Cómo funciona el Contrato Demoníaco de Makima en Chainsaw Man

Makima es, fácilmente, uno de los personajes más destacables y reconocibles de todo el manga de Chainsaw Man. Ella tiene su aparición al principio de la serie. De hecho, es quien encuentra a Denji transformado en Chainsaw Man y lo invita a unirse a Seguridad Pública. La personalidad de esta chica es bastante apacible, pues siempre está calmada y pocas cosas la sorprenden o modifican sus emociones.

En un principio, cuando todos hablan sobre los contratos que tienen con demonios, nadie tiene información sobre el de Makima. Y es que todo con respecto a esta chica se ha mantenido en confidencialidad absoluta. De hecho, es de los personajes más misteriosos.

Más adelante, en la parte final de la primera parte del manga, se nos arrojan más detalles con respecto a Makima, su identidad y su contrato. Y si quieres saber más al respecto, hemos preparado este post en el que te contaremos todo. Pero debes saber que habrá spoilers, así que debes continuar leyendo bajo tu propia responsabilidad.

• Cómo funciona el contrato demoníaco de Makima
• Makima es la representación de la manipulación y el control
• Cómo romper el contrato de Makima y hacerle daño

Cómo funciona el contrato demoníaco de Makima

La inocente y vulnerable apariencia de Makima puede engañar a todos, pero, en realidad, es la representación de la manipulación

Es importante señalar que, en un comienzo, Makima es presentada como una mujer bastante misteriosa, pero que lucha junto a Denji para erradicar a los demonios malignos que aparecen y devoran a los humanos. Sin embargo, eventualmente se nos revela la auténtica identidad de esta chica.

Y es que Makima no es una humana común y corriente, sino que es la encarnación del Demonio del Control, uno de los Cuatro Jinetes de esta historia. Además, no es una chica bondadosa como aparenta, sino que es la representación de la manipulación, pues utiliza sus encantos y poderes para influenciar y controlar a los que considera que son inferiores a ella. Sin contar que todo lo que ha hecho es un plan orquestado para sumir a Denji en el sufrimiento.

Makima termina luchando contra Chainsaw Man en su forma completa, pero lo cierto es que, aunque se ve superada en poder, simplemente no muere, sin importar cuántas veces la desmiembren o arranquen la cabeza. Es aquí cuando revela más información sobre el contrato que tiene y es lo que la vuelve inmune a morir.

Makima es un demonio, por lo que puede establecer contratos con las personas. Sin embargo, los suyos son completamente distintos, ya que, a diferencia de contratos con el Demonio Zorro, Fantasma, entre otros, ella no presta sus poderes para ser utilizados en combate, sino que son vínculos unilaterales donde ella es la beneficiada.

Makima puede usar sus poderes para forzar y obligar a humanos a hacer contrato con ella

Makima, en realidad, puede establecer contratos con humanos para que estos la obedezcan y luchen por ella, lo que la convierte en una especie de maestra de títeres. Además, la mayoría de las veces, ella utiliza los poderes de ser el Demonio del Control para forzar la creación de estos vínculos con humanos y unirlos a sus filas de seguidores.

Los demonios están presentes en todos los países del mundo de Chainsaw Man. Sin embargo, Estados Unidos ha dejado de intentar derrotar a Makima debido a su poderoso contrato, el cual la hace virtualmente inmortal.

Y es que la serie nos revela que Makima ha hecho un contrato con el primer ministro de Japón, el cual le permite evitar la muerte. Y es que cuando recibe daño o daño mortal, este simplemente es dirigido a algún habitante inocente del país.

Makima es la encarnación de la manipulación, por lo que no duda en utilizar a los inocentes como simples herramientas; en este caso, de sacrificio. Y es que cuando alguien ataca a Makima con intenciones dañinas, todo esto se transfiere a alguna persona aleatoria en el país. Esto se debe al contrato con el primer ministro, quien les ofreció a sus habitantes como cerdos al matadero.

Makima es la representación de la manipulación y el control

Makima es capaz de controlar y manipular incluso a los animales para tener oídos en todas partes

Como hemos mencionado, Makima es un demonio muy diferente a todos los vistos en la serie. Y es que, aunque son criaturas sanguinarias, suelen respetar los contratos que hacen con los humanos y ofrecen sus poderes a cambio de algo. Por otro lado, Makima no es así, pues ella manipula a las personas para que hagan contratos con ella y, de esta forma, se sumen a su ejército de seres manipulados.

Este contrato de Makima la vuelve absurdamente poderosa, ya que hace honor al Demonio que representa, pero también es una interesante forma de mostrarnos que está por encima de todos. Algo que ya pudimos ver cuando Kishibe muestra aquel mítico mensaje que dice 'Makima está escuchando'. Esta es una clara prueba de que todos son herramientas a su merced y ella es una especie de omnipotencia en este mundo. Y es que se estableció que esta es capaz de manipular hasta a los animales, como roedores, lo que le permite tener oídos en todas partes.

De hecho, Makima incluso se enfrentó al Demonio de la Oscuridad, que es uno de los Demonios Primigenios y es más poderoso que ella. Y, aunque este la descuartizó, no murió, pues su contrato se lo impide, sino que todo este daño mortal lo recibió algún ciudadano japonés.

Pero si Makima es tan poderosa y tiene este contrato absoluto, ¿significa que no puede morir? Pues no exactamente, ya que siempre se pueden encontrar lagunas legales en los contratos, como lo hizo Denji.

Cómo romper el contrato de Makima y hacerle daño

Makima tenía la intención de construir una vida de ensueño para Denji, solo para destruirla con sus manos y sumirlo en la miseria

Esta es una pregunta automática que surge tras conocer los detalles del funcionamiento de su contrato con el primer ministro de Japón. Sin embargo, al igual que puede ocurrir en contratos de la vida real, se pueden encontrar vacíos legales que se pueden aprovechar a voluntad.

El contrato que Makima tiene con el primer ministro de Japón establece que todos los ataques que esta reciba con odio, malas intenciones o deseos de hacerle daño, serán transferidos a algún civil del país. Esto significa que aquellos ataques que se ejecuten con buenas intenciones o amor sí surtirán efecto.

Fue así que Denji se las arregló para vencer a Makima, ya que sentía pena por ella y consideraba que asesinarla era liberarla de su sufrimiento y triste vida. En otras palabras, el protagonista actuó por amor, lo que le permitió ignorar el efecto del contrato y derrotarla de forma cruda.