James Gunn casi hace que un personaje se afeite la cabeza para la temporada 2 de Peacemaker
La segunda temporada de Peacemaker casi hace desaparecer el icónico cabello de uno de sus personajes

La agente Emilia Harcourt se consolidó en la primera temporada de Peacemaker como uno de los personajes más duros y complejos del universo de James Gunn. Interpretada por Jennifer Holland, esta agente de operaciones especiales demostró una increíble resiliencia física y emocional, aunque también reveló profundas cicatrices internas que la llevaban a buscar peleas en bares solo para sentir algo.
Su arco argumental fue uno de los más aplaudidos por los seguidores de la serie. Sin embargo, los planes originales para la segunda temporada llevaban su historia a un territorio todavía más extremo y visualmente impactante, un camino que finalmente fue descartado por el propio Gunn.
La idea que el cineasta desarrolló inicialmente para la continuación de la serie era audaz y arriesgada. La trama habría puesto a Harcourt en el centro de una peligrosa misión encubierta, una que la habría obligado a sumergirse en el corazón de la oscuridad que dejó atrás el villano de la primera temporada, White Dragon.
Una infiltración Nazi que exigía un sacrificio

La misión requería de un cambio físico impactante
Según revelaron James Gunn y Jennifer Holland en el podcast oficial de la serie, el guion original de la segunda temporada se centraba en las consecuencias de la muerte de Auggie Smith.
La historia seguía a Harcourt mientras se infiltraba en los restos de la organización supremacista blanca que su antiguo líder había dejado. Para que la misión fuera creíble y su identidad como agente del gobierno permaneciera oculta, el personaje tendría que haber adoptado una apariencia radical.
Esto implicaba que la actriz Jennifer Holland se afeitara por completo la cabeza para hacerse pasar por una skinhead y ganarse la confianza del grupo desde dentro.
Este giro habría llevado al personaje por un camino mucho más oscuro y descarnado, explorando de cerca el extremismo que Peacemaker confrontó en su propio padre. La idea prometía un thriller de espionaje con altas dosis de tensión y acción, pero a pesar de tener un guion completo escrito, Gunn decidió dar marcha atrás.
¿Por qué se descartó una trama tan potente?
La decisión de abandonar un arco argumental tan desarrollado puede parecer sorprendente, pero el propio James Gunn explicó los motivos que lo llevaron a cambiar de rumbo.
El cineasta confesó que, a pesar de que la historia incluía una secuencia de acción increíble que espera poder reciclar en algún otro proyecto, sentía que la trama no fluía de manera orgánica. Su instinto como guionista le decía que estaba forzando la narrativa para poder llegar a esa gran escena, en lugar de dejar que los personajes y sus conflictos internos guiaran el relato de una forma más natural.
En esencia, Gunn sintió que estaba escribiendo la historia "alrededor de la secuencia de acción" y no al revés. Esta autocrítica es un fascinante vistazo a su proceso creativo, donde la coherencia emocional de los personajes prevalece sobre el simple espectáculo.
El camino elegido y el futuro del DCU

Esperamos pronto disfrutar de la impactante escena de acción
Al final, la trama de la infiltración fue sustituida por el enfoque que se le dio al conflicto interno de Christopher Smith, una decisión que para muchos resultó en una exploración más profunda y satisfactoria del personaje. Aunque la idea de ver a Harcourt en una misión encubierta tan peligrosa es atractiva, la historia elegida consolidó el tono único de la serie, mezclando acción, comedia y un inesperado drama personal.
La pregunta que queda en el aire es qué pasará con esa "genial secuencia de acción" que Gunn tiene guardada.
En el interconectado universo de DC que está construyendo, no sería extraño que esa escena, o la idea de la infiltración, reaparezca en el futuro, quizás adaptada para otro personaje o en un contexto completamente diferente. Los fans ahora se quedarán con la intriga de lo que pudo ser, un testimonio de cómo las grandes ideas a veces deben ser sacrificadas en favor de una mejor historia.