Una negligencia en esta película de John Wayne puede ser la culpable de decenas de muertes

Varias películas son consideradas malditas por haber dejado situaciones macabras durante sus rodajes. Algunas de ellas como Mago de Oz (1939), conocida por el deplorable comportamiento de parte de los actores y las malas medidas de seguridad, se han convertido en obras maestras del cine a pesar de sus polémicas anécdotas detrás de la cámara.

Personajes de Mago de Oz (1939)

Otras como Mundo Acuático (1995) demostraron que la costosa grabación no merecía la pena ni por la respuesta del público ni por la mísera recaudación económica que consiguió. Sin embargo, una de ellas superó todos los récords, ya que no solo fracasó como película, sino que además supuso un peligro para el equipo que terminó siendo el culpable de una desgracia generalizada.

El film no es solo uno de los peores del aclamado actor, sino que tuvo consecuencias devastadoras para todo el elenco

En la década de 1950, el formato Western, género que se sigue desarrollando en la actualidad, se había consolidado como una fórmula exitosa en la industria del cine y una de las cosas que implicaba eran los rodajes en medio de áridos desiertos. Algunas películas como Cleopatra (1963) y Espartaco (1960) demostraban esto, sin embargo, años antes John Wayne ya había protagonizado una película en la que el decorado había sido un problema más allá del calor y la falta de agua.

Imagen de John Wayne

La película, titulada El Conquistador (1956), narra las hazañas de Genghis Khan y sus conquistas por Mongolia. Lo cierto es que la elección de Wayne como Khan no fue la más acertada, ya que se alejaba de los personajes que solía hacer y es probable que Marlon Brando y Yul Brynner, que terminaron rechazando el papel, hubieran hecho una mejor actuación.

No obstante, el reparto fue el menor de los problemas en una película que fracasó y marcó la vida de todos aquellos que participaron en el proyecto. Y es que la película se grabó en las llanuras de Utah, Snow Valley, Pine Valley, Leeds y Harrisburg, lugares que se situaban a 200 kilómetros del Sitio de Seguridad Nacional de Nevada, también conocido como El Sitio de Pruebas de Nevada.

Imagen de El Conquistador (1956)

Puede que esto te recuerde a las escenas de la exitosa Oppenheimer (2023) pero, en aquellos años, era muy común utilizar este tipo de lugares para realizar las pruebas de lanzamiento de armas nucleares altamente radiactivas. Cuando se grabó El Conquistador, no había pasado ni un año del uso de estas armas en esa zona y, aunque el gobierno afirmó que era un lugar seguro, es muy probable que tuviera consecuencias graves en la salud de los actores y el equipo de grabación.

Los hechos hablaron por sí solos, de las 200 personas que estuvieron en el proyecto, casi la mitad terminaron sufriendo cáncer de distintos tipos y 46 de ellas fallecieron a causa de estos, entre ellos John Wayne. No se puede demostrar que esta fuera la razón del desarrollo de las enfermedades pero, según el libro de John G. Fuller llamado The Day We Bombed Utah, la lluvia nuclear, sin importar cuán pequeña sea la exposición, es devastadora para la salud y puede producir consecuencias fatales.