Este thriller disponible en Netflix tiene una historia desgarradora que te volverá pedazo
Conmovedora, intensa y no apta para personas sensibles, así es esta obra maestra de Lee Chang-dong

En 2018, Lee Chang-dong se tomó la libertad creativa suficiente para llevar a la pantalla la adaptación de la obra maestra de Haruki Murakami. A diferencia del material original, Burning es una historia compleja y desgarradora. Probablemente, esto obedece a que su argumento se entrelaza con el de Barn Burning de William Faulkner. Al estilo de las películas tristes basadas en hechos reales, toca la fibra más honda de nuestro interior e invita a la reflexión.
¿De qué trata Burning?

Una trama perturbadora y desgarradora a partes iguales
A través de un planteamiento muy bien ejecutado, la trama sigue a Jongsu, un joven mensajero cuya vida cambia desde el momento que se reencuentra con Haemi, una vieja amiga de su vecindario, la cual le pide que se encargue de su gato mientras ella regresa de África. Una vez de retorno en la ciudad, la chica le presenta a su enamorado Ben, un adinerado y misterioso chico que esconde un peculiar secreto.
Aunque Haemi se convierte en el denominador común que los une, ambos jóvenes viven en mundos completamente opuestos. Jongsu trabaja como repartidor, pero tiene el sueño de convertirse en escritor. Por su parte, el enigmático Ben tiene un pasatiempo bastante perturbador: disfruta de quemar invernaderos.
Como el tercero en la historia, Jongsu comienza a desarrollar un comportamiento obsesivo hacia Ben, especialmente, después de conocer a qué se dedica en sus tiempos libres. Todo se vuelve más confuso y complicado cuando Haemi desaparece, justo después que Ben confiesa su intención de convertir en cenizas otro invernadero.
Gracias a este giro de los acontecimientos, la desaparición de Haemi pasa a ser el eje que sostiene el argumento. La chica se esfuma de la misma manera que lo hace un invernadero devorado por el fuego. En este sentido, queda abierta la duda, Ben se refiere a invernaderos reales, o es una metáfora que esconde la verdad, es Haemi la que está siendo consumida, una teoría que cobra mucho más sentido cuando vemos a Ben repetir el patrón con otra chica.
Un relato tenso, turbio e incierto
Como muchas de las mejores producciones disponibles en Netflix, Burning es una película de apreciación subjetiva. Desde el primer minuto, el espectador queda inmerso en una atmósfera donde el misterio se fusiona con el morbo para dar forma a un auténtico ensayo que demuestra lo que puede suceder ante la imposibilidad de expresar lo que siente el corazón.
Sin complicaciones, quedamos atrapados en un thriller existencial de primer orden, que puede ser hermoso, frustrante y perturbador en partes iguales. Esto obedece a que, incluso en su punto final, no ofrece una respuesta definitiva, dejando todo a la manera en la que interpretamos el paisaje moral y psicológico creado por el director.
Si bien sus personajes se mueven en una red de celos, venganza y obsesiones, Burning tiene la cantidad exacta de melancolía necesaria para sentirse identificados con ellos, y reflexionar tanto acerca de lo que guardamos dentro, como sobre el significado propio de la vida.
Una película abierta a la interpretación

Los acontecimientos de Buning se pueden interpretar de diferentes maneras
A simple vista, Burning tiene lo necesario para codearse con las mejores películas de drama, y probablemente una de las mejores disponibles en Netflix. Por ello, es imposible no sentir empatía hacia sus personajes, sin embargo, su verdadero punto fuerte radica en que la impresión final depende de la manera en la que cada espectador interpreta la historia.
Bien podemos estar a favor de Ben y asegurar que todos los prejuicios y acusaciones de Jongsu responden a lo que siente hacia Haemi, también resulta sencillo asumir que el pasatiempo del joven no es más que la fachada detrás de la que se esconde un asesino en serie que ataca a mujeres vulnerables.
Por esta razón, como espectadores decidimos en quién creer. Para algunos, las supuestas pruebas que condenan a Ben son sólidas, para otros, son indicios circunstanciales que provienen de la paranoia de Jongsu. Esta última hipótesis encuentra justificación no solo en los celos que mueven al chico, sino a que, desde el comienzo, se sintió incómodo respecto al estatus social de Ben.
La personalidad enigmática de Ben hace que encaje muy bien en el perfil de un asesino peligroso, cuyo único deseo es encontrar a alguien que le permita escapar de las consecuencias de sus equivocaciones.
En definitiva, en Burning quedamos de cara a una encrucijada en la que debemos elegir entre ambos personajes, sobre todo, después de la escena final cuando vemos a uno asesinar al otro.