Los responsables de GTA VI son acusados de prácticas antisindicalistas tras despedir a más de 30 empleados
Rockstar ha despedido a decenas de empleados en las últimas semanas en medio de un asunto que se está volviendo espinoso
Mientras se acerca 2026, el momento de disfrutar de GTA VI cada vez se antoja más próximo, en caso de que la propuesta de Rockstar no vuelva a retrasarse. Mientras los jugadores no paran de debatir sobre la llegada del tercer tráiler del título, la compañía norteamericana se ha visto envuelta en una polémica delicada durante las últimas horas, debido a varios despidos que se han producido en el seno del estudio.
Rockstar Games, el estudio detrás de la esperada próxima entrega de Grand Theft Auto, atraviesa un momento delicado tras la reciente expulsión de entre 30 y 40 empleados en sus oficinas del Reino Unido y Canadá. La decisión ha desatado una fuerte controversia, ya que, aunque la empresa matriz Take-Two Interactive sostiene que se trató de casos de «mala conducta grave», organizaciones laborales y trabajadores afectados afirman que la verdadera razón habría sido impedir iniciativas de sindicalización dentro de la compañía.
Según las acusaciones, varios de los empleados despedidos participaban en un canal privado en Discord donde se discutía la posibilidad de organizar un movimiento sindical. Este punto ha alimentado las críticas de representantes laborales, quienes acusan al estudio de llevar a cabo un acto directo de obstrucción sindical. Desde su perspectiva, los despidos no solo buscan frenar la organización interna, sino que también envían un mensaje disuasorio al resto de la plantilla en un momento en el que la industria del videojuego vive un creciente debate sobre derechos laborales, condiciones de trabajo y protección colectiva frente a decisiones corporativas unilaterales.
Rockstar defiende que los despidos fueron por motivos internos
Frente a ello, Take-Two mantiene que los despidos no están relacionados con ningún intento de organización sindical y que la medida responde exclusivamente al incumplimiento de normas internas. La compañía ha reiterado su apoyo a Rockstar y su visión, defendiendo que las decisiones adoptadas son coherentes con sus políticas laborales. El contexto tampoco favorece a Rockstar, que en los últimos años ha tenido que reforzar sus medidas de seguridad tras la sonada filtración de contenido de GTA VI en 2022. Algunos analistas sugieren que dicho episodio pudo endurecer la postura interna al detectar canales privados de comunicación no autorizados, elevando la tensión respecto a la gestión de información sensible.
Con GTA VI previsto para mayo de 2026 y tras admitir retrasos y desafíos en el desarrollo, este conflicto añade presión pública a un estudio que ya afronta una elevada expectativa global. El desenlace del caso podría influir en la percepción social de Rockstar y marcar un precedente importante sobre la sindicalización en la industria del videojuego, que continúa buscando un equilibrio entre productividad, bienestar del personal y transparencia empresarial.