Esta es la peor película de Tom Cruise según Rotten Tomatoes
Si bien las actuaciones de Tom Cruise suelen ser un derroche de talento, existe una producción que deja mucho que desear

Sin duda, Tom Cruise saltó a la fama en 1986 a través de su participación en la obra maestra de Tony Scott: Top Gun Ídolos del aire, la cual, hoy en día es una de las más importantes franquicias de drama de acción estadounidense, al punto que ya circulan rumores sobre Top Gun 3. Sin embargo, antes de alcanzar el estrellato, el actor formó parte de producciones que no llegaron a cautivar a la audiencia y, mucho menos, a la crítica especializada.
Aunque Risky Business y El color del dinero sirvieron para allanar su ascenso a la cima en el competitivo mundo del cine, Cruise tuvo que superar una serie de obstáculos. Al igual que muchas otras figuras destacadas de la industria, su nombre aparece en varias películas consideradas “desastrosas”, entre ellas, La Momia donde comparte el papel protagónico con Russell Crowe, Sofia Boutella y Annabelle Wallis.
Pero este no es el peor papel de Cruise, de acuerdo a Rotten Tomatoes, Cocktail es el fracaso más grande de la estrella. La producción dirigida por Roger Donaldson y estrenada en 1988, presenta un 9% de aceptación en la plataforma online dedicada a la revisión y reseñas para cine y televisión.
¿De qué trata Cocktail?

Una de las peores películas en la carrera que hemos conocido, realmente
Básicamente, el argumento gira en torno a cómo hacer bebidas y dinero. Presenta la historia de Brian Flanagan, interpretado por Tom Cruise, un joven que acaba de licenciarse del ejército que consigue trabajo como camarero en un local de copas neoyorquino.
Con la intención de hacer el dinero suficiente para completar sus estudios, y bajo la dirección de su jefe, Douglas Coughlin, poco a poco, el chico se convierte en el centro de atención del local. Sin embargo, no está satisfecho con su trabajo, Flanagan aspira tener un negocio propio. Con el objetivo de materializar la idea de abrir Coktails y Sueños, se dirige a Jamaica en busca de suerte, es ahí donde su destino se cruza con el de una ingenua joven, llamada Jorda e interpretada por Elizabeth Shue, que se encuentra vacacionando en la paradisiaca isla.
En este punto, la historia nada tiene que ver el desempeño y las locuras que caracterizan a Tom Cruise en los rodajes de sus películas de acción. Todo lo contrario, la trama pierde por completo la esencia y se siente como un producto vacío y desagradable, que incurre en el sexismo y una tendencia clara hacia la dependencia del hiperconsumismo, dos de las principales razones que justifican el consenso sustancialmente negativo que tiene la película.
El talento de Cruise no logró brillar
Aunque podemos reconocer el intento de Cruise de dar lo mejor en escena, la participación en Cocktail le costó una nominación en la categoría de Peor actor en la novena edición de los Premios Razzie. Asimismo, la producción fue nominada como Peor director, Peor película y Peor guion, ganando las dos últimas nominaciones.
Además del planteamiento de inadecuado y dudoso de algunos temas, la narrativa carece de lo necesario para mantener la atención del público y es incapaz de entretener, por lo que podemos afirmar que el carisma y talento que define a Cruise quedó completamente desperdiciado.
Un fracaso rotundo e irremediable

El guion y la trama son algo flojos
La falta de coherencia es el mayor problema, así como la ausencia de un personaje sólido. Las fortalezas del actor como intérprete pierden el sentido ante la inconsistencia de la personalidad de Brian Flanagan. Al principio nos topamos con un chico afable, soñador y luchador. En un segundo plano, lo vemos dejarse arrastrar por la euforia que genera su capacidad de impresionar a las mujeres y la popularidad alcanzada.
De esta forma, pierde completamente el norte, y termina convertido en un ser carente de sensibilidad hacia las personas que lo rodean, finalmente recupera la conciencia y vuelve a ser el joven que conocimos al principio de la historia, todo en periodo de tiempo demasiado corto y con saltos muy drásticos.
Esto no solo genera la pérdida de la credibilidad del personaje, sino que impide generar empatía o, en su defecto, cautivar al espectador. En definitiva, una película que no merece ser recomendada.