Goku vuelve a demostrar que no es el gran héroe de Dragon Ball con otro acto condenable
El saiyan no es que haya sido el más espabilado con los villanos.

Pese a ser el gran protagonista y héroe de todas las series de anime y manga de Dragon Ball, lo cierto es que Goku no es la persona más racional a la hora de ver la diferencia entre el bien y el mal, ya que el Saiyan se ha acostumbrado siempre a luchar contra grandes rivales para poner a prueba su fuerza, siendo esto, en varias ocasiones, incluso más relevante para él que salvar el mundo.
De hecho, es sabido que Goku ve más las peleas como un entretenimiento que como una lucha entre el bien y el mal, lo que ha llevado a que en muchas ocasiones ponga en jaque al planeta Tierra e incluso al universo, siendo el mayor ejemplo de esto último cuando le propuso a Zeno Sama celebrar el torneo del poder y sin darle mayor importancia a las consecuencias de este para los perdedores. Sin embarho, parece que hay un momento peor.
Goku dista mucho de ser un héroe
Muchos recordarán que la anterior saga de Dragon Ball Super, la de Molo, Goku consiguió dominar el Ultra Instinto en el Capítulo 65, lo que ya le daba una victoria automática en la lucha. De hecho, todos a su alrededor le decían que debía eliminarle, ya que su poder y maldad lo convertían en una amenaza.
No obstante, lejos de hacer caso a sus amigos, Goku perdona a Molo en varias ocasiones, en las cuales este aprovecha para seguir atacándole y recuperar. Sin ir más lejos, en un momento dado Molo se fusiona con la Tierra de forma que destruirle implicaría destruir el planeta. Y esto solo se evitó por la intervención del Kaio Shin.
En cualquier caso, hay que decir que esto ha provocado que muchos cataloguen a Goku como un villano más que como un héroe, ya que este tipo de actos los lleva a acabo porque tiene la esperanza de que sus enemigos se vuelvan buenos y se hagan fuertes para motivarle a entrenar, siendo esto algo que ha pasado con Vegeta, Piccolo, Ten Shin Ham, Beerus, entre otros tantos.
Sin embargo, a veces las amenazas son tan grandes que el saiyan debería medir sus palabras, ya que en muchas ocasiones el destino del mundo habría estado abocado al desastre, siendo el ejemplo más clásico el de ver como Cell le daba una paliza a Gohan sin hacer nada.