Max cuenta ahora con una de las mejores películas de todos los tiempos
La plataforma de streaming brinda a sus suscriptores de una historia imprescindible

Max se ha convertido en poco tiempo en una de las plataformas de streaming con mejor catálogo del sector del entretenimiento. Conocida por contar con el contenido de Warner Bros. Discovery, no solo recibe series de calidad como The Last of Us o La Casa del Dragón, pues más allá de recibir y preparar nuevos contenidos de Harry Potter y otros títulos conocidos, también suma grandes éxitos tanto del cine como de otros ámbitos.
Sin ir más lejos, la película de Parásitos ya está disponible. Dirigida por Bong Joon-ho, es una obra maestra surcoreana que combina hábilmente la sátira social con el thriller psicológico. La historia sigue a la familia Kim, que vive en la pobreza en un semisótano, sobreviviendo con trabajos temporales y robando WiFi. Su suerte cambia cuando el hijo, Ki-woo, consigue un trabajo como tutor de inglés para la hija de una familia adinerada, los Park. Poco a poco, los Kim se infiltran en la casa, cada uno tomando un rol distinto sin que los Park sospechen su parentesco. Este arranque aparentemente cómico va mutando en una crítica feroz al clasismo y la desigualdad.
La película del año 2019 destaca por su impecable dirección, fotografía y guion, que oscilan entre el humor negro y la tensión creciente. La casa de los Park se convierte en un símbolo de las divisiones sociales: luminosa y elevada para los ricos, mientras que la vida de los Kim es subterránea y oscura. Bong utiliza estos espacios para explorar cómo el sistema favorece a unos y condena a otros, sin necesidad de discursos explícitos. Cada giro narrativo revela una nueva capa de injusticia o desesperación, culminando en una violencia que estalla por la presión acumulada entre clases.
Parásitos, una recomendación imprescindible para ver en casa
Ganadora de la Palma de Oro en Cannes y del Óscar a Mejor Película, Parásitos fue la primera cinta de habla no inglesa en lograr este último galardón. Su impacto fue global porque, aunque profundamente arraigada en la realidad surcoreana, aborda desigualdades universales. Bong Joon-ho desafía géneros y expectativas, entregando una película que entretiene y, al mismo tiempo, confronta al espectador con preguntas incómodas sobre la sociedad moderna.