ARK: Survival Evolved para Nintendo Switch a fondo
ARK: Survival Evolved, el existoso juego de Wildcard que llegó en 2017 (aunque tuvo acceso anticipado desde 2015), arrancaba su andadura en la consola híbrida de Nintendo el pasado 30 de noviembre. El port a Nintendo Switch siempre da un poco de vértigo (sobre todo viendo su primer tráiler de lanzamiento), porque no todos los juegos encajan en el concepto portátil de la consola, pero tenemos que reconocer que con dinosaurios de por medio todo parece mejor.
Para los despistados, ARK: Survival Evolved es un juego de supervivencia en primera persona en un entorno natural hostil lleno de dinosaurios y otros animales ya extintos como el simpático Dodo. En cuanto nos adentremos en esta jungla nos daremos cuenta que será una de nuestras primeras fuentes de alimentación. Con gran componente de gestión de recursos, el survival nos advierte continuamente de los peligros que corre nuestro personaje, que deberá valerse en combate si quiere sobrevivir.
Pero empecemos por el principio. El estilo de ARK es muy atractivo para jugarlo en una consola portátil, aunque el rendimiento no es el esperado. No consigue mantener los 30 frames estables y tiene algunos problemas con el renderizado de las texturas, algo que ocurre con menos frecuencia en Dock. Por suerte, esto no lo hace injugable, pero le hace flaco favor al gran apartado visual que ha presentado en otras plataformas. El contenido de ARK es enorme, igual que en las demás versiones, con la posibilidad de jugar modo historia de un solo jugador o en línea con otros jugadores, para lo que necesitarás el servicio Online de pago.
Duración ilimitada de horas de juego
Así que creamos un personaje en un completo editor y despertamos en una isla que será el lugar de reaparición cada vez que morimos. En principio es un juego que abruma debido a todo el contenido que tenemos disponible y sin posibilidad de tutorial. Nos enfrentan a la supervivencia sin filtros, pero en seguida crea una necesidad imperiosa de explorar, descubrir y aprender cosas nuevas. En este sentido encontramos algunas dificultades con los controles y a la hora de apuntar para pelear. Es fácil perderse en el inmenso menú, pero a base de práctica y haciendo uso de la pantalla táctil se agilizan algunos procesos que de otra forma serían tediosos. Es el caso del intercambio de objetos entre inventarios o equiparlos en nuestro menú rápido.
Este menú está compuesto de una serie de espacios que tienen asignado un atajo para utilizar los objetos de una forma más ágil. Está dividido en dos zonas (que se activa manteniendo L) para darle doble funcionalidad a los botones. Así podemos hacer las acciones habituales y hacer uso de los objetos, una práctica que será una constante durante el juego. Por este motivo es aconsejable situar los recursos perecederos (sobre todo la comida) en los espacios de la izquierda si no se quieren perder, según nuestra experiencia.
Sin embargo, cuando estás inmerso en un combate, más vale que tengas localizado cada elemento, porque no es el método más orgánico. Como siempre tendremos armas de cuerpo a cuerpo como la lanza o el pico, que también se usa para extraer sílex, y a distancia con hondas o arcos, entre otros. A medida que aprendemos otras técnicas mejoraremos en todos los aspectos para enfrentarnos a dinosaurios de mayor nivel.
Domestica y monta distintos dinosaurios
En un principio hay que descartar casi por completo la idea de explorar la jungla o alejarse un poco de nuestro asentamiento. El juego facilita algunos puntos de reaparición pero no está de más construir una cama para volver a la partida desde un sitio seguro. Si por el contrario te gusta el riesgo, también se puede reaparecer en lugares de dificultad media o difícil. Cuando el personaje muere pierde el inventario y puede recuperarlo allá donde pereció, pero tiene un tiempo de descomposición como la mayoría de recursos naturales del entorno.
La experiencia se torna intensa cuando dominamos ya todos los controles y vamos descubriendo todo lo que podemos crear, construir o mejorar. ARK: Survival Evolved nos da una duración ilimitada de horas con la inquietud de explorar esta isla que tiene cerca de 50 km2. Descubrir dinosaurios es la mejor parte de este survival en el que vibra el mando cuando estamos cerca de uno grande. ¿Será hostil o no? Diplodocus, Triceratops o el mismísimo T-Rex son el mejor aliciente para volver a jugarlo en Switch. Algunos de ellos se pueden domesticar e incluso montar para recorrer la isla más rápido.
Otra de las claves de ARK: Survival Evolved es su multijugador. Gana mucho la experiencia cuando tienes más integrantes en la tribu para que cada uno se encargue de una tarea. Cuando ya cultivas, construyes, cocinas o cazas te darás cuenta de lo bien que te vendrían dos manos extra. Y el componente de jugar con amigos online o el simple hecho de encontrar vida inteligente en el mismo escenario siempre es gratificante.
Más de 5 millones y medio de copias vendidas en 2016
Como comentábamos anteriormente, en Dock también mejora la experiencia jugable, evitando dejarnos los ojos en el detallado inventario y mejorando la tasa de frames por segundo. No obstante, le vendría bien una actualización para optimizar el apartado gráfico en general, donde ganaría enteros.
En las demás plataformas ha tenido mucho éxito, consiguiendo un millón de copias en tan solo un mes en su lanzamiento anticipado en Steam. Pero no se quedó en el boom inicial, porque para 2016 ya había vendido más de 5 millones y medio de copias tanto en Windows como en Xbox One, gracias a la posibilidad del juego cruzado, consiguiendo un récord de ventas en esta última plataforma. Por otra parte, fue el juego más vendido en la Store de PlayStation durante meses en el comienzo de 2017 y tan solo un año después fue anunciado para Switch. Todo un periplo bien merecido para el trabajo de Wildcard.
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