¿Una película maldita? Los aterradores eventos que sucedieron en la producción de La profecía

Si bien han pasado casi dos décadas desde su estreno, la producción dirigida por Juan Moore, tiene todo lo necesario para codearse con las mejores películas de terror de 2024. Al igual que El Exorcista, El Cuervo, Rosemary's Baby_ y Poltergeist, La Profecía forma parte de la lista de películas marcadas por fenómenos inexplicables y circunstancias extraordinarias, de esta manera, supone una más de las denominadas “producciones malditas” del séptimo arte.

¿Qué hay detrás de la maldición de La Profecía?

La maldición de la Profecía alcanzó incluso el set de grabación

La hipótesis respecto a una posible maldición inició en 1975, cuando el avión en el que viajaba el protagonista principal fue impactado por un rayo. Aunque a simple vista no es nada inaudito, las especulaciones cobraron fuerza cuando se repitió la misma eventualidad tanto en el vuelo donde se desplazaba el productor ejecutivo, Mace Neufeld, como en el que iba el escritor Davie Selke.

Para los escépticos, los sucesos que avalan el argumento no son más que eventos circunstanciales. Sin embargo, teniendo en cuenta la frecuencia y la naturaleza de los hechos, es difícil refutar la idea de que existe algo más allá de lo que podemos explicar, sobre todo, considerando que la trama gira en torno un supuesto Anticristo y donde el Diablo recibe su merecido.

Pero eso no es todo, además de la caída de un cuarto rayo que causó revuelo durante el rodaje en Roma, la cancelación del alquiler de un jet privado salvó la vida de Gregory Peck quien, a consecuencia de retrasos en las grabaciones, no tuvo que viajar.

Lo asombroso en torno al asunto, no es que la aeronave en cuestión se estrelló después de impactar contra una bandada de pájaros, cobrándose la vida de todos los tripulantes, sino que cayó sobre el automóvil donde se desplazaban la esposa y los dos hijos del piloto.

Accidentes fuera y dentro del set

Los fenómenos paranormales siempre han sido objeto de debates, de hecho, son considerados parte de los efectos que generan las películas de terror sobre el cerebro humano. Sin embargo, cuando se hacen redundantes, dejan espacio para las dudas.

Durante el proceso de producción de La Profecía, Londres se encontraba inmersa en ataques provocados por el IRA, dos de ellos, involucraron a personas vinculadas a la película. El restaurante donde pretendía comer Mace Neufeld fue víctima de una bomba, al igual que el hotel donde estaba hospedado el director Richard Donner.

Los sets de grabación no escaparon de las circunstancias inexplicables. Incluso los animales utilizados se vieron involucrados en sucesos inauditos. Aunque eran perros especialmente entrenados, los rottweilers utilizados atacaron constantemente a los entrenadores, de hecho, el especialista Terry Walsh resultó herido de gravedad.

En la escena del safari la reacción aterrorizada de Lee Remick se debe mucho más que a su talento, la actriz desplazó a su personaje el terror generado por la ferocidad de los babuinos. Asimismo, al siguiente día del rodaje, uno de los cuidadores del zoológico murió en las fauces de un león.

Este no es el único evento trágico relacionado con la película. John Richardson y su asistente protagonizaron un fatal accidente de coche. Si bien el diseñador de efectos especiales apenas resultó herido, Liz Moore resultó decapitada a consecuencia del impacto de una llanta, el suceso tiene un paralelo en la producción a través de la escena en la que el fotógrafo ayuda a Robert Thorn a investigar el origen de Damien. Un dato curioso del siniestro es que ocurrió el viernes 13 de agosto de 1976, a 66,6 kilómetros de distancia de Ommen.
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La maldición de La Profecía se mantiene

¿Una película que superó la ficción? Y no de buena manera

Durante el siglo XXI han sucedido otra serie de incidentes peculiares asociados a la maldición. El primero de ellos sucedió en la filmación de un documental que habla del tema, de acuerdo a las palabras del productor, dos equipos de filmación en lugares diferentes, experimentaron dificultades técnicas exactamente iguales.

Asimismo, sucesos inexplicables formaron parte de la nueva versión de la película. El hermano del actor Pete Postlethwaite, falleció de manera inesperada, después de recibir tres seises en un juego de póquer, mientras que las imágenes de la escena en Damien donde se encuentra la marca de nacimiento del diablo, quedaron destruidas sin razón aparente.

En definitiva, los sucesos acaecidos durante el rodaje de La Profecía justifican la idea de catalogarla como una producción maldita. No solo hablamos de accidentes trágicos, sino de un despliegue de eventos espeluznantes que dejan poco espacio para las especulaciones y la imaginación.