Dexter: Resurrection revive a otro villano icónico en su explosivo final de temporada

La nueva secuela de Dexter finaliza con ganas de continuar en una segunda temporada

Dexter: Resurrection revive a otro villano icónico en su explosivo final de temporada
Michael C. Hall recupera a Dexter
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Paramount+ cerró la primera temporada de Dexter: Resurrection con un giro que sorprendió incluso a los seguidores más veteranos de la franquicia. El episodio final trajo de vuelta a Brian Moser, mejor conocido como el “asesino del camión de hielo” —el hermano mayor de Dexter y uno de los antagonistas más recordados de la serie original— interpretado nuevamente por Christian Camargo.

La reaparición de Brian ocurrió en forma de alucinación, cuando Dexter (Michael C. Hall) quedó atrapado en la bóveda del multimillonario Leon Prater (Peter Dinklage), junto al cadáver de su antiguo colega Angel Batista (David Zayas). Tal como sucedió en el estreno de la temporada, Brian volvió para atormentar a su hermano, burlándose de sus intentos de llevar una vida “normal” y subrayando que esa ilusión lo había llevado a perder a Angel.

La tensión escaló rápidamente: Dexter utilizó la llamada de un preocupado Quinn (Desmond Harrington) al teléfono de Batista para planear su fuga. Con la ayuda de su hijo Harrison (Jack Alcott), infiltrado en la mansión de Prater durante una gala policial, y de la guardaespaldas Charley (Uma Thurman), que tras descubrir las traiciones de su jefe decidió abandonarlo, la historia dio un giro definitivo.

El enfrentamiento culminó cuando Harrison logró sedar a Prater, lo que permitió a Dexter ejecutar al millonario en la camilla original del asesino del camión de hielo, mientras la élite policial de Nueva York celebraba a pocos pisos de distancia. Siguiendo su ritual, el antihéroe desmembró el cuerpo, borró rastros comprometedores y manipuló las pruebas para incriminar al propio Prater como asesino serial.

Dexter: Resurrection aún no ha sido renovada por una segunda

La sorpresa no quedó allí. En la bóveda también se descubrió un archivo revelador: la verdadera identidad del temido “Destripador de Nueva York” corresponde a un personaje hasta ahora desconocido, Don Framt, abriendo así la puerta a una nueva trama que se desarrollará en la segunda temporada.

El cierre fue simbólico. Dexter huyó en el lujoso yate de Prater, armado con una colección de archivos sobre otros asesinos que promete convertirse en su nueva lista de presas. Con Harrison nuevamente a su lado y una autodefinición inquietante —“soy exactamente quien debo ser y quien vosotros queréis que sea”—, la serie reafirmó su retorno a las raíces que los espectadores exigían tras la criticada New Blood y el fallido experimento de la precuela Original Sin pese haber realizado cambios históricos.

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