Un sacerdote gasta más de 40.000 dólares en Mario Kart y Candy Crush
Alegó sufrir una gran adicción a los videojuegos en el momento de los hechos

Muchos hemos tenido el fatal impulso de gastar más dinero de la cuenta en ciertos títulos, especialmente en juegos free-to-play. Ya sea porque estos incentivan de maneras claras la inversión mediante divisas reales, o simplemente porque queremos ahorrarnos alguna parte tediosa de la experiencia, es común sentir ese impulso. Lo más común después de esto es desecharlo, seguir jugando o simplemente abandonar el título que nos hace sentir de esta manera, para así evitar derrochar dinero de una manera que no muchas personas se pueden permitir. Aun así, cada cierto tiempo conocemos de casos de personas que sucumben a sus instintos, y quizá este sacerdote lo ha llevado todo demasiado lejos.
Si simplemente hablamos de un sacerdote que se gastó su sueldo en videojuegos no habría ningún problema, pero hay dos detalles que chirrían más que el resto. El primero es que estamos hablando de 40.000 dólares, una cifra nada desdeñable, pero el segundo es que ha sido un escándalo porque ese dinero había sido robado a la iglesia en la que trabajaba.
Un escándalo en la iglesia
Tal y como han informado varios medios, la identidad de este sacerdote "gamer" es Lawrence Kozak, el cual ha sido acusado de robar ese dinero entre los años 2019 y 2022 a la iglesia en la que trabajaba en aquel momento, y precisamente gastarlo en Mario Kart Tour y Candy Crush, dos grandes juegos para móviles. Esto lo ha llevado a tener que pagar una importante suma de dinero en concepto de fianza para poder quedar en libertad. Más concretamente, se le solicitaban 250.000 dólares para poder ser libre.
Este sacerdote ha alejado tener una adicción a los videojuegos que ya se estaba tratando, pero el problema viene cuando nos enteramos de que robó a su iglesia todo ese dinero. Esto lo justificó señalando que la tarjeta de crédito en cuestión ya se encontraba enlazada con el dispositivo móvil en el que jugaba, y que nunca quiso gastarse el dinero de la propia iglesia, pero esto no parece haber convencido a los investigadores del caso.
Sea verdad o no esto último, realmente podemos afirmar que es posible que este sacerdote tenga una gran adicción a estos videojuegos, dada la sorprendente cantidad de dinero que se ha gastado en los mismos, aunque no fuera su propio dinero.
Tendremos que estar atentos para conocer cuáles son las consecuencias finales que tendrá este sacerdote por los hechos acontecidos, aunque por ahora se encuentra en libertad tras haber pagado la ya mencionada fianza.