Un conocido villano de Batman es poseído por la toxina del Joker

Desde siempre se ha considerado que el mayor enemigo de Batman ha sido el propio Joker. El Joker y el Caballero Oscuro siempre han estado en continuas cruzadas en las que a veces ganaba el bien y otras el mal. Además, el Joker posee entre su arsenal un arma letal que ha conseguido poseer a uno de los luchadores más emblemáticos y fuertes de DC: la toxina del Joker.

En Batman #122 se ha mostrado el desarrollo de una batalla librada entre Batman y Deathstroke, y se ha desvelado en la página final del número que ha recibido una dosis de lo que resulta ser este veneno del Joker. Este enfrentamiento se produce a lo largo del arco Secret Meetings, escrito por Joshua Williamson y dibujado por Trevor Hairsine. Comienza con la aparición del comisionado Gordon quien revela que un misterioso personaje ha atacado a Robin. Más tarde, se descubre que este sicario contratado no es otro que Deathstroke, quien intenta dispararle a Dick Grayson desde un techo antes de que Batman lo detenga con uno de sus artilugios.

Batman se enfrenta a uno de sus enemigos más poderosos manipulado por el Joker

Es aquí donde da comienza y lugar el intercambio de golpes entre el Caballero Oscuro y Deathstroke. Slade Wilson es capaz de admirar el estilo de lucha de Batman identificando en él las enseñanzas de algunos instructores que tuvieron en común como pueden ser Henri Ducard o el propio Ted Grant. A medida que va avanzando el tiempo, Batman necesita saber quién es el cerebro de toda esta operación e intenta averiguar quién fue el que contrató a Deathstroke. Sin embargo, Deathstroke solo puede responder que quien lo contrató tenía mucho dinero, pagó por adelantado y tenía una voz siniestra al teléfono. Finalmente, Slade se quita la máscara para revelar una sonrisa que todos recordamos y que no es más que uno de los síntomas de la toxina característica de Joker.

La toxina del Joker no es nada nuevo en los cómics. De hecho, fue utilizada por primera vez por el Joker coincidiendo con su primera aparición en Batman #1 de 1940 y se ha convertido en un elemento constante vinculado con el villano desde entonces.