Probamos Worldless: el siguiente nivel del combate por turnos

Muchas veces tenemos la sensación de que todo está inventado y que lo único que nos queda es repetir lo que ya hay. En el mundo de los videojuegos también nos podemos encontrar con esa idea, pero por suerte siempre hay personas decidas a romper las reglas. Por eso Worldless es tan importante, porque ha sido capaz de crear un nuevo sistema de combate por turnos en los que nunca dejamos de tener acción, por lo que podemos disfrutar de peleas mucho más fluidas, pero sin perder el orden.

De hecho, este es uno de los puntos claves de este título. Gracias a la charla magistral que recibimos ayer de David Sánchez y Yoel Rossel, dos de los tres pilares de Noname Studio, entendimos que Worldless nace de no dar nada por sentado, del sentimiento de rebelión contra los juegos que no plantean un desafío para los usuarios y de la convicción de que los videojuegos son arte, y, por lo tanto, pueden ser preciosos.

Todo lo que os podamos contar se queda corto en comparación con la experiencia de juego que vosotros mismos podéis vivir desde ya. Worldless ya está disponible para todas las plataformas (puede incluso que llegue para Nintendo Switch 2, cuya fecha de salida se podría haber filtrado) y se presenta como una de las grandes estrellas de los juegos indies, por lo que intentaremos estar a la altura al describir nuestras sensaciones.

Worldless: un espacio onírico en el que perderse

Siempre se ha dicho que no se debe juzgar un libro por su portada, pero es muy complicado no hacerlo, sobre todo cuando la carta de presentación es tan buena como en este título. Yoel Rossel se encargó de mostrarnos el trabajo que llevaba y el sentido que tenía cada escenario, y trabajar con tanto cariño da unos frutos increíbles.

El resultado es, sencillamente, encantador. La estética minimalista de los mapas 2D que recorremos (con temáticas diferentes basadas en formas y colores), del diseño de los personajes y de las animaciones, que son un espectáculo digno de analizar frame por frame, casan perfectamente con la narrativa de este juego.

Nos encontramos en un mundo formándose, nada está escrito y todo lo descubriremos jugando. El hecho de que haya tan poca información narrativa nos encaja totalmente con la propuesta que es este título. Es complicado de describir, pero la mejor manera de expresarlo es que no tenemos que entender una historia, si no sentirla, y para eso a penas son necesarios diálogos o textos. Hay que ser valiente para tomar una decisión así, pero es un acierto total.

Puzles y plataformas como método de avance

Worldless es un título 2D en el que los elementos típicos de los juegos de plataformas están presentes

De todo lo que os hemos contado os daréis cuenta, como muy tarde, en los primeros 25 segundos de juego, pero hay mucho más que exprimir. Sin llegar a ser un mundo abierto, tendremos una libertad bastante superior a la que existe en la mayoría de juegos de plataformas. Lo mismo sucede con la variedad de "puzles" con la que nos vamos encontrando, que no son tan complejos como en juegos estilo El profesor Layton (saga que espera una nueva entrega), pero es lo que buscamos para algo secundario.

Desde Noname Studio han insistido en que no han querido repetir mecánicas en los niveles y que han buscado evitar a toda costa la sensación de estar siempre en la misma pantalla. Con lo que hemos podido jugar nosotros, tenemos que decir que sí hemos percibido esto que nos explicaron.

Nos encontraremos con juegos de lógica que tendremos que resolver para desbloquear los caminos

Según vayamos avanzando nos encontraremos juegos de ingenio donde tendremos que entender cuál es la solución para llegar al borde más alto o de que forma podemos recolectar diferentes objetos que nos encontramos por el camino. El objetivo para cada uno de estos acertijos es muy claro: conseguir abrirnos camino hacia el final del nivel y desbloquear mejoras.

No queremos entrar mucho en estas mejoras porque los beneficios que obtenemos repercutirán en el combate, pero basta con dejar claro que no son los típicos coleccionables que encuentras por el mapa y que recolectarlos solo sirve para llenarnos de satisfacción, sino que hay una recompensa real.

Posiblemente el combate por turnos más dinámico que exista

A pesar de ser un combate por turnos, nuestro personaje atacará en tiempo real y sin límite de número de movimientos

A pesar de que todo hasta aquí está, francamente, muy bien, llegamos al punto de inflexión que supone un salto de calidad infinito para el título. Su combate es único y eso supone dos cosas. La primera de ellas es la diversión que siempre aporta el hecho de adaptarse a mecánicas nuevas y la satisfacción que se siente cuando se consigue.

Por otro lado, también significa mucho que aprender y que interiorizar, lo que conlleva que la curva de aprendizaje sea muy larga, suponiendo un desafío. De hecho, explicar a la perfección su combate a quienes no lo hayan probado también es complicado, pero allá vamos.

Lo más básico es entender cómo funcionan sus turnos ofensivos. Estos tienen un tiempo, pero no un número máximo de ataques, por lo que nuestro personaje llevará a cabo las acciones que le ordenemos en tiempo real durante los segundos que dure nuestro ataque.

Las animaciones y los efectos de combate son muy fluidos

Lo que hace realmente dinámicos los combates es que, cuando le toca al rival atacar a nosotros no nos toca descansar y esperar a que termine, si no que tenemos que defendernos. De esta manera, las dos fases de la pelea son igual de emocionantes, y os aseguramos que ninguna de las dos es más aburrida que la otra.

En cuanto a nuestros ataques, hay tres clases de golpes, que tiene distintas cualidades y son más útiles para diferentes enemigos, dependiendo de la debilidad de cada uno. Además, nuestras habilidades, que podemos ir desbloqueando en un árbol de ataques típico de este tipo de juegos, tienen diferentes puntuaciones en dos campos. Primero, pueden hacer más o menos daño, y segundo, pueden llenar más o menos el tanque de absorción.

Os preguntaréis qué es eso, y, de primeras, os podemos decir que es otro motivo más que evita que los combates sean aburridos. Siendo más detallistas, los tanques de absorción son los que nos indican cuando podemos absorber a un enemigo, porque sí, no solo se pueden derrotar y ya. La principal ventaja de absorberlos, que requiere más tiempo y esfuerzo que acabar con ellos simplemente, es conseguir esos puntos con los que desbloquear habilidades en el árbol que antes os hemos mencionado.

En el árbol de habilidades desbloqueamos nuevas técnicas para mejorar nuestro rendimiento en combate

El momento correcto para llevar a cabo esta acción es cuando el tanque esté completo, por eso es importante utilizar una variedad grande de ataques, no solo los que más daño hacen. De hecho, emplear un abanico amplio de combos es clave por otro motivo más, y es que cuanto más usemos un movimiento en una pelea menos daño hará, evitando, como bien explicaba Yoel Rossel, que podamos pasarnos Worldless apretando solo el botón X.

La fase defensiva también nos exige mucha concentración. Dependiendo del tipo de ataque que vaya a usar nuestro contrincante (físico, mágico o físico-mágico) veremos un destello diferente en la pantalla. Nuestra capacidad de reacción será clave para que nos cubramos como debemos y, si nuestro timing es el correcto, podamos incluso dar por finalizado el turno del adversario antes de tiempo.

Aunque todo esto parezca muy complicado, entenderlo solo lleva dos combates, eso sí, dominarlo ya es otra historia. Sin embargo, la belleza de Worldless es esa, nos presenta un margen de mejora increíble que nos empuja a competir contra nosotros mismos e incluso a repetir todas las peleas para superar nuestra habilidad en combate.

Un juego con alma que merece una oportunidad

A pesar de tener un estilo minimalista, todos los diseños están llenos de detalles

Cuando David Sánchez y Yoel Rossel nos contaron que el proyecto que ha dado a luz este título nació hace diez años empezamos a entender porque es una propuesta tan sólida. El primer título de Noname Studio cuenta con una complejidad que solo se consigue cuando se da vueltas y vueltas a un concepto hasta perfeccionarlo. Después de ver cómo se ha creado, de entender el proceso por el que ha pasado, de escuchar las explicaciones pertinentes y de jugarlo, podemos decir que no hay ni un mínimo detalle que cambiaríamos.

Esto que vamos a decir parece muy banal, pero Worldless es la mejor versión de Worldless que podría existir. No compite contra otro juego porque tiene elementos completamente únicos, así que lo único que le podría derrotar es su propio fantasma, algo que se pudiese mejorar dentro del mismo título, pero sinceramente nosotros no lo hemos encontrado.

Si buscáis un reto, un concepto distinto y un juego que se disfrute tanto en el plano de jugabilidad como en el visual, este es vuestro juego. Disfrutadlo.