todo lo que la rodeaba, sin embargo, todo se ha puesto en duda en los últimos episodios. Desde quién es, hasta su perspectiva sobre el mundo y, por supuesto, sus sentimientos sobre una de las personas que más le importan.
El quiebre de todo esto fue cuando Eren mintió a Mikasa, diciéndole que la odiaba y afirmando que su lugar en el árbol genealógico de los Ackerman era su único motivante para cuidarlo. Desde entonces, las cosas cambiaron para ella, dado que esta discusión la llevó a una crisis de identidad, haciéndola preguntarse qué sentía en realidad por Eren y por qué. En dicho proceso, Mikasa se vio expuesta a sus propias dudas e inseguridades, mientras que enfrentó las cinco etapas del duelo.
La primera etapa fue la negación
Una vez que los partidarios de Jaeger atrapaban a quienes representaban una amenaza para los planes de Eren, Mikasa tuvo que enfrentar conversaciones incómodas con sus compañeros. En primer lugar, Connie Springer sugirió que Eren había cambiado en gran medida desde su misión en solitario en Marley, afirmando que se convirtió en lo que él juraba nunca ser y que para los exploradores también implicaba cierta oposición.
Aunado a lo anterior, Connie dijo con plena seguridad que si Eren se había cambiado al bando enemigo, estaba dispuesta a matarlo. Así, pues, Mikasa se opone ante la idea, afirmando que él no ha cambiado, cuando en el fondo siente preocupación por su destino.
La ira es una segunda etapa
Un tiempo después, Annie Leonhart sugiere un plan parecido al de Connie. Explica que hay que asesinar a Eren para evitar que destruya el mundo y mate a cualquiera que se encuentre a su paso. Pero Mikasa se disgusta enormemente ante la sugerencia y se enoja con su compañera. A Mikasa le molesta que su única solución sea que su amigo tenga que morir porque considera que él puede cambiar.
La tercera etapa implica negociación
Cuando Mikasa se percata de que sus compañeros no están dispuestos a arriesgarse, insiste en que pueden salvar a Eren. Y el genuino deseo de buscar otro plan se deriva de la negación y la esperanza de que Eren rectifique sin tener que matarlo para acabar con el problema. Para esto, intenta hablar con él en dos ocasiones, en la mesa y en los caminos, sin éxito alguno. Es en este momento que Mikasa comienza a comrpender que Eren no está dispuesto a cambiar sus planes y nadie podrá interferir en ellos.
La depresión invade a Mikasa en la cuarta etapa
Una vez que intentó de todo, Mikasa tiene que aceptar la realidad, que es cuando sus sentimientos parecen agolparse en una sensación de fracaso y tristeza profunda. Esto podemos verno en el capítulo 138 de Shingeki no Kyojin, cuando Mikasa rebasa su lucha contra Eren y, por el contrario, quiere volver sola a casa. Aunque siempre lo decía en broma, esta es la primera vez que lo siente en serio.
En la quinta etapa por fin lo acepta
En esta última etapa, Mikasa ya está consciente de sólo hay una manera de terminar con el caos. Durante la batalla final contra Eren, ella sabe que tiene que detenerlo -aún preguntándose por qué las cosas tuvieron ese final-. Y, habiendo aceptado su destino, Mikana mata a la única persona que consideraba parte de su familia, su amigo y amante, concluyendo de esta forma con un proceso que le llevó mucho tiempo entender.
A pesar de que Mikasa había perdido a muchas personas, ninguna tuvo el mimso impacto que la pérdida de Eren. La aceptación de Mikasa de que él tenía que morir por su propia mano es lo que le añade profundidad a su propio crecimiento; y, desde luego, el término de una relación tan importante para ella supone también una conclusión de sí misma.