Demon Slayer: estos son algunos de los mejores momentos de la cuarta temporada

La cuarta temporada del anime de Demon Slayer ha sido de las más divisivas hasta la fecha. Y es que muchos fans consideran que gran parte de esta ha sido un gran relleno, pues no ha sucedido "nada interesante". Sin embargo, esto tampoco es justo de afirmar, pues desde el principio se sabía que este sería un arco de transición.

No podemos negar que esta temporada no ha estado repleta de acción como otras anteriores, pero es entendible, pues es un arco que sirve como transición entre lo anterior y los eventos futuros que vimos en el último episodio. Además, Ufotable ha hecho un trabajo espectacular la darle más desarrollo tanto a protagonistas como secundarios.

Aunque no ha sido la temporada más movida, sí ha estado muy bien y todos estos momentos que te contaremos a continuación, lo confirman.

La entrada de Muzan Kibutsuji a la mansión Ubuyashiki

La llegada de Muzan a la mansión Ubuyashiki fue atemorizante

Aunque han surgido memes y burlas en internet contra Muzan debido a su diseño, lo cierto es que es un villano en toda regla, pues no teme matar a quien sea. Por ello, esa escena en la que camina lentamente hacia la mansión Ubuyashiki fue un momento de mucha tensión. Y es que los fans sabían que los Pilares estaban lejos y no llegarían a tiempo para lo que sea que Muzan tuviera planeado hacer.

La gran mejora de Tanjiro, Zenitsu e Inosuke

Todo el propósito de este arco de transición fue entrenar tanto a personajes principales como secundarios para hacerse más fuertes. Por ello, otro de los mejores momentos de esta temporada fue ver el crecimiento, no solo en fuerza, del trío protagonista.

Tanjiro e Inosuke consiguieron avanzar en los entrenamientos. En un principio, Zenitsu no podía. Pero tras experimentar cierto suceso, cambia completamente su forma de ser, volviéndose más serio y demostrando su auténtica fuerza.

Un mini-arco de cierre para Tengen Uzui

Tengen tuvo su gran cierre de personaje en esta temporada

En el manga, el entrenamiento de Tengen no pasa de abarcar una página. En este sentido, Ufotable lo ha hecho de maravilla al darle más tiempo al antiguo Pilar del Sonido. Este no solo pudo enfrentarse a los estudiantes y a Tanjiro en una revancha, sino que este episodio le dio un cierre a su personaje. Este es un claro ejemplo de la estupenda ejecución de contenido original en la obra, pues aporta más al desarrollo de los personajes.

El entrenamiento entre los Pilares

Aunque gran parte de los episodios se centraron en mostrarnos el entrenamiento de los jóvenes espadachines, la obra también se tomó su tiempo en mostrarnos cómo se enfrentan los Pilares en combates de práctica. Ellos también debían hacerse más poderosos. Así pues, no solo tuvimos el combate entre Sanemi e Iguro, sino también estos dos haciendo equipo en contra de Muichiro y, lógicamente, el épico entrenamiento entre Giyu y Sanemi.

El pequeño enfrentamiento entre Gyomei y Muzan

Ver a Himejima repeler los ataques de Muzan fue increíble

Esta temporada tuvo el mejor cierre posible, pues nos mostró un pequeño enfrentamiento entre un Muzan debilitado en contra del Pilar de la Roca. Este último demostró por qué es el más fuerte, a pesar de ser ciego, ya que repelió todos los ataques del villano en una majestuosa coreografía de movimiento fluido y destructivo.

Todos caen al Castillo Infinito

Cuando los fans pensaban que los Pilares, tras reunirse, acabarían con un Muzan debilitado, fueron sorprendidos por Nakime, quien los envió directamente al Castillo Infinito, hogar de los demonios. El cierre de este episodio nos mostró a los Pilares y el resto de los personajes del cuerpo de Cazadores de Demonio mientras caían a este lugar.

No solo podíamos ver el temor en los ojos de muchos, así como sorpresa y confusión en otros. Sino que también tuvimos la emoción de Inosuke al ser la primera vez que el piso cambia bajo sus pies y la mirada fría y determinada de Zenitsu, quien tiene una única misión en mente. Definitivamente, lo que está por venir será simplemente épico y sumamente emotivo.