David Corenswet revela cómo ha sido la experiencia de ser Superman: "me sentí claustrofóbico"
Enfundarse el traje de Superman es un logro enorme, pero también requiere de un gran esfuerzo físico

Para cualquier actor, ponerse el traje de Superman es un hito que marca la transición de actor a símbolo. Sin embargo, para David Corenswet, el protagonista de Superman de James Gunn, la experiencia no fue tan gloriosa como podríamos pensar, y de hecho, resultó ser una intensa prueba física y mental.
Hace un par de días, el nuevo Hombre de Acero compartió en una entrevista cuáles fueron los desafíos de enfundarse el icónico traje y cómo ha sido su realidad.
Un traje para otro cuerpo

El traje original no estaba confeccionado para el nuevo cuerpo del actor
Como mencionamos, lejos de ser un momento mágico, la primera prueba de vestuario de Corenswet fue, en sus palabras, "decepcionante".
El traje aún estaba en piezas, sin el icónico emblema de la S en el pecho, pero el verdadero problema era el ajuste, ya que parece que este había sido confeccionado a medida según sus proporciones durante la prueba de pantalla, cuando pesaba alrededor de 88 kilos.
Pero cuando llegó la primera prueba de vestuario oficial, Corenswet se había sometido a un riguroso entrenamiento, lo que le había hecho ganar más de 118 kilos de músculo, alcanzando los 106-109 kilos. Esto, evidentemente, representa un cambio físico drástico y el traje que había sido diseñado para un cuerpo más esbelto le quedaba extremadamente ajustado; y si bien Superman parece ser gigante en pantalla, también es uno de los más débiles.
"Me sentí un poco claustrofóbico en el traje la primera vez, simplemente por estar oprimido en tantos lugares al mismo tiempo", confesó el actor, describiéndolo como una "experiencia intensa".
Los retos prácticos de ser un superhéroe
Pero no todo acababa aquí. Más allá de la sensación inicial de claustrofobia, el traje presentaba desafíos logísticos del día a día. Corenswet reveló un detalle muy humano y poco glamuroso: la dificultad para ir al baño.
Hay muchas cremalleras, pero no hay una sola que me permita ir al baño, lo cual uno pensaría que sería bastante sencillo
Y si bien se discutió la posibilidad de añadir una solución más práctica que le permitiera una mayor facilidad, el coste asociado lo hizo inviable. Aunque a pesar de estos inconvenientes, Corenswet elogió enormemente a su vestidor, Scotty, a quien describió como un "solucionador de problemas" que fue fundamental durante el rodaje.
Juntos desarrollaron un sistema eficiente para entrar y salir del traje rápidamente, lo que le permitió al actor tomar los descansos durante las largas jornadas de filmación.
Creciendo hacia el símbolo

El actor finalmente logró sentirse cómodo en el traje
Sin bien la primera experiencia fue abrumadora y restrictiva, Corenswet describe un proceso de adaptación. Con el tiempo, él y el traje "crecieron juntos". A medida que avanzaban las pruebas y los ajustes, el atuendo comenzó a sentirse como una segunda piel.
Para cuando llegó el momento de salir al set por primera vez con el traje completo, ya no se sentía como algo ajeno. "Se sentía familiar, se sentía como ‘mi traje’, lo cual fue increíble", afirmó. Esto ha sido interpretado por los fans como una prueba de cómo el ícono de Superman tuvo que ser “domado” por el actor.
No hay duda de que los comentarios de Corenswet ofrecen una visión honesta y terrenal de lo que implica encarnar a un personaje tan legendario. Muestran que detrás de la imagen imponente del Hombre de Acero hay un actor enfrentándose a desafíos muy reales, desde un aumento de peso masivo hasta un vestuario complejo. La experiencia de David Corenswet subraya que convertirse en Superman no es solo un acto de interpretación, sino también una prueba de resistencia física y mental para ofrecer a los fans lo que se espera sea una de las mejores interpretaciones del héroe hasta la fecha.