Tras 3 horas jugando a Shadow Labyrinth, he descubierto que el clásico Pac-Man no tiene límites para triunfar
Shadow Labyrith reinventa la fórmula clásica de Pac-Man para convertirse en un metroidvania que apunta a ser una de las sorpresas más agradables de 2025

Pac-Man es una de las licencias más clásicas y representativas del sector del videojuego, pero con el paso de los años ha sido capaz de reinventarse para ofrecer nuevas maneras de disfrutar de su universo. Tras pasos brillantes por el 3D, el clásico "comecocos" ha querido disponer de algo completamente diferente a lo que están acostumbrados sus seguidores. En una reinvención nacida a raíz del capítulo de Secret Level, Pac-Man se adapta al género metroidvania para dar forma a Shadow Labyrinth, un videojuego con estética oscura que se aleja de la mecánica clásica del comecocos por una dinámica más adaptada a los tiempos que corren.
Gracias a Bandai Namco, durante los últimos días he tenido la ocasión de disfrutar de algo más de 3 horas de juego para descubrir la propuesta de Shadow Labyrinth que, aunque en un principio puede chocar por llevar la vitola de Pac-Man sin formar parte de la dinámica principal de la franquicia, va abriendo sus horizontes para presentarse como una apuesta seria por el género metroidvania que sorprende y ofrece un desafío de lo más interesante.
La reinvención de Pac-Man en un género que no sabías que necesitabas
Cuando Bandai Namco anunció Shadow Labyrinth, la idea de un Pac-Man transformado en un metroidvania oscuro y distópico parecía una apuesta arriesgada, casi absurda. Sin embargo, tras probar una muestra de esta reinvención del icónico comecocos, puedo afirmar que estamos ante una experiencia que no solo funciona, sino que apunta a ser uno de los metroidvanias más fascinantes de 2025. Este título, que llegará el 18 de julio a PS5, Xbox Series X/S, PC, Nintendo Switch y Switch 2, combina la esencia del laberinto original con una narrativa inquietante, mecánicas fluidas y un apartado visual que atrapa desde el primer minuto. A continuación, desglosamos nuestras impresiones de esta sorprendente aventura.
Shadow Labyrinth nos pone en la piel de Swordsman No. 8, un guerrero enigmático que despierta en un mundo alienígena devastado, rodeado de reliquias de guerras olvidadas. A su lado está PUCK, una esfera amarilla que recuerda al Pac-Man clásico, pero con un toque cyberpunk y una personalidad propia. La narrativa, que se desarrolla tras los eventos del corto de Secret Level en Prime Video, es densa y evocadora, cargada de misterio. Aunque la demo no revela demasiado, la premisa de convertirte de presa a depredador supremo mientras desentrañas los secretos de este universo resulta intrigante. La relación entre Swordsman y PUCK, con diálogos sutiles pero efectivos, promete ser el corazón emocional de la aventura.
El alma de Shadow Labyrinth reside en su jugabilidad, que fusiona la exploración no lineal típica de los metroidvanias con guiños al Pac-Man original. Los escenarios laberínticos están diseñados con un nivel de detalle que invita a explorar cada rincón, desde junglas biomecánicas hasta entornos de lava candente. La movilidad es clave: Swordsman No. 8 combina ataques cuerpo a cuerpo con un gancho de agarre que permite desplazarse con fluidez, mientras que PUCK otorga habilidades especiales, como devorar enemigos para recuperar salud o transformarse en Gaia, un mecha gigante que desata el caos.

Un aspecto destacado es la inclusión de secciones que homenajean al Pac-Man clásico. Tras derrotar a ciertos jefes, el juego te transporta a laberintos 2D con mecánicas frenéticas: aceleradores, trampolines y fantasmas durmientes añaden un giro moderno al concepto arcade. Estas áreas, aunque breves, son un soplo de aire fresco que rompen el ritmo sin desentonar. Sin embargo, la demo mostró algunos problemas de pulido en los controles, especialmente en los combates contra grupos de enemigos, donde la precisión puede resentirse. Si Bandai Namco ajusta estos detalles, la experiencia final podría ser impecable.
Desafío, puzles y combates colosales

La exploración es el pilar central de Shadow Labyrinth, y los escenarios están diseñados para recompensar la curiosidad. Los mapas, descritos como vastos y laberínticos, evocan la esencia de los metroidvanias clásicos como Hollow Knight o Metroid Dread, pero con un toque único gracias a su inspiración en los laberintos de Pac-Man. Cada bioma –desde junglas biomecánicas con enredaderas metálicas hasta cavernas de lava con plataformas flotantes– está repleto de caminos interconectados, atajos ocultos y zonas que requieren habilidades específicas para acceder.
La movilidad de Swordsman No. 8 es un punto fuerte. Su repertorio inicial incluye un salto ágil, un dash aéreo y un gancho de agarre que permite engancharse a puntos específicos del escenario, lo que fomenta una verticalidad pronunciada. Este gancho, en particular, añade una capa de fluidez al desplazamiento, permitiendo encadenar movimientos para alcanzar áreas elevadas o esquivar trampas ambientales, como púas que emergen del suelo o láseres que cruzan los pasillos. A medida que avanzas, PUCK desbloquea nuevas habilidades, como un impulso que permite atravesar corrientes de aire o romper paredes frágiles, lo que expande las posibilidades de exploración.
Sin embargo, la demo mostró que la navegación puede sentirse abrumadora en ciertos momentos debido a la densidad de los mapas. Aunque hay puntos de guardado y teletransportes, la falta de un minimapa claro en esta versión preliminar hizo que algunas áreas resultaran confusas. Si Bandai Namco implementa un sistema de mapeo más intuitivo, esta faceta podría ser impecable.

Por otro lado, el sistema de combate de Shadow Labyrinth es rápido y visceral, pero exige precisión y estrategia, especialmente contra grupos de enemigos o jefes. Swordsman No. 8 utiliza una espada para realizar combos cuerpo a cuerpo, con ataques ligeros y pesados que pueden encadenarse con un dash para reposicionarse o un parry que, si se ejecuta con el tiempo justo, aturde a los enemigos. La influencia de juegos como Dead Cells es evidente en la fluidez de estas mecánicas, pero el juego añade su propio sello con la participación activa de PUCK. PUCK no es solo un compañero narrativo; es una herramienta clave en el combate. Al presionar un botón dedicado, PUCK puede lanzarse hacia enemigos pequeños para devorarlos, recuperando salud o energía. Contra enemigos más grandes, PUCK puede debilitarlos temporalmente, abriendo ventanas para ataques críticos. Esta mecánica de “devorar” rinde homenaje al Pac-Man clásico y añade un componente táctico: decidir cuándo usar a PUCK para atacar o reservarlo para recuperar recursos es crucial en combates intensos.
Uno de los momentos más espectaculares es la transformación en Gaia, un mecha gigante que se activa al llenar un medidor de energía. En este modo, el juego cambia a un estilo más arrollador, con ataques de área devastadores y una barra de salud temporal que permite arrasar con hordas de enemigos. Sin embargo, Gaia tiene un tiempo límite, lo que obliga a usarlo estratégicamente. A pesar de estas virtudes, el combate tiene margen de mejora. En la demo, los enfrentamientos contra múltiples enemigos podían sentirse caóticos debido a una cámara que no siempre seguía bien la acción y a una respuesta ocasionalmente imprecisa del parry. Además, la curva de dificultad parecía inconsistente: algunos enemigos básicos eran demasiado fáciles, mientras que ciertos minibosses requerían una precisión casi milimétrica. Pulir estos aspectos será esencial para que el combate alcance la excelencia.
Shadow Labyrinth incorpora un árbol de habilidades que permite personalizar la experiencia. A medida que se avanza, se obtienen “Fragmentos de Código”, un recurso que se usa para desbloquear mejoras en estaciones de hackeo repartidas por el mapa. Estas mejoras se dividen en tres ramas: Swordsman (aumenta el daño y la velocidad de los ataques), PUCK (nuevas habilidades de apoyo, como un ataque a distancia o un escudo temporal) y Exploración (mejoras de movilidad, como un salto más alto o un gancho con mayor alcance). Aunque la demo solo mostró el nivel inicial de este sistema, la variedad de personalización promete permitir adaptar el estilo de juego según la preferencia: puedes priorizar un enfoque más agresivo, centrarte en la supervivencia o invertir en habilidades que faciliten la exploración.

PUCK es el núcleo de la progresión. Además de sus funciones en combate, desbloquea habilidades de exploración que transforman la forma de interactuar con el entorno. Por ejemplo, una habilidad permite a PUCK hackear terminales para desactivar trampas o abrir puertas, mientras que otra le permite transformarse en una plataforma temporal para alcanzar zonas elevadas. Estas mecánicas recuerdan a los compañeros en juegos como Ori and the Will of the Wisps, pero con un toque más tecnológico y agresivo.
Artísticamente interesante, aunque con un amplio margen de mejora

Visualmente, Shadow Labyrinth es un deleite. La dirección artística apuesta por un estilo que combina pixel art de alta calidad con efectos visuales contemporáneos, reminiscentes de títulos como Blasphemous o Hollow Knight, pero con una identidad propia marcada por su inspiración en un mundo cyberpunk devastado. Los biomas del juego son variados y diseñados con un nivel de detalle que los hace sentir vivos y decadentes. Por ejemplo, las junglas biomecánicas presentan enredaderas metálicas entrelazadas con restos de maquinaria alienígena, mientras que las cavernas de lava están iluminadas por un resplandor ardiente que contrasta con estructuras corroídas. Cada área tiene una paleta de colores distintiva: tonos verdes y grises metálicos en las zonas selváticas, rojos y naranjas intensos en los entornos volcánicos, y azules fríos en las ruinas tecnológicas. Esta variedad mantiene la exploración visualmente fresca y refuerza la narrativa de un mundo fragmentado por guerras olvidadas.
Los diseños de los personajes y enemigos son otro punto fuerte. Swordsman No. 8, con su armadura angular y capa ondeante, tiene una silueta icónica que resalta en pantalla, mientras que PUCK, la esfera amarilla que evoca a Pac-Man, incorpora detalles cyberpunk como circuitos brillantes y un ojo digital que le da personalidad. Los enemigos, desde drones biomecánicos hasta criaturas colosales, presentan animaciones fluidas y diseños grotescos que refuerzan la sensación de amenaza. Los jefes, en particular, son espectaculares: la demo mostró un enfrentamiento contra una especie de araña mecánica gigante cuyas patas se movían con una precisión inquietante, creando un impacto visual memorable.

Las secciones arcade, que rinden homenaje al Pac-Man original, adoptan un estilo retro con píxeles más gruesos y colores vibrantes, pero integran efectos modernos como partículas y transiciones dinámicas para mantener la coherencia con el resto del juego. Esta dualidad visual es un acierto que refuerza la conexión con el legado de Pac-Man sin sacrificar la ambición artística del título.
No obstante, en escenarios con muchos enemigos y efectos de partículas, se notan caídas ocasionales en la fluidez de las animaciones, por lo que habrá que esperar al producto final. Además, la cámara podía perder de vista al jugador en áreas muy verticales o durante combates caóticos, lo que afectaba la legibilidad de la acción. Estos son detalles que Bandai Namco puede corregir antes del lanzamiento, pero serán cruciales para garantizar una experiencia pulida.
Shadow Labyrinth es una apuesta que puede suponer un antes y un después

La jugabilidad de Shadow Labyrinth es su mayor fortaleza. La combinación de exploración no lineal, combates dinámicos, habilidades versátiles y secciones arcade crea una experiencia que se siente fresca dentro del saturado género metroidvania. La movilidad de Swordsman No. 8 y las habilidades de PUCK ofrecen una sensación de libertad y creatividad, mientras que los guiños al Pac-Man original añaden un toque de nostalgia que no se siente forzado. Sin embargo, el combate necesita pulirse para evitar momentos de frustración, y el sistema de navegación podría beneficiarse de un mapeo más claro.
Con su lanzamiento previsto para el 18 de julio de 2025 en PS5, Xbox Series X/S, PC, Nintendo Switch y Switch 2, Shadow Labyrinth tiene el potencial de convertirse en un referente del género si Bandai Namco aborda estas áreas de mejora. Para los amantes de los metroidvanias y aquellos intrigados por ver a Pac-Man en una luz completamente nueva, este título promete ser una aventura inolvidable que combina lo mejor de dos mundos aparentemente opuestos. Mantén este juego en tu radar: podría ser una de las grandes sorpresas del próximo año.