World of Warcraft da pistas de su próximo villano

Tras más de diecisiete años de su lanzamiento y una serie de sorpresas alrededor de la historia principal, World of Warcraft se ha consolidado como uno de los juegos de rol más significativos entre la comunidad de jugadores. Tanto así que cada actualización mantiene en vilo a la audiencia; pero ello significa, como en otros videojuegos, que podría haber impaciencia por saber qué les esperaba detrás de estas actualizaciones de sus franquicias favoritas. Entre tanto, antes de que las empresas desarrolladoras realicen los anuncios oficiales, llega a haber filtraciones de información, y World of Warcraft no es la excepción a las filtraciones de expansiones.

Una semana antes de que se anunciara oficialmente Cataclysm, la comunidad de World of Warcraft ya había conocido a los goblins, los worgen y la cara siempre alterada de Azeroth. De hecho, Mists of Pandaria se filtró cuando Blizzard solicitó una marca comercial, sin embargo, en aquel momento no muchos jugadores estaban dispuestos a creer que se tratara en realidad de una expansión de World of Warcraft. Por su parte, las capturas de pantalla de la cinemática de Warlords of Draenor se filtraron algunos días antes de lo previsto.

Considerando lo anterior, no es para nada sorprendente que los fans de World of Warcraft tengan una idea bastante clara de lo que podría implicar la próxima expansión, aunque todavía no haya sido anunciada por Blizzard Entertainment oficialmente. De acuerdo con la amplia gama de filtraciones y rumores que surgieron en los últimos meses, muchos de los jugadores creen que la próxima expansión de World of Warcraft estará ambientada en las Islas Dragón, y una reciente actualización del minimapa de Dragonblight no hace más que reforzar esta teoría.

Un cambio en World of Warcraft que podría ser más que necesario

A grandes rasgos, aunque el minimapa de Dragonblight se ha actualizado hace poco tiempo, no ha habido cambios notables en la ubicación en comparación con una versión en proceso de elaboración que se subió a la base de datos del juego en la versión 8.2 durante Battle for Azeroth. De este modo, considerando que el minimapa de esta versión del Descanso de Galakrond ha sido modificado, y comparándolo con las anteriores filtraciones relacionadas con una posible expansión con temática de dragones, hay muchas coincidencias que habría que considerar para saber lo que nos espera tras esta actualización.

En primera instancia, las principales diferencias que encontramos en esta versión de Dragonblight con respecto a la que le antecede (mostrada a la derecha) es que se ha eliminado toda la arquitectura de los Titanes, incluido el icónico Templo de Wyrmrest que domina la zona. Además, faltan los huesos de Galakrond, así como los Dragonshrines de obsidiana, rubí y bronce.

Las implicaciones de estas notables ausencias apuntan a una posibilidad emocionante: una nueva instancia de las Cavernas del Tiempo en la que se muestra la derrota de Galakrond por las versiones primigenias y tempranas de los Aspectos del Dragón originales: Ysera, Nozdormu, Malygos, Alextrasza y Neltharion. Para una expansión que aparentemente gira en torno a los dragones y su futuro, de manera relativamente sencilla, volver al pasado para observar uno de los momentos más importantes de su historia sería un gran paso para World of Warcraft.

Dada la mala acogida que tuvo el final de Tierras Sombrías, así como el cansancio de los jugadores por el enfoque de World of Warcraft en su lore cósmico, reducirlo todo a una simple expansión construida en torno a frustrar a un Galakrond resucitado podría ser el giro inesperado que la historia de World of Warcraft realmente necesita.

Galakrond, un dragón clave en la historia de World of Warcraft

Por si no has seguido de cerca la historia de World of Warcraft, Galakrond es un proto-dragón, considerado como "el padre de los dragones". Se sabe que era una criatura extremadamente malvada que intentó destruir todos los proto-dragones obligando a todos los vuelos (en manos de los vuelos rojo, azul, verde, negro y bronce) a unirse para vencerlo.

Galakrond era una criatura imponente debido a su inmenso tamaño, que tomó tal forma luego de un constante consumo de presas. Sin embargo, gracias a su insaciable apetito terminó por devorar a otros proto-dragones y este acto de canibalismo corrompió en gran medida la esencia de Galakrond, ya que pronto su figura se distorsionó y aumentó considerablemente su tamaño, algo que horrorizó a su misma especie. De hecho, esto desencadenó que los proto-dragones que había devorado se convirtieran en no-muertos que cazaron al resto de la población sobreviviente.

Por esta razón los proto-dragones hicieron una alianza contra Galakrond, pero fracasaron en el intento, ya que su poder era colosal. En vista de su derrota, los guardianes, sirvientes de los Titanes, decidieron ayudar al tipo más evolucionado de proto-dragones (Malygos, Nozdormu, Neltharion, Ysera y Alexstrasza) con el objetivo de preservar el futuro de Azeroth. Los cinco aspectos futuros combinaron su inteligencia y habilidades para destruir a Galakrond y sólo de este modo lograron su cometido: salvar Azeroth.

Un vistazo al pasado podría darnos más detalles de la historia de este villano en World of Warcraft, pero, ¿qué sucedería realmente si Galakrond volviera a la vida?