2 horas jugadas a El Escudero Valiente han sido suficientes para que lo considere la gran sorpresa de 2024

Tal vez te resulte raro el nombre El Escudero Valiente, ya que no se ha promocionado a bombo y platillo su adaptación al español y muchos aún tuercen el gesto al escucharlo. Si te digo The Plucky Squire, probablemente lo identifiques de manera mucho más sencilla e incluso esboces una sonrisa ante lo que se ha mostrado del juego hasta la fecha. Desde que se mostró el primer tráiler del título ha mostrado cierta aura de ser un juego diferente y llamado a hacer cosas importantes en el género independiente, donde cada vez aparecen más joyas inesperadas.

Con El Escudero Valiente se alineaban los astros para que todo saliera a las mil maravillas. Primero porque está editado por una de las compañías en mejor forma en esto del terreno independiente, Devolver Digital, y segundo, porque detrás del proyecto se encuentra una de las mentes brillantes que dio forma a las entregas de Pokémon hasta la octava generación, James Turner, como co-director del juego y co-fundador de All Possible Futures, el estudio que se encarga del desarrollo. Gracias a los chicos de Cosmocover pude probar los 4 primeros capítulos de El Escudero Valiente y lo cierto es que las sensaciones iniciales se quedaban cortas ante lo que puede aportar este excepcional videojuego.

Del cuento a la realidad solo hay una página

Jota es el protagonista de El Escudero Valiente.

El Escudero Valiente ya se prepara para su lanzamiento el próximo 17 de septiembre en todas las plataformas, mientras que los jugadores suscritos a PlayStation Plus Extra y Premium lo podrán disfrutar desde el día uno sin coste adicional. Su promoción durante los últimos días ha permitido ver nuevo material del juego y seguir impresionando a todos aquellos que quieran jugarlo, pero te aseguro que todo lo que veas se hace escaso en relación a las sensaciones que tienes al jugarlo. Como ya habrás podido adivinar, El Escudero Valiente es la historia de Jota, el héroe de un cuento para niños que ve como su gran enemigo, Gruñonzón, obtiene una magia especial que consigue expulsarlo del libro para cambiar las tornas y ser el vencedor del combate final.

Tras esto, Jota debe hallar el modo de deshacer el entuerto, combinando sus habilidades dentro del cuento y en la vida real mediante una capacidad especial que le permite manejar a su antojo las páginas del libro y cambiar entre las dos realidades en ciertos puntos. La propuesta pinta de lo más divertida y original, algo que se traduce a las mil maravillas en lo jugable. No voy a negar que los primeros compases del juego son algo planos y cuesta arrancar mientras se muestran todos los tutoriales necesarios, pero en cuenta Jota es expulsado del cuento comienza el verdadero cine.

El Escudero Valiente juega con los entornos en 2D y 3D de manera constante.

Porque el equipo de All Possible Futures ha conseguido crear una de las grandes joyas de los últimos años. El Escudero Valiente mezcla muchos conceptos y todos ellos con éxito. Sabe emular a la perfección a los Zelda clásicos con los niveles que se reproducen dentro del cuento, mientras que también sabe desenvolverse de maravilla como un título de puzles y plataformas en el exterior. Cuando mezcla los dos conceptos y los une en tan solo unos minutos es cuando la magia comienza a surgir. Todo ello sin mencionar que cada pocos minutos va introduciendo nuevas mecánicas que se asemejan a lo vivido en It Takes Two. Aunque no adelantemos acontecimientos, que este cuento es mejor leerlo página a página.

En la sencillez también se oculta el éxito

El planteamiento del juego parece simple, pero se desarrolla mediante mecánicas muy interesantes.

Puede que El Escudero Valiente no sea un videojuego para todos los públicos. Su enfoque infantil está bastante claro y salta a la vista, algo que puede espantar a muchos que ni siquiera se aventuren a darle una oportunidad. Sin embargo, todos aquellos que se adentren en sus páginas podrán encontrar un juego cargado de elementos que sorprender a cada paso que se da. No es un juego extremadamente complejo o que invite a experimentar un reto, sino que centra su experiencia en dibujar una sonrisa en la cara del jugador con ciertas chanzas, situaciones rocambolescas y una mezcla de mecánicas y elementos muy divertidos. La construcción de The Plucky Squire está basada en eso, pura diversión y entretenimiento, y es lo mejor que le podría haber pasado.

Esta sencillez se puede apreciar desde el primer momento con el combate. El equipo de desarrollo no se ha estrujado los sesos a la hora de conformarlo, porque tampoco es lo más importante de su planteamiento. De este modo, Jota cuenta con una espada con la que puede realizar ataques simples, ejecutar combos y técnicas que se van adquiriendo a medida que se compran: lanzamiento de espada, ataques giratorios y más habilidades que se van desbloqueando con el paso de los minutos. Con esto, el jugador avanza por las páginas con la felicidad por bandera, como los buenos cuentos para los más pequeños en los que el héroe es el adorado por todos por sus acciones contra el gran villano haciendo alarde de su gran valentía.

Las diferentes mecánicas en combates importantes son una gozada.

Antes hice una referencia a los Zelda clásicos, ¿verdad? Pues ahora toca hacer lo propio con otros más modernos, porque El Escudero Valiente tiene esa dualidad de pasar de un bello jeugo bidimensional a otro en 3D con una estética que nada tiene que envidiar a lo que se ha visto hasta la fecha de The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom o The Legend of Zelda: Link's Awakening en Nintendo Switch. Del apartado técnico y visual ya hablaré más adelante, pero esto es una de las grandes maravillas que definen al título. Los guiños son una constante en el juego de All Possible Futures, motivo por el que lo he comparado con It Takes Two. ¿Alguien podría imaginar que una de sus batallas contra jefe fuera un combate a puñetazo limpio como si fuera el clásico Punch-Out!!? ¿O acaso alguien pensaba que para conseguir una nueva arma habría que introducirse en una carta de Magic para protagonizar un combate RPG con tintes de Undertale? Ya sabes por dónde voy con la comparativa, ¿verdad?

James Turner y su equipo han conseguido trasladar su amor por los videojuegos en un título que es capaz de sorprender en todo momento con increíbles referencias y momentos únicos que te hacen sonreírle a la pantalla. Esto es algo que solo había experimentado con la última gran obra de Josef Fares, porque es ese tipo de videojuego que tiene un aura especial, algo que es difícil de encontrar entre todos los títulos que se lanzan al mercado, como si fuera una pieza de colección muy codiciada, pero casi imposible de encontrar. Y eso, por mucho que su base sea sencilla y se construya sobre una cuento para niños, es impagable.

El lienzo entre la realidad y la ficción con un trazo laberíntico

La dualidad entre los dos mundos es clave para la resolución de puzles.

Cuando el juego explota por completo y te permite trasladarte a voluntad de dentro a fuera del cuento es cuando empieza la verdadera salsa que define a El Escudero Valiente. Un juego compuesto de puzles de lo más originales que mezcla esas dos realidad, necesarias para que sus mecánicas se desenvuelvan con acierto. A veces hay que llevar un objeto del escritorio de Sam, el niño que lee los cuentos y considera a Jota su héroe, hasta el interior de sus páginas, mientras que otras veces el resultado será a la inversa. Si ves un camino cortado en el cuento, basta con volver al mundo real e intentar acceder a otra zona en la que puedas realizar otras acciones.

La versatilidad a la hora de moverte por su mundo es sensacional, aportando algo nuevo en todo momento y dejándote al amparo de la resolución de los puzles como creas conveniente, aunque solo haya un camino para ello. Esa capacidad de emborronar la realidad y convertirla en algo dual es mágico, por lo que te obliga a ir buscando soluciones inverosímiles y poco habituales en este tipo de videojuegos, algo que me ha ido conquistando con el paso de los cuatro capítulos que permite jugar esta demo de The Plucky Squire. No obstante, no quiero dejar pasar la posibilidad de hablar de una de las mecánicas más diferenciales de este juego: el uso de las palabras.

Los puzles se trasladan en todo momento entre dimensiones, así como los enemigos.

A fin de cuentas, estamos dentro de un libro, por lo que las palabras deben ser un elemento fundamental de su construcción y el equipo de All Possible Futures nmo las ha dejado de lado; de hecho, forman una parte realmente importante de la resolución de puzles. Porque en algunas de las páginas del cuento se pueden encontrar frases en las que, al golpear ciertas palabras, se pueden manipular a antojo. Estas palabras se pueden unir a otras frases para conseguir que se transforme lo que sucece en el mundo bidimensional: hacer que un enemigo grande se vuelva pequeño, llenar de agua un estanque que estaba vacío, pasar de la noche al día con efectos especiales, agrandar un nenúfar para poder cruzar un río cuyo puente está derruido... Las posibilidades son múltiples y consiguen aportar sensaciones muy especiales. Porque El Escudero Valiente no es un juego de puzles simple en el que hay que resolver acertijos y poco más. El juego es un puzle en sí mismo, uno que se va envolviendo y retroalimentando constantemente para que la diversión no pare en ningún momento y eso es pura magia.

Un trazo fino y delicado en un lienzo lleno de color

La mezcla de trazos de cuento y la realidad deja imágenes mágicas.

Cuatro capítulos han dado para mucho en mi experiencia con El Escudero Valiente. Estoy seguro de que aún quedan muchas mecánicas por conocer y que me impresionarán en el resultado final, pero no puedo dejar estas impresiones sin hablar de uno de los aspectos fundamentales del juego: su dirección artística y el rendimiento. Dos conceptos que van de la mano para sumar en todo momento a lo que propone a nivel jugable. Del estilo artístico hay poco que se pueda decir que no se aprecie a simple vista. Es un juego realmente bello, que usa a la perfección la paleta de colores dentro del cuento y que se suelta la melena en el mundo exterior con un diseño de niveles fantástico. La dualidad, de nuevo, resulta clave para definir el título y el trabajo de James Turner con los diseños es colosal.

La construcción de su mundo es fundamental para entender su concepto, por eso resulta impresionante la maravilla que se produce a nivel técnico. Teniendo en cuenta que Jota es capaz de saltar de las 2D y a las 3D en una fracción de segundo, El Escudero Valiente se comporta como una auténtica roca en todo momento, mostrando el traslado de una realidad a otra con una fluidez asombrosa y regalando momentos impresionantes. ¿Que estás caminando por el escritorio y ves un trozo de papel dibujado? Puedes internarte en él para superar los obstáculos del mundo real a través de ello y volver a la realidad para seguir avanzando.

El mundo de El Escudero Valiente está compuesto por diseños muy elaborados.

Una demostración de originalidad y esfuerzo técnico que, a buen seguro, no debe haber sido fácil de implementar, pero cuyo resultado es realmente gratificante. El Escudero Valiente cuenta con elementos que nada tienen que envidiar a grandes producciones, aunque se trate de un videojuego independiente de un estudio que hace un puñado de años ni siquiera existía. Lo que hay que reconocerle es que sabe generar impacto, ofrecer algo diferente y destacar en un sector en el que se lanzan miles de productos a lo largo de un año natural. Palabras mayores para un cuenta para niños.

Jota a través del espejo

Por suerte, queda menos de un mes para descubrir el resultado final de El Escudero Valiente y comprobar si sus excelentes primeras impresiones se acaban confirmando con el resultado final de la obra. Desde luego, lo tiene todo para ser la gran sorpresa que deje el catálogo de 2024 y colarse en la gala de The Game Awards como ya hizo en su momento It Takes Two. Dudo que la propuesta de All Possible Futures consiga llegar tan alto, pero ya ha demostrado que es un juego capaz de desafiar la realidad y adentrarse en terreno desconocido. Hasta entonces, nos leemos en septiembre para saber qué tal le ha ido a Jota en su lucha contra Gruñonzón y su propia existencia.