Las 6 mejores películas de fantasía de los 80 que siguen siendo perfectas

A pesar de haber transcurrido más de cuatro décadas desde su estreno, estas producciones no han perdido su relevancia

Las 6 mejores películas de fantasía de los 80 que siguen siendo perfectas
Sin duda, los 80 fueron una época llena de grandes producciones
Publicado en Cine

La fantasía es uno de los géneros que mayor libertad creativa brinda a la hora de hacer cine. La manera en la que permite dejar volar la imaginación supone la posibilidad de crear mundos que desafían la realidad e invitan a vivir experiencias asombrosas. Si bien sus temáticas pueden ser variadas, las historias se inclinan hacia la idea de exponer la eterna lucha del bien contra el mal.

Aunque es mucho lo que el género ha avanzado durante los últimos años gracias a las nuevas tecnologías, durante la década de 1980 se realizaron piezas que marcaron un hito, por lo que se consideran obras maestras, con capacidad de codearse con las producciones recientes.

El castillo en el cielo (1986)

El castillo en el cielo

Un hermoso clásico del anime de los 80

Dirigida por Hayao Miyazaki, El castillo en el cielo es películas de Studio Ghibli más premiadas. A través de una historia muy bien orquestada, ofrece una sensación indescriptible de descubrimiento y ejemplifica el tipo de imaginación explosiva que caracteriza al cineasta, así como su capacidad narrativa y sus conocimientos en animación.

El equilibrio perfecto entre acción y aventura, con un toque de comedia, permite que cada minuto de las dos horas en las que se desarrolla, sea igual de interesante y entretenido. El ritmo inquietante y la suntuosa ambientación, suman puntos a favor, al igual que su fascinante mundo.

En cuanto al argumento, gira en torno al viaje de dos huérfanos que intenta descubrir el misterio que existe detrás de una isla flotante en medio del cielo, la cual fue creada por una raza extinta.

La historia interminable (1984)

Indiscutiblemente, cuando hablamos de películas de fantasía, la historia de Bastian y Falkor, uno de los dragones más impresionante del cine, tiene mención obligada. Esta adaptación de la novela homónima publicada por Michael Ende en 1979, es un vuelo directo a un mundo fantástico e inigualable.

Wolfgang Petersen fue el encargado de su dirección. La trama sigue a un niño que dedica su tiempo a leer un misterioso libro que narra la destrucción del Reino de Fantasía. De acuerdo a lo plasmado en las páginas, el lugar y todos sus habitantes, están siendo destruidos por una fuerza poderosa conocida como “La Nada” y la única esperanza de sobrevivir radica en que el pequeño consiga entrar al reino amenazado. Sin duda, un homenaje directo a la inocencia infantil.

Bitelchús (1988)

Bitelchús

Una fantástica película que logró su secuela muchos años después

Aunque estuvo a punto de ser una historia mucho más oscura y perturbadora, la producción dirigida por Tim Burton gira en torno a un matrimonio de fantasmas decidido a deshacerse de los nuevos inquilinos de la mansión Victoriana en la que habitan. Para ello, recurren a los servicios que ofrece Bitelchús, un experto en el arte de asustar mortales.

Esta escalofriante y divertida historia sirvió de plataforma de impulso a la carrera de Michael Keaton. Sin embargo, el actor estadounidense no fue la única estrella presente en Bitelchús, ya que estuvo acompañado por grandes figuras de la industria cinematográfica, entre ellos, Geena Davis, Alec Baldwin y Winona Ryder.

El uso adecuado de los elementos clásicos de las películas sobre fantasmas y casas embrujadas hace de Bitelchús un filme completamente imaginativo.

La princesa prometida (1987)

La dirección de esta comedia que combina romance y fantasía fue dirigida por Rob Reiner. Si bien se ajusta a los requerimientos necesarios para conquistar a la audiencia infantil, el director se aseguró de incluir humor para los adultos. Sin embargo, la mayor parte que justifica el éxito de La princesa prometida recae sobre la dulzura y sinceridad que transmite su historia.

Asimismo, abundan las escenas de capa y espada, en un mundo fantástico donde convergen humanos, gigantes y monstruos. La trama sigue a Westley, un granjero que asume el desafío de hacer fortuna y poder contraer matrimonio con su amada Buttercup. Sin embargo, debido a una confusión, la princesa cree que ha muerto, por lo que accede a casarse con Humperdink, un odioso príncipe. Para fortuna de la joven, todo cambia con la llegada de un misterioso pirata.

Mi vecino Totoro (1988)

Mi vecino Totoro

Una de las películas más hermosas de Studio Ghibli

Sin duda, entre todas las películas de Studio Ghibli, probablemente Mi vecino Totoro es una de las más grandes obras maestras de Hayao Miyazaki. Catalogada como “perfecta” en diferentes sentidos, está ambientada en la década de los 50 durante el tiempo de postguerra, para contar la historia de una familia japonesa que se muda al campo.

Una vez instaladas en su nuevo hogar, Satuki y Mei conocen a Totoro, un espíritu del bosque. Junto a su nuevo amigo estas hermanas muestran tanto los placeres como los terrores de la infancia. La simplicidad del argumento es una oda a los cuentos clásicos de inocencia, mientras aborda temas más complejos como el valor de la familia y la importancia del ecologismo.

Nicky, la aprendiz de bruja (1989)

La candidez y gentileza que define a los personajes desarrollados por Hayao Miyazaki permite encontrar en Nicky, la aprendiz de bruja, algunas de las frases más icónicas de las películas de Studio Ghibli. Catalogada como una de las obras maestras de la animación, la historia de Kiki expone la transición de la infancia a la adolescencia.

Después de mudarse a un pequeño pueblo costero, nuestra joven bruja deberá enfrentar la melancolía e incertidumbre que puede generar el proceso de alcanzar la independencia. Además de su atractivo argumento, presume de un apartado visual inmejorable y el correcto abordaje de la sexualidad femenina, un tema pocas veces tocado en las películas occidentales. Indudablemente, la opción ideal para quienes quieren escapar de las clásicas producciones de fantasía.

En definitiva, las producciones antes mencionadas son una demostración clara del impacto que la década de los 80 tuvo sobre el género. De esta forma, está muy bien justificado que no solo sean considerados clásicos modernos, sino que mantengan su relevancia, después de todo, sirvieron para forjar las bases que han sostenido a las nuevas propuestas.

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