La furia de Walt Disney por el estilo de animación de 101 dálmatas: de trazos imperfectos, a éxito rotundo

Aunque fue catalogada como un error y odiada por el mismo Walt Disney, los 101 dálmatas forman parte de los mayores éxitos de la franquicia

La furia de Walt Disney por el estilo de animación de 101 dálmatas: de trazos imperfectos, a éxito rotundo
La animación de 101 dálmatas era uno de los factores que le desagradaba a Disney
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Si bien hoy es considerada una de las películas clásicas de Disney imprescindibles de ver, el estreno de 101 dálmatas en 1961 marcó un punto de inflexión en la historia de la animación de la franquicia. En su momento, su estilo no solo rompió los esquemas característicos del estudio, sino que propuso una nueva perspectiva bastante alejada del nivel de perfección al que estaban acostumbrados.

La película que desató la furia de Disney

101 dálmata

Considerada por Disney una de sus peores producciones, 101 dálmatas fue todo un éxito

"Nunca lo volveremos a hacer", esa fue la frase con la que Walt Disney expresó el odio que sentía por 101 dálmatas, sin saber que la cinta animada se convertiría en uno de los aciertos más importantes del estudio durante la década de los 60 y hasta la actualidad.

El film pasó a la historia como el primero de un buen número de propuestas que siguieron el estilo de trazos criticados por el pionero de la industria de la animación estadounidense.

Con un argumento basado en la historia de un par de canes que viven asombrosas aventuras en la búsqueda y rescate de sus cachorros secuestrados por la malvada Cruella de Vil, uno de los villanos más conocidos de Disney, se estrenó el largometraje que marcó un antes y un después en la trayectoria de la franquicia.

Tres factores que justificaban el descontento

El uso de la xerografía como técnica contradecía la precisión de las líneas y movimientos fluidos de la animación meticulosa a la que Disney estaba acostumbrado.

Por otra parte, le preocupaba la falta de realismo, sobre todo, en la representación y expresividad de los personajes. En tercer lugar, estaba el temor a la reacción de la audiencia a consecuencia de un estilo completamente experimental.

El inicio de una nueva era en la animación

101 dálmatas Cruella de Ville

Un estilo de animación muy, muy diferente

Las hazañas de Pongo y Perdita en 101 dálmatas: la noche de las narices frías, se estrenó después de una serie de éxitos de la productora, entre ellos, Blancanieves y los 7 enanitos, Dumbo, La bella durmiente y Bambi, las cuales compartían un rasgo común: su argumento estaba basado en un único personaje como protagonista.

Asimismo, la calidad de la animación había sido cuidada con celo por la franquicia. A diferencia de estas producciones, la propuesta de Wolfgang Reitherman, Clyde Geronimo y Hamilton Luske, causó revuelo en el estudio.

En primer lugar, incluso los cuadros más trabajos, presentaban trazos demasiado visibles, lo que, desde el punto de vista estético, eran considerados bocetos “sucios”.

Walt Disney no dudó en mostrar su repudio al cambio visual. De acuerdo a lo escrito por John Canemaker en su obra literaria, Before the Animation Begins, el productor y cineasta aseguró que jamás volverían a repetir algo así.

De la desconfianza al éxito

Las expectativas de la productora respecto al nuevo proyecto estuvieron marcadas por la desconfianza, de hecho, el estudio ya estaba preparado para el fracaso en taquilla de La noche de las narices frías.

Esta proyección negativa incrementó el factor sorpresa. Sin demora, la película que llegó contra pronóstico a las salas de cine, se convirtió en una de las más grandes revelaciones de la franquicia

Impacto en todos los sentidos

Con un presupuesto de producción de apenas 3 millones de dólares, el film terminó recaudando 300 millones en taquilla. Más allá de las cifras, el triunfo de un estilo animado en el que nadie confiaba, sirvió de base para otras producciones del estudio.

En 1963 la franquicia animada más querida de todos volvió a experimentar con los aspectos que marcaron la diferencia en el largometraje. De esta manera, el público recibió gratamente, no solo las aventuras de Patch, Penny y Lucky, sino un despliegue de producciones que replican la forma de dar vida a los personajes.

Gracias a ello, podemos hablar de un auténtico legado de animación a través de títulos que van desde La espada en la piedra, hasta El zorro y el sabueso, estrenados en 1963 y 1981 respectivamente.

En conclusión, la historia cautivadora y el uso de nuevas técnicas de animación convirtieron a 101 dálmatas en uno de los éxitos más taquilleros de la década de los 60. Hasta el momento, ha sido adaptada a varios formatos, entre ellos, videojuegos, series televisivas y películas live action.

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