Demon Slayer: la historia del Pilar más bondadoso es la más oscura y trágica
Este Pilar ha sufrido graves pérdidas en su vida
Demon Slayer no es solo un anime que se centra en la acción y violencia, sino que también consigue transmitir emociones a los espectadores, como la tristeza y melancolía, por ejemplo. Y es que, a lo largo de la serie, hemos conocido muchas historias de personajes que nos han dejado con un nudo en la garganta o, directamente, nos han hecho llorar.
Sin embargo, si hablamos de pasados trágicos y oscuros, entonces debemos reconocer que uno de los Pilares más bondadosos y amables es también el que tiene la historia de fondo más deprimente y cruel. De hecho, esta experiencia cambió mucho de su personalidad. Se trata de Himejima Gyomei, el Pilar de la Roca.
Himejima sufrió una cruel traición por parte de los que tanto se esforzó en proteger
Himejima sufrió muchas pérdidas en su vida y también una traición
Cuando hablamos de Himejima, por lo general se destaca su increíble poder y experiencia. De hecho, es considerado como el Pilar más fuerte de todos. Pero más allá de esto, lo cierto es que tiene una historia bastante trágica y triste. Esta se nos reveló durante los eventos de la cuarta temporada.
De hecho, el propio Himejima fue quien le reveló a Tanjiro un poco de su pasado y le compartió su historia, llena de amabilidad y traición. Y es que este joven nació en el clan Himejima n el Monte Hinode. Sin embargo, su madre murió durante el parto, por lo que quedó a cargo de su abuela y su padre.
Tiempo después, murió su padre en medio de una epidemia. No queda claro cuánto tiempo vivió su abuela. Pero rápidamente se quedó solo. Y para empeorar las cosas, también perdió la vista tras sufrir de una intensa fiebre. Sin embargo, consiguió mejorar el resto de sus sentidos para poder ubicarse en el mundo.
Gyomei era alguien muy amable y compasivo, por lo que sufrió todo tipo de rechazo por parte de la comunidad en la que vivía, ya que no pensaban ni creían que este fuera capaz de hacer lo que hacía en su condición. Después Himejima se convirtió en un monje y renunció a los placeres mundanos, cuidando de un templo. Entonces, adoptó a niños huérfanos para cuidar de él.
Himejima perdió a sus padres, a su abuela, quedó ciego y solo en este mundo tan cruel
La vida no era para nada fácil, ya que la poca comida que había, él decidía dársela a los niños. Esto hizo que bajara mucho de peso y tuviera una contextura muy frágil. Pero a pesar de estas dificultades, lo cierto es que eran bastante felices y se llevaban muy bien.
Sin embargo, uno de estos niños decidió salir del templo en la noche y fue encontrado por un demonio. El chico deseaba vivir, así que le pidió que no lo matara si le decía dónde había más niños. Y así, lo guió hacia el templo donde comenzó a masacrarlos. Himejima intentó protegerlos, pero era muy débil.
Himejima intentó protegerlos, pero varios niños decidieron huir y fueron asesinados. Así que, al final solo quedó una pequeña niña aferrada a él. Esto llenó de ira a Gyomei, quien se lanzó sobre el demonio y estuvo golpeándolo sin parar hasta el amanecer cuando fue consumido. Los habitantes del pueblo llegaron a este sitio y, al no ver rastro del demonio, culparon a Gyomei de haber matado a los niños.
Le preguntaron a la niña quién fue el responsable y ella, que seguía traumada, señaló hacia Himejima, por lo que los habitantes lo culparon de esto y lo metieron en prisión. El joven se sintió traicionado y cambió un poco su forma de ser.
Algo que Himejima no sabe es que la niña no lo traicionó, sino que ella señaló hacia donde estaba el demonio, el cual había sido consumido por el sol. Nunca culpó a Gyomei de aquella tragedia, pero este pensó que sí. Una vida muy difícil para alguien tan bueno.
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