La inspiración de McGonagall en Harry Potter viene de uno de los peores escoceses que han existido

Actualmente Harry Potter ha conseguido que sus personajes sean reconocidos a nivel mundial, por lo que nadie se extraña de ver nombres que, de entrada, podrían sonar raros como es el caso de Dumbledore o McGonagall. No obstante, estos tienen un origen muy peculiar y es que la autora de los libros escribió los mismos en Elephant House, una cafetería de Edimburgo con vistas al Cementerio de Greyfriars, del cual salieron muchos nombres de las novelas.

Para poner en contexto hay que decir que el concepto que se tiene de los cementerios en Escocia es muy diferente al que se le da en España y otros países, ya que estos tienen la consideración de ser parques hasta el punto de que se hacen pícnics e incluso se tienen citas junto a las tumbas. De esta forma, en uno de sus descansos de escritura, se sabe que Rowling paseaba por el Cementerio de Greyfriars, conocido por la historia del perro Bobby (la cual no tiene nada que envidiar a la de Hachiko). Y fue justo aquí de donde surgió el nombre de McGonagall de la forma más inesperada para Harry Potter.

William Topaz McGonagall está enterrado en el Cementerio de Greyfriars

Bajo esta premisa hay que decir que el nombre de McGonagall ha sonado bastante fuerte estos días debido a que ya se ha dado a conocer la actriz que la interpretaría en la serie de Harry Potter en HBO Max, aunque esta ha pasado desapercibida debido a la gran polémica en torno al papel de Snape. Ahora bien, hay que decir que Rowling tomó muchos nombres del Cementerio de Greyfriars al observar las tumbas, entre las cuales estaba William Topaz McGonagall.

Es aquí donde entra la ironía, ya que, pese a ser una de las brujas más hábiles y queridas del mundo mágico de Harry Potter, William McGonagall fue uno de los peores poetas británicos hasta el punto de que se le considera el peor de la historia. No obstante, pese a ello, este autor continuó publicando sin importar lo que dijesen los demás, siendo este empeño y lo bien que sonaba el apellido lo que llevó a Rowling a darle este nombre a la profesora de Transformaciones.

Sea como fuere, hay que señalar que los nombres en Harry Potter tienen un origen que va más allá de que suenen bien, ya que hay ejemplos como el de Hermione que procede de una obra poco conocida de William Shakespeare. Por lo demás, nos mantendremos a la espera de saber más sobre el futuro de Harry Potter.