Impresiones de Metroid Dread - El regreso más esperado

Impresiones de Metroid Dread - El regreso más esperado

Samus Aran está de vuelta. Con todo lo que eso significa. Metroid Dread es el regreso más esperado de una franquicia que ha tenido sus altibajos porque mantenerse a lo largo de los años es un reto mayúsculo. Si bien, anteriores entregas no lograron cautivar a los seguidores más conservadores, el nuevo juego de Mercury Steam promete recuperar esa esencia de Metroid, también con sus picos de dificultad. Por tanto, no faltan las grandes dosis de exploración, los combates difíciles y un sistema de progresión muy adictivo. Metroid Dread se lanza el 8 de octubre de 2021 en Nintendo Switch y te contamos nuestras impresiones.

Hemos podido jugar ya la primera hora de Metroid Dread en Nintendo Switch OLED y es imposible quedarse indiferente. No tarda mucho en mostrar todo lo que significa Metroid en los videojuegos, sin abandonar esos escenarios 2D que exhiben muchos detalles y texturas diferentes. Nada está puesto al azar, claro. Esta es la premisa inicial con la que te adentras hacia lo desconocido o a lo viejo conocido, según como lo veas. Porque en la nueva misión de Samus Aran reconocerás muchos elementos y criaturas que no podían faltar en un juego de Metroid.

Una nueva amenaza: los EMMI

La Federación Galáctica informa de una misteriosa transmisión con evidencias de la supervivencia del parásito X en el planeta ZDR, pero esto no es lo más preocupante. Se envió un grupo de robots Exploradores Móviles Multiformes Interplanetarios, que llamaremos EMMI para no ahogarnos, que desaparecen sin dejar rastro. Los EMMI son unos robots diseñados para extraer ADN con fines de investigación, pero pronto descubres como Samus Aran que se han vuelto hostiles por algún motivo.

EMMI contra Samus Aran en Metroid Dread

Samus Aran puede enfrentarse a los Emmi con el Cañón Omega.

No es posible matarlos al principio del juego, por lo que la protagonista tiene que tener cuidado en determinadas zonas. Los EMMI tienen un sistema de rastreo que podrían localizarte a través de diferentes escenarios contiguos siempre que hagas ruido o te encuentres en su línea de visión. Enfrentarse a ellos es prácticamente un suicidio, ya que sólo puede ser evitado utilizando el contragolpe en el momento preciso, pero el margen de reacción es tan corto que rara vez escapamos de sus mecánicas garras.

Una persecución angustiosa, pero muy gratificante, que nos hace sentirnos como el cazador cazado. Los EMMI sólo son un aperitivo de lo que está por venir, pero estos enfrentamientos son interesantes por varios motivos. Aunque Metroid Dread se desarrolla en escenarios 2D, sorprenden algunos cambios de cámara para mostrar una perspectiva 3D de forma temporal. No abusan mucho de esta práctica, sólo en momentos clave donde hay que enfrentarse a un EMMI, un jefe o incluso abrir puertas con el cañón cargado (ventajas de ser Samus Aran).

Por otra parte, es un sistema que nos advierte de la cercanía del EMMI y donde el fallo se penaliza con la muerte. Aun así es posible aturdir al EMMI con el cañón Omega y escapar por debajo de sus patas para tomar aliento antes de que sea demasiado tarde. Este movimiento es un recurso muy común tanto en los escenarios de plataformas como el enfrentamiento con jefes, consiguiendo que el combate sea dinámico y divertidísimo. Hay muchas formas de afrontar cada enfrentamiento.

Sé imaginativo en el combate

Samus Aran demuestra una vez más sus habilidades para el combate en cada golpe. Los primeros compases sirven de tutorial no guiado para aprender los principales controles (que no son pocos), incluido el apuntado de 360º con una mira que nos permitirá descubrir secretos en el entorno y la solución de muchos puzles. El rayo es el principal ataque de la cazarrecompensas y también permite abrir puertas estándar. El otro arma principal son los misiles, mucho más potentes y hacen mayor daño en área, por lo que son muy efectivos contra grupos de enemigos. Sin embargo, estos son limitados.

Segundo boss de Metroid Dread

Metroid Dread nos permite ser imaginativos en el combate.

A partir de estas dos armas principales hay muchas variaciones como el mencionado cañón Omega, el cañón cargado o el contragolpe, que permite matar a un enemigo que hemos logrado aturdir en el momento preciso. Y así es como nos topamos con el primer boss del juego. Una criatura con un solo ojo bastante estática que no nos exigirá demasiado. Pero tranquilo porque esto sólo es la primera toma de contacto. Con el segundo boss cambiará tu opinión de forma abrupta y te pondrá las cosas más complicadas.

Es en ese segundo jefe donde podemos poner en práctica muchas de las habilidades aprendidas al mismo tiempo. Y es que Metroid Dread te enseña a sobrevivir en el planeta ZDR con una jugabilidad muy intuitiva que te anima a intentar cosas nuevas continuamente. ¿Podré pasar por debajo de este boss para esquivarle? ¿Le provocará más daño los misiles? La respuesta a todas estas preguntas está sólo en tu mano. Cuando Samus consigue el camuflaje espectral podrá utilizar el sigilo como una opción para evitar a los enemigos, especialmente a los EMMI. Tan sólo ten en cuenta que utiliza energía Aeion que se consume muy rápido. Es un recurso, pero no la solución para todo.

Un diseño muy fiel a Metroid

En este sentido, los escenarios tienen paredes, suelos o techos que se rompen. Y otros atajos que están mejor indicados si eres observador. Cuando desbloqueas habilidades de movilidad **como el Aracnoimán, podrás acceder a lugares nuevos a través de unas paredes azules que reconocerás al instante. Este elemento se puede utilizar para huir, **incluso en combate si fuera necesario. Metroid Dread nos invita a ser imaginativos con las herramientas que nos ofrece. Pero no te lleva de la mano como en pasadas entregas.

Metroid Dread

Samus Aran se puede agarrar a las paredes especiales y disparar al mismo tiempo.

El entorno tiene detalles que te obligará a volver atrás y recordar el camino de vuelta para activar una puerta o un nuevo mecanismo. Y, por qué no, recoger un tanque con una suculenta mejora para el equipo. Un incentivo real para continuar con la aventura y explorar cada rincón de estos laberínticos escenarios. Insistimos, es muy intuitivo y accesible para los nuevos jugadores. Es difícil sentirse perdido y el juego cuenta con un mapa simplificado que marca elementos importantes como las puertas bloqueadas, plataformas de recuperación de vida, munición o las plataformas de guardado.

Sería injusto hablar de la dificultad del juego o la progresión con tan poco tiempo jugado. A partir del segundo boss, Metroid Dread empieza a mostrar sus cartas con descaro. En este momento, el jugador ya tiene suficientes herramientas para enfrentarse a una mayor cantidad de enemigos por escenario. Así que se vuelve cada vez más exigente.

Lo cierto es que una hora de juego se nos ha hecho muy corta y nos hubiera gustado quedarnos a descubrir todo lo que Metroid Dread puede ofrecernos porque las sensaciones son muy buenas. Por último, hay que destacar el esfuerzo de Mercury Steam en el diseño artístico para que esta entrega se sienta muy actual sin perder su esencia. Algo nos dice que estamos ante una aventura realmente épica que tocará el corazón de los seguidores más conservadores.

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