Adam Savage y Jamie Hyneman de Los cazadores de mitos no eran amigos: ni siquiera se caían bien
Aunque no lo creas, los presentadores de Los cazadores de mitos, ¡nunca fueron amigos en realidad!

Después de trabajar con alguien durante mucho tiempo, es muy frecuente que se conviertan en parte de la familia. De hecho, los elencos suelen formar amistades duraderas. Sin embargo, también puede suceder todo lo contrario, situaciones en las que los coprotagonistas no se llevan del todo bien… Esto claro, lleva a la interrogante: ¿cómo hacen para dejar a un lado sus diferencias y fingir cercanía ante la pantalla?
Hay una larga lista de programas en los que ha sucedido esto último. Pero sin duda, una de las más impactantes y las que, aun a día de hoy, termina siendo una situación desconocida para muchos es la de Los cazadores de mitos. Adam Savage y Jamie Hyneman, quienes después de haber trabajado juntos por 14 temporadas, y haber dado vida a lo que hoy sería una de las mejores series de Prime Video nunca se consideraron amigos e incluso, ni siquiera se llevaban bien.
Solo era una relación profesional

Vivimos un engaño durante muchos años
Contrario a lo que podamos pensar, no solo por el hecho de haber trabajado mano a mano durante tanto tiempo, sino también por cómo era su relación en la pantalla, que había creado una relación amistosa después de todo, pero, en realidad, sucedía todo lo contrario.
Hace casi una década, Adam Savage dijo en una entrevista con Business Insider que su relación había cambiado radicalmente, pero que aun así, su actitud se mantenía igual para ocultar el hecho de que no eran amigos.
No nos llevamos muy bien a nivel personal. En 25 años que nos conocemos, nunca hemos cenado juntos a solas. No elegimos pasar el rato si no tenemos que estar en proximidad. Sin embargo, hay un par de cosas que sucedieron, y son bastante notables
Esto claramente es una noticia que incluso casi 10 años después de haber salido a la luz, tomará por sorpresa a muchos, pero es innegable como los presentadores hicieron que funcionara, pues, respetaban el trabajo del otro. Básicamente, se retaban mutuamente y de cierta forma, se motivaban a ser mejores, en lugar de criticar las ideas del otro. De acuerdo con Savage, hay una verdadera integridad en el proceso, por molesto que pueda ser en ciertas ocasiones.
Un proceso que funcionaba para ellos
Cuando los presentadores trabajaban en algo juntos, sus cerebros empiezan a funcionar en pistas paralelas, pero al tener, al mismo tiempo, un pensamiento tan diferente, era precisamente eso lo que le brindaba una relación tan fructífera a la horade hacer las cosas. Y de acuerdo con la explicación de Savage a BI, muy pocas colaboraciones le han permitido disfrutar de esta calidad profesional.
De acuerdo con las afirmaciones de Savage, los espectadores solo debían aprender sobre Los cazadores de Mitos. “No tienes que llevarte mal con alguien si respetas su trabajo".
La clave del éxito laboral viene de respetar las habilidades de sus iguales, y es así como Jamie y Adam podían discutir una y otra vez sobre como hacer algo, pero el simple hecho de que si al final del día el otro aún sería capaz de hacerlo, era quizá el combustible de este motor profesional.
No se trataba de una batalla de egos

Su profesionalidad era más fuerte que su orgullo
Cuando ambos logran llegar a la mejor idea para lograr un proyecto, se trata de un momento de orgullo para ambos, y este siempre ha sido el camino que los coprotagonistas seguían: ejecutar la idea correcta.
Para Savage, discutir con alguien porque quiere usar su idea en lugar de la idea correcta es algo aburrido, y en la mitad de esas ocasiones, ni siquiera se pondrían de acuerdo con a quién de los dos se le ocurrió la forma definitiva de hacer algo.
No hay razones para llevarse mal con alguien mientras se tiene la mente y los ojos puestos en un objetivo común, el cual era contar una historia sobre como llegar realmente a una respuesta sobre una interrogante que causaba una absoluta y total curiosidad, fueron las palabras con las que Adam Savage concluyó la entrevista hace un par de años con Business Insider. En algunas ocasiones, este "objetivo" podría ser un auténtico peligro, como en la semana del tiburón donde se cazaban muchos mitos relacionados con estos inminentes animales –aunque en realidad no hay que tenerles miedo–.
Para Adam y Jamie, ser famoso era tan peculiar como maravilloso, y aunque no fuese una amistad, tener a alguien con quien pasar por el mismo proceso, de cierta forma, era estabilizador. Por otro lado, en público, ambos tenían un acuerdo de no discrepar sobre cosas importantes, en realidad las discusiones siempre surgen por detalles, que se trataban de aspectos enormes cuando se debía defender a un producto o una empresa, o si se debía hacer un proyecto juntos. “Nunca nos peleábamos por las grandes cosas, y estoy muy agradecido por ello".