Harry Potter: Los mayores errores de sus películas
Este pasado 1 de septiembre un gran número de fans de Harry Potter se ha reunido para celebrar una fecha de lo más especial. Porque este día, si hacemos caso a los libros escritos por J.K. Rowling, sería el día señalado para que el pequeño Albus Severus Potter, hijo de Harry y de Ginny, acudiera por primera vez a Hogwarts.
Un evento que todo el mundo que en algún momento haya disfrutado con las novelas o las películas del mundo mágico creado por Rowling ha decidido conmemorar. Y para ello, se han abierto las puertas de la estación de King’s Cross que conducen al castillo que sirve de escuela de magia y hechicería donde Harry y compañía se enfrentaron en más de una ocasión al malvado Voldemort.
Sin embargo, también ha servido para que otros celebren su particular homenaje, como Screen Rant, que ha decidido elaborar una lista con algunos de los mayores fallos y errores que han dejado las películas. Aunque, en esta ocasión podría resolverse argumentando que se trata de cosas de la magia.
El equipaje de Ron cambia al chocar con Harry en la primera película. Se trata de un error que pasaría desapercibido si no fuera porque en una escena la maleta de Ron presenta tres líneas, y en la siguiente, solo dos.
Harry se cambia de camisa mientras duerme en Harry Potter y la Orden del Fénix.
En más de una ocasión se ha podido apreciar la forma de las baterías para micrófono que portan los protagonistas bajo su ropa, a sus espaldas.
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El profesor Quirrell no tenía tan poco pelo como se nos hizo creer en Harry Potter y la Piedra Filosofal.
Otro error bastante común debido a las continuas heridas que se hacían sus personajes, es modificar entre escenas el lugar y la forma de los cortes.
De nuevo un fallo común y que también puede pasar desapercibido, se encuentra en los cambios de posición de los personajes en distintos momentos y cambios de plano.
De nuevo en Harry Pottter y la Orden del Fénix, el espectador más avispado podrá haber descubierto que ciertos elementos de CGI aparecen algo mal disimulados. En este caso, se trata de una de las escenas en el Bosque Prohibido.
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Un error que no tiene ningún tipo de disculpa es el de mostrar claramente a uno de los cámaras durante la grabación de una escena. Algo que pudimos ver en Harry Potter y la Cámara Secreta.
Si ya habíamos hablado de elementos que aparecían y desparecían, en esta ocasión, durante la primera parte de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, este extraño fenómeno se produce con las cosas que hay encima de una mesa.
En Harry Potter y la Cámara Secreta, durante el enfrentamiento final puede verse como nuestro protagonista logra eliminar toda la sangre que presentaba en sus manos, de un momento al siguiente.
Un fallo bastante llamativo, sobre todo porque el cambio en el color destaca bastante, se encuentra en una de las escenas de Harry Potter y el Cáliz de Fuego, donde en varias escenas seguidas, el color de la toalla de Hermione va cambiando de blanco a negro, después de reencontrarse con Harry fuera del Lago que sirve como una de las pruebas para el Torneo de Magos.
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Harry Potter y el Misterio del Príncipe puede destacar por muchas cosas. Pero no excesivamente por fallos de este tipo. Sin embargo, al principio del film, puede verse como una manta naranja va cambiando de posición del respaldo al reposabrazos del sofá, según la posición de la cámara.
Otra vez en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1, puede verse un nuevo fallo que en una escena muestra un libro cerrado para, en la siguiente, enseñarlo abierto de par en par. Un pequeño fallo que, sin embargo, podría ser culpa del viento.
Otro error que requiere de una vista para el más mínimo detalle, se encuentra en el movimiento del cojín de una de las escenas de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2. Sobre todo porque, aunque el personaje que se apoya sobre él no realiza ningún movimiento, el cojín va subiendo y bajando a voluntad.
Cuando se produjo el rodaje de Harry Potter y la Piedra Filosofal, las técnicas digitales no estaban tan depuradas como puedan estarlo hoy. Por ello, pudimos ver perfectamente las correas que atan a Daniel Radcliffe a su escoba voladora durante un partido de Quiddditch.
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