La última obra maestra de Leonardo DiCaprio confirma la mayor virtud de sus mejores interpretaciones

Actualmente, de no ser por la sorpresiva reaparición de Daniel Day-Lewis tras su retiro, Leonardo DiCaprio podría haber sido considerado con razón el mejor actor en activo. Lo cierto es que ha interpretado papeles interesantes durante varias décadas, lo que lo ha llevado a codearse con casi todos los grandes cineastas de la industria. Sin embargo, aún faltaba una colaboración que ha sido muy pedida: Paul Thomas Anderson.

Leonardo DiCaprio lo vuelve a hacer a lo grande

No hay duda alguna de que Una batalla tras otra se ha convertido en otra película enorme para Leonardo DiCaprio, ya que marca ese tan esperado trabajo junto a uno de los mejores directores estadounidenses. Sin embargo, este filme también es un recordatorio de su talento cómico, ya que el actor posee un sentido del humor innato para la comedia mucho mejor del que suele apreciarse.

Aunque ciertamente hay un tipo de actor cómico que se encuadra mejor en este género, como Seth Rogen, Adam Sandler o Paul Rudd, con el que no podría compararse, existen muchos otros actores reconocidos que estaban dispuestos a asumir papeles más humorísticos. Algunos nombres que también tuvieron este acercamiento a la comedia fueron Robert De Niro, Jack Nicholson, Al Pacino o Dustin Hoffman.

En este sentido, incluso los mejores actores han demostrado que hacer reír al público no es una tarea sencilla. En consecuencia, si por algo se caracteriza Leonardo DiCaprio es por ser un actor que sigue desafiándose a sí mismo, por lo que no es de extrañar que algunos de sus mejores papeles provengan de películas en las que se le da ciertos márgenes de libertad para que pueda desatarse y brillar por completo.

Además, Leonardo DiCaprio estalló como estrella infantil debido a su capacidad de desaparecer por completo en los personajes. Dicho de otra forma, tenía lo necesario para transformarse física y emocionalmente en quien la película requiriese. Sin embargo, nunca tuvo miedo de agregar comedia a un papel si era necesario. Posiblemente, la aparente reputación que tiene de ser alguien intenso está relacionada con el proceso que tomó para meterse en el personaje de Hugh Glass, que lo llevó a ganar su primera estatuilla por El renacido.

Ese aspecto camaleónico es lo que lo convierte en la persona adecuada para interpretar a antihéroes esquivos que dependen de sus personalidades para tener éxito. Algunas de las mejores actuaciones de Leonardo DiCaprio lo involucraron interpretando a estafadores ambiciosos que se aprovechan de su confianza para evitar enfrentar consecuencias reales. Ese es el caso de los protagonistas de Atrápame si puedes o El lobo de Wall Street.

Y es que las interpretaciones de Leonardo DiCaprio comparten una característica clave: su capacidad para interpretar personajes que, aunque cómicos, están profundamente marcados por el egoísmo y la manipulación. Una forma magistral de dar vida a unos personajes que, a través de su humor y carisma, exponen las sombras de la naturaleza humana.