Super Mario Bros: La película y las claves de su éxito
¿Qué ha hecho a esta película batir los récords de taquilla?

Estrenada el 5 de Abril de este año, la película de Super Mario Bros. ha resultado ser el bombazo del 2023, sin paliativos de ningún tipo. Producida por Universal Pictures, Illumination y la propia Nintendo, es un maravilloso regalo para los fans de la saga y toda una inesperada sorpresa para los críticos de cine, que la puntuaron con notas bastante bajas y la calificaban de mediocre. ¿A qué se debe esta disparidad de opiniones entre crítica y público? ¿Qué ha pasado aquí?
Antes que nada: ¿Es una buena película?
Éste viene a ser el principal punto de la crítica especializada de cine. Argumentan (y con bastante razón) que el guión, hilo conductor de la historia de una película, flojea bastante, puesto que muchas situaciones a lo largo de la cinta suceden "porque sí" y el argumento brilla por su ausencia. La sinopsis del largometraje vendría a ser la siguiente: Mario y su hermano Luigi se introducen en una tubería mágica que les lleva al Reino Champiñón para defender a sus habitantes y su princesa del ataque del maligno Bowser y su ejército. Si lo piensas éste sería el resumen (mal hecho) de la hora y media que dura la película.
Los más acérrimos fans de la franquicia Nintendera han arremetido furiosos contra la crítica, pero olvidan una cosa (y aquí voy a hacer de abogado del diablo): Estamos hablando de críticos de cine, que calificarán a una película de acuerdo a los estándares que ellos determinan que un buen producto cinematográfico debe cumplir. Y hay que reconocer que en los aspectos negativos que han señalado llevan su parte de razón. No es un mal largometraje en absoluto (a mí me encantó), pero tampoco es que Super Mario Bros: La película sea la quintaesencia del séptimo arte, la verdad. Y también hay que entender que esta obra ha sido realizada pensando en los amantes de esta exitosa franquicia de Nintendo y todo el universo que la rodea, aquellos que llevamos décadas acompañando al bigotudo y rollizo fontanero en sus múltiples aventuras. Y por suerte o por desgracia, los críticos de cine no tienen por qué ser fans de Mario. De hecho es bastante posible que la mayoría de ellos nunca haya tocado una consola de videojuegos. Así que no es de extrañar que no comprendan la mitad de las situaciones que se suceden en este filme.

Me figuro a los críticos de cine preguntándose por qué Mario y sus compañeros corren por un arcoiris, por poner un ejemplo.
Algunas de las críticas más oídas defienden la idea de que esta cinta, más que tener un guión bien definido y adecuadamente estructurado, resulta ser un carrusel de fanservice continuo. Y bueno, no podemos negar que eso es cierto. ¿Pero es eso algo necesariamente negativo?
Darle al público lo que quiere
Yo me atrevo a afirmar que la disparidad de opinión entre crítica y público viene por el hecho de que los críticos hablan de Super Mario Bros en términos cinéfilos, cuando los fans hablamos de ella como un producto de entretenimiento. Esta peli es un sinfín de simpáticos guiños a videojuegos de la saga y sus personajes, incluso a otras franquicias de Nintendo como Punch Out!, Donkey Kong o Wrecking Crew, por decir algunas. Los fans se lo han gozado de lo lindo (y yo el primero), pero a ojos de alguien que desconoce todas estas referencias esta obra del celuloide perderá muchísimo valor. Tampoco contará con ese factor nostálgico que nos invade a todos los demás en la sala de cine. Y es que está más que demostrado que la nostalgia vende, y vende mucho.
Igualmente, yo diría que la clave del éxito de Super Mario Bros: Las película reside en que simple y llanamente se le ha dado al público lo que quería. ¿Que hay mucho fanservice? Sí, pero es que eso es justo lo que la gente pedía a gritos. Estábamos hastiados de pelis basadas en franquicias de videojuegos que pretendían ser una película primero, y un producto basado en el videojuego después. Y aquí han hecho lo contrario: esta película es un producto pensado enteramente para los fans, y sus cualidades cinematográficas pasan a un segundo plano. Además, no es que los videojuegos de la saga de Super Mario se caractericen especialmente por su enrevesado argumento. La película es como los videojuegos de los que proviene: ofrece un entretenimiento directo, simple y efectivo. La deja cortita y al pie. Diversión sin zarandajas. ¿Para qué quieres más?

Introducir un argumento más rebuscado a las aventuras de Mario y sus amigos hubiera sido un error, puesto que seguramente hubiera empañado el conjunto.
¿Qué problema tiene que la película sea un carnaval de guiños, referencias y fanservice? ¡si es justo lo que pedíamos! Cuando vemos una adaptación de un videojuego, un libro o un cómic, lo único que pedimos es que ésta sea lo más fiel posible a la obra original, y que nos muestre su universo en todo su esplendor. ¡Nada más! Yo estaba más feliz que una perdiz en el cine, viendo el mundo champiñón lleno de emoción, a Mario, Luigi, Peach, Toad, Bowser y Donkey Kong fielmente representados y totalmente acordes a la visión que yo, como todo amante de estos personajes, he tenido siempre, y una historia que me entretenga y sirva como mera excusa para ver reflejados mis momentos más icónicos del videojuego en la gran pantalla. Eso era lo que queríamos y eso es lo que nos han dado, y de ahí la sensación que ha causado. No era tan difícil, ¿verdad, señores de Hollywood?
Un nuevo paradigma
Lo más importante de este fenómeno es el maravilloso precedente que crea. Hasta ahora, estábamos cansados de tener que echarnos a temblar y temernos lo peor cada vez que se anunciaba una nueva película o serie basada en uno de nuestros videojuegos favoritos. Lo hemos visto con Double Dragon, Doom, The House of the Dead, Resident Evil, Assasin`s Creed, Max Payne, Dead or Alive, Hitman, Street Fighter, Alone in the Dark... ¡incluso con el propio Super Mario con aquella aberración de 1993!
Sin embargo, desde hace relativamente poco tiempo, desde la aparición de las películas de Sonic, todo comenzaba a cambiar y se veía un cambio en la escena cinematográfica del mundo de los videojuegos. Y Super Mario Bros: La película no hace más que confirmar lo que ya sospechábamos: que por fin el cine demuestra que sabe cómo tratar a los videojuegos, los abraza con fuerza, les da una calurosa bienvenida al mundo del celuloide y les da el mismo cariño que los jugadores les hemos dado de forma incondicional durante toda nuestra vida.
Ojalá esto no pare nunca. The show must go on!