He jugado 4 horas a Assassin's Creed Mirage y es el regreso a los inicios de la saga que había soñado

Hay sagas que consiguen hacerse un hueco en la historia del videojuego por la importancia que han tenido con el paso de los años o por todo aquello que han aportado a la industria. Assassin's Creed es uno de los mejores ejemplos en este sentido, ya que Ubisoft consiguió impresionar a propios y extraños con la presentación de la que hoy en día es su IP insignia, pero que por aquel entonces era una apuesta arriesgada. Tan arriesgada como acertada a día de hoy, tan arriesgada como incierta en 2007. Desde entonces, Altair, Ezio, Connor o Kassandra se han convertido en historia de los videojuegos.

Y es que si por algo ha destacado la saga a lo largo de su trayectoria es por su capacidad de reinventarse. Si la primera entrega despuntó por su fiel recreación de entornos y ciudades, la segunda lo trasladó a una escala mayor, mientras que el resto de entregas cada vez iban abriendo más el abanico de opciones y de terreno por explorar. Ahora, con una gran saturación de videojuegos de mundo abierto en el mercado, el equipo de Ubisoft Bordeaux mira hacia el pasado, hacia ese movimiento incierto, para apostar por los orígenes con Assassin's Creed Mirage. Una nueva entrega, más acotada, más directa y que clava su hoja oculta en la nostalgia. Gracias a Ubisoft España he podido jugar nada menos que 4 horas previas a su lanzamiento el 5 de octubre y lo cierto es que me ha hecho rememorar por qué me aficioné tanto a esta saga en sus inicios.

Una vuelta hacia dónde todo comenzó

La prueba de 4 horas de Assassin's Creed Mirage que pude jugar hace unos días se dividía en tres partes muy diferenciadas. La primera algo breve para presentar a Basim y sus ambiciones, la segunda algo más amplia para presentar las mecánicas de combate, la infiltración y hacer hincapié en el uso del parkour y la última, donde el título se desgarra las vestiduras y ofrece todo lo que tiene para impresionarte desde el primer momento. Pero vayamos por partes, pues hay mucho que contar de cada una de ellas. Si bien la primera está destinada a una toma de contacto con las nuevas mecánicas y a introducir a Basim, ya se ven cosas interesantes.

Durante la aventura en Anbar, Basim comienza a descubrir las virtudes de saquear, ascender por los tejados de la ciudad y realizar alguna que otra pillería junto a su amiga Nehal, que sirve de guía para estos primeros compases. Aquí se descubre una misión sencilla y simple: robar un libro de cuentas, por lo que la infiltración en las clave de la misma. Sin embargo, también se puede noquear a los enemigos, ocultarlos en la hierba y utilizar la vista de águila para marcarlos y conocer sus ubicaciones y rutinas. Aquí es donde Assassin's Creed Mirage ya empieza a recordar a esas primeras entregas, en las que había un objetivo claro y había que ejecutarlo de la manera más eficaz posible. Esta nueva entrega no abruma, va directa al grano y eso es una excelente noticia.

Como digo, es una experiencia bastante breve, pero deja ese buen sabor de boca de experimentar algo que parecía que nunca iba a regresar. Acostumbrado a las últimas entregas de Assassin's Creed, no esperaba una recreación tan fiel a los inicios de la saga y mucho menos adaptando las opciones de la actualidad para mejorar la fórmula, algo que pude comprobar con los otros dos episodios que venían a continuación.

Una fórmula refinada para traer de vuelta la dinámica clásica de la saga

Mirage lleva la exploración y el sigilo a un nuevo nivel respecto a los juegos originales.

La segunda parte de esta demo que me dejó probar Ubisoft se centraba en un Basim adiestrándose en el credo de la mano de la maestra Roshan, por lo que sirve de tutorial para conocer las virtudes más clásicas de un asesino. Esto es, un parkour mucho más elaborado, el combate con espada, lanzamiento de cuchillos arrojadizos y los asesinatos en sigilo con la hoja oculta, un clásico entre los clásicos. Si bien no hay grandes momentos de acción, porque pertenece a una parte del entrenamiento del nuevo asesino del credo, sí que permite familiarizarse con la dinámica del parkour y, especialmente, el combate.

Aquí es donde Mirage se distingue de otros videojuegos más recientes, ya que te traslada directamente hacia esos inicios en los que se podía atacar de manera ligera o pesada y bloquear, más allá de utilizar algunos artilugios como los cuchillos arrojadizos o bombas de humo. En la simpleza de su combate está la clave, ya que no se anda con muchas florituras en cuanto a habilidades, al menos en la porción que pude jugar, aunque no parece que el árbol de habilidades de Basim se vaya a despendolar hasta el punto de romper la experiencia por completo. Se ha apostado por una experiencia clásica en prácticamente todos los sentidos, pero mejorando lo presente.

La investigación es una de las mecánicas de mayor uso en esta demo.

Y es que si algo se le podía achacar a los primeros juegos es que la técnica de bloqueo y contraataque era una apuesta sobre seguro, por lo que resultaba muy difícil perder una batalla espada en mano. En Assassin's Creed Mirage las cosas no son tan sencillas, ya que la IA ha mejorado bastante en estos años y los enemigos son capaces de realizar ataques bastante ágiles y difíciles de contraatacar, mientras que otros directamente son imposibles, obligándote a esquivar. Es un combate muy dinámico, táctico y desafiante, por lo que me ha gustado mucho lo que he visto en esta prueba, ya que se ha establecido la base de esas primeras entregas y se le han engarzado las piedras necesarias para conformar una fórmula aún mejor.

Lo que no se ha modificado en exceso es el parkour, que sigue siendo tan satisfactorio y fluido como siempre, aunque sí que está la novedad de contar con una interacción mayor con el entorno. No se puede decir que impresione tanto como el de Unity en su día, probablemente la técnica más depurada que ha desarrollado la saga hasta ahora, pero sí que se adapta a esa versatilidad de las entregas más recientes y le da ese tinte de interacción que se pudo ver en el gameplay del pasado Ubisoft Forward en junio, para que puedas hacerte una idea.

Misiones elaboradas y que dependen de tu modo de actuar para su resolución

Observar el entorno es crucial para el cumplimiento de las misiones.

Vamos con la parte final de esta prueba, ya que es la que se llevó prácticamente la mitad del gameplay. Lo más impresionante de todo es que hablamos de una única misión que se va entrelazando constantemente, por lo que puedes hacerte una idea de la elaboración de las misiones principales que se jugarán en Assassin's Creed Mirage. Aquí fue donde el juego se rasgó las vestiduras y se liberó por completo, desencorsetando las dos pruebas anteriores y dando por fin libertad para adentrarse en las calles de Bagdad, con un mapa que apunta a ser realmente amplio y con muchas opciones. Si bien la prueba se dedicaba casi en exclusiva a la misión principal, se percibe que el título te dará la libertad de explorar todo lo que desees.

De hecho, durante una pequeña porción de la partida me dediqué a buscar una atalaya con la excusa de poder tener un punto de viaje rápido más cercano, pudiendo así observar la construcción de la ciudad y lo que supone este ascenso tan característico de la saga Assassin's Creed. Lo cierto es que callejear por la ciudad resulta muy placentero, dada la importancia que tiene la urbe en la propia jugabilidad, algo que tal vez se ha ido perdiendo en las últimas entregas ante lo abrumador que resulta tener tanto terreno libre para explorar. En Mirage, la ciudad es el epicentro de todo lo que ocurre y provoca esas reminiscencias de recorrer Florencia o Roma con Ezio, por poner un ejemplo de lo más identificativo.

Pero centrémonos en la misión, que fue el punto central de esta prueba, pues ya habrá tiempo de juzgar la exploración cuando llegue el momento de realizar el análisis. He de admitir que tenía muchas ganas de descubrir qué podía ofrecer Assassin's Creed Mirage, pero estoy profundamente sorprendido por lo impresionante del desarrollo de sus misiones. En esta en concreto, se pedía a Basim en un principio encontrar un objetivo al que eliminar para obtener cierta información, la cual no revelaré para evitar spoilers. Era la clásica tarea de infiltración en una base enemiga en la que debes ser muy cuidadoso con cualquier movimiento que realizas. Aquí ya estaba disponible el águila, esencial para conocer la ubicación de todos los enemigos y estudiar el entorno. Pura magia estos momentos.

El combate vuelve a sus orígenes, con una propuesta más simple y efectiva.

En esta porción, además, también se encontraba activa la cadena de asesinatos, una habilidad especial de Basim que permite eliminar de una tacada a varios enemigos y que se va recargando a medida que se realizan diversas acciones en la partida. Una excelente opción para salir de un apuro o para limpiar un campamento enemigo cuando queden pocos efectivos. Una vez obtienes la información que había ido a buscar, la misión se va enlazando -de hecho, hay una suerte de infografía de cómo van avanzando los acontecimientos en el menú-, trasladándote hacia el bazar de la ciudad de Bagdad.

Este es uno de los momentos más intensos y espectaculares de esta prueba de 4 horas, ya que aquí se mezcla todo lo bueno de Assassin's Creed Mirage: investigación, sigilo, resolución de pequeños puzles, combate, exploración y un sinfín de opciones. Todo ello sin que el juego te vaya guiando en todo momento, por lo que una vez conoces el objetivo, eres tú el que decide cómo conseguirlo y hacerlo efectivo, uno de los aspectos que más me ha gustado. Tal y como me explicó uno de los miembros del equipo de Ubisoft durante la prueba, existen varios métodos para cumplir una misma misión a través de la información que vas recopilando y de las acciones que realizas, lo que puede provocar que dos partidas no sean iguales, algo que me parece un enorme acierto.

Todo ello, obviamente, con la misión de acabar con el objetivo final, algo que también puedes ejecutar del modo que se te antoje. Desde luego, Assassin's Creed Mirage ha sabido cómo conjugar lo mejor de las primeras entregas con las más recientes, aportando ese ambiente tan característico de una construcción sobre una ciudad como base y la libertad de acción para que el usuario disfrute de su propia experiencia de juego. Algo que genera muchas ganas de conocer más acerca de la propuesta en su plenitud.

Un aspecto gráfico que apunta a ser impresionante en su resultado final

Las vistas de la ciudad de Bagdad son impresionantes.

Toca ir poniendo fin a esta experiencia previa al lanzamiento de Assassin's Creed Mirage y lo hago mediante el desempeño gráfico y técnico de la propuesta. Lo cierto es que no es un contenido representativo de lo que será el juego en su resultado final, ya que aún se encuentra en desarrollo y al tratarse de una prueba en remoto mediante streaming, la resolución estaba a 1080p y había algún que otro corte a causa de la conexión. Por lo tanto, no me centraré en este punto en concreto, pero sí lo haré con la belleza de la ciudad de Bagdad, ya que su recreación resulta maravillosa y cada detalle parece estar cuidado al máximo para ofrecer esa experiencia de ser parte de sus calles.

Al tratarse de una entrega a escala menor respecto a lo que estamos acostumbrados en la saga Assassin's Creed durante los últimos años, se nota que se ha puesto especial cuidado en la construcción de la ciudad y en que aporte esa misma sensación que se experimentaba en el pasado, algo que se ha conseguido por completo. El aspecto visual de Assassin's Creed Mirage durante estas 4 horas nada tiene que envidiar a lo visto en Valhalla, la última gran entrega de la saga, ni a los títulos que están llegando al sector en la actualidad. Tal vez haya alguna que otra textura irregular, pero como digo, se trata de un proyecto que aún se encuentra en desarrollo, por lo que el resultado de lo que pude jugar resulta más que satisfactorio.

Además, las animaciones de los personajes están realmente cuidadas, a excepción de algún NPC travieso que circula por la ciudad sin saber muy bien cuál es su ruta o cómo debe actuar exactamente. Probablemente esto sea algo que siga presente en el resultado final, porque aunque estemos ante un videojuego a menor escala, el terreno por explorar sigue siendo enorme y los personajes que aparecen en pantalla, especialmente en el bazar, son bastante numerosos. A pesar de estos pequeños errores, la ciudad tiene vida en todo momento y eso resulta muy prometedor de cara al cumplimiento de otras misiones en zonas que aún no he podido explorar.

Assassin's Creed Mirage es un sueño hecho realidad para los que inciaron la saga

Tal vez sea pronto para lanzar esta afirmación, pero Assassin's Creed Mirage apunta realmente alto. Su apuesta por regresar a los inicios, a esa sensación de estar en una ciudad como Bagdad y descubrir todas sus opciones sin tener que salir de ella resulta muy gratificante. Si por algo destacó el primer Asassin's Creed era por esa construcción de su entorno, aunque hubiera que viajar entre ciudades para acabar con los siguientes objetivos de la lista. En ese sentido, Mirage se siente mucho más orgánico, con una recreación a escala real de la ciudad que proporciona un terreno más que suficiente para saciar la necesidad de exploración, pero sabiendo que va mucho más directo hacia la acción principal.

Además, ni siquiera he podido ver el mapa al completo de la ciudad, por lo que a buen seguro se guarda mucho secretos que no estaban disponibles en estas 4 horas de juego que he podido disfrutar hasta el momento. La propuesta es mucho más completa de lo que pueda parecer, con diversas actividades, contratos y mayores habilidades para que Basim demuestre sus dotes en combate, por lo que el desarrollo del personaje también será clave para definir los pasos posteriores a la prueba que estuvo en mis manos. Viendo el desenvolvimiento de dicha misión, parece que el equipo de Ubisoft Burdeaux ha querido ofrecer diferentes opciones para que el título se adapte a cada jugador de Assassin's Creed a lo largo de la historia y el resultado es formidable.

Ahora solo queda esperar a que llegue el 5 de octubre para descubrir el resultado final de uno de los videojuegos de la saga más ilusionantes de los últimos años. Todo apunta a que Mirage será un sueño hecho realidad para todos aquellos que se iniciaron con Altair y con Ezio, como es mi caso, por lo que las expectativas tras esta gran porción de aventura son inmejorables.