Primeras impresiones de Killing Floor 3: un paso adelante, pero nada revolucionario

Después de jugar unas cuantas horas a la beta compartimos nuestras impresiones del shooter de Tripwire

Primeras impresiones de Killing Floor 3: un paso adelante, pero nada revolucionario
Casi después de 10 años de la segunda entrega falta muy poco para una nueva edición
Publicado en Avances

Aunque los shooters son un género que lleva años evolucionando y que tiene muchísima presencia dentro del mundo de los videojuegos, lo cierto es que cuentan con un montón de variantes que ayudan a que evitar que cada título sea una fotocopia de otro. Elementos como ser en primera persona o la temática del mundo en el que se desarrolla son claves para diferenciarlos y para distinguir un buen shooter de uno no tan bueno.

Con estas cartas juega Killing Floor 3, que en esta entrega vuelve a rodear los disparos y la acción en un mundo sumido en el terror, con los monstruosos zeds atacándote por oleadas. En Alfa Beta hemos probado la beta del juego para traeros estas primeras impresiones de un título que, si bien mejora las anteriores entregas, de las que ya hace un tiempo, no termina de dar un salto revolucionario.

Killing Floor 3 sube el nivel en el aspecto visual

Para comenzar con estas primeras impresiones, tengo que destacar que una de las cosas que más me han gustado del título es como ha evolucionado gráficamente desde su segunda entrega. Es cierto que de esta hace ya casi 10 años, se lanzó en 2016, y que Killing Floor 2 ya lucía bastante bien, pero creo que ha ido un paso más allá, sobre todo en el diseño de los zeds, que se ve mucho más pulido. Esto ayuda a aumentar esa sensación de terror que el juego busca, aunque es cierto que esta se resiste por otros motivos que explicaremos más adelante.

El aspecto gráfico también se aprecia en el detalle de los mapas, que además son bastante grandes, aunque es justo decir que tampoco puedes esperar encontrarte con un nivel visual nunca antes visto, ni siquiera en juegos del mismo estilo.

Primeras impresiones de Killing Floor 3: un paso adelante, pero nada revolucionario

El nivel de detalle de los zeds es muy superior al de Killing Floor 2

Hay que tener en cuenta que, como hemos dicho antes, esto es una beta, por lo que hay cierto margen de mejora, aunque probablemente haya otros aspectos que merecen más la atención de cara a la versión final del título.

Un gameplay un poco descafeinado

Primeras impresiones de Killing Floor 3: un paso adelante, pero nada revolucionario

A diferencia de las armas de fuego, las que son cuerpo a cuerpo transmiten mucho

Mis sensaciones con todo lo relacionado con la parte jugable son complicadas de describir, pero creo que es algo que es muy fácil de apreciar jugando. A pesar de todos los componentes que rodean a la jugabilidad, a la hora de la verdad no terminan de llevar emoción al gameplay. Para empezar, las armas, de alguna manera, no se sienten tan reales como deberían (menos las que son cuerpo a cuerpo que sí impresionan bastante). Con esto no quiero decir que no funcionen como en cualquier otro shooter, porque su comportamiento es el habitual y te vas a adaptar muy bien a él, pero no consiguen transmitir nada, como si se tratasen de armas de juguete.

Lo mismo sucede con los zombis. Es cierto que hay remates en situaciones puntuales que son bastante gráficas y que suman mucho a la experiencia de "terror" que debería de buscar transmitir el título, pero en la mayoría del tiempo no sientes ningún tipo de presión a pesar del contexto que te rodea, que no es otro que aguantar oleadas de zeds que están intentando acabar contigo.

Primeras impresiones de Killing Floor 3: un paso adelante, pero nada revolucionario

Antes de completar cada partida hay que enfrentarse a un jefe

Que en un gameplay así apenas vivas momentos de "estrés" o de apuros al ver que te persigue una horda de monstruos rompe completamente con la dinámica y empeora la experiencia de juego, al igual que el hecho de que haya picos de dificultad sin demasiado sentido en el que pasas de estar muy tranquilo a que todo tu equipo muera y tengas que volver a empezar de cero.

Esto es una pena precisamente porque en los pocos momentos en los que se vive un poco de agobio Killing Floor 3 se disfruta muchísimo más y saca a relucir sus cualidades, como la variedad de zeds que hay (cada uno con sus cualidades) y la importancia de gestionar bien la economía y de prepararse para cada ronda.

Primeras impresiones de Killing Floor 3: un paso adelante, pero nada revolucionario

Al jugar podremos desbloquear diferentes habilidades

Además, toda la parte de los diferentes especialistas y sus habilidades, las opciones para mejorar el arma con equipamiento y cualquier otro apartado que envuelve lo que son las partidas como tal tiene un gran potencial que termina pasando desapercibido, en este y en cualquier juego, si el gameplay no termina de enganchar.

Aun así, es cierto que la experiencia debe de mejorar mucho aprovechando sus posibilidades cooperativas para jugar con amigos, algo que yo no he podido hacer; sobre todo porque desde el propio juego te invita a descubrir y experimentar con las sinergias que se pueden crear al ponerse de acuerdo con el rol y el equipamiento que lleva cada uno. Estoy seguro de que ese componente estratégico suma, pero, de nuevo, no termina de servir de demasiado si en cada partida de unos 40 minutos se viven unos 5 de emoción.

Primeras impresiones de Killing Floor 3: un paso adelante, pero nada revolucionario

Entre las rondas podemos ir mejorando nuestro inventario en los puntos de compra

Precisamente la duración de las partidas es otro problema, no porque sean largas, porque si ese tiempo se llena con diversión no hay problema, sino porque pueden resultar tediosas en ciertos puntos. Antes hemos mencionado que los mapas son muy grandes, y esto es contraproducente por momentos los zeds se quedan desperdigados y hay que buscarlos para que termine la ronda.

Killing Floor 3 es muy sólido, pero no brillante

Para concluir, todo lo que hemos explicado no quita que este título no esté bien hecho. No nos hemos encontrado ningún fallo, algo sorprendente en una beta, ni hemos experimentado situaciones frustrantes en las que el juego sea, de alguna manera, injusto con las habilidades del usuario. Con esto queremos decir que, en general, se recompensa a quien se mueve con sentido, compra las armas cuando toca y ayuda al equipo, haciendo que esto te acerque más a sobrevivir a todas las rondas.

El mayor problema de Killing Floor 3 es que, por ahora, no ha terminado de dar ese salto de calidad que consiga que el juego enganche de verdad y que haga que después de una oleada estés deseando que llegue la siguiente o que después de una partida solo pienses en buscar otra. Habrá que esperar para ver si la versión final del título, que se lanzará para PC, PlayStation 5 y Xbox Series X/S el 25 de marzo, sí nos da esto.

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