La caída de The Walking Dead fue este episodio clave que cambió el rumbo de la serie para siempre
El declive de la icónica serie The Walking Dead comenzó en un momento clave mucho antes de lo que la mayoría recuerda
La reputación de The Walking Dead como una de las mejores series de supervivencia de la televisión es indiscutible, pero también está ampliamente aceptado que la producción comenzó a caer en cuanto a calidad en sus últimas temporadas. Si bien es cierto que mejoró de cara a la recta final que preparó lo que vino después, un conjunto de episodios entre la sexta y octava temporada provocó que muchos seguidores terminasen por abandonarla.
El inicio del declive de The Walking Dead
Es posible que varios episodios de The Walking Dead provocaron que los espectadores la dejaran atrás, pero si se analiza con detenimiento, se puede identificar un momento clave que marcó el inicio de su declive. La realidad es que este episodio transformó definitivamente al protagonista, Rick Grimes, en un personaje distinto, menos comprensible y con el que resultaba más difícil empatizar.
Una vez que Rick Grimes presenció una serie de desgracias que lo afectaron profundamente, la percepción del grupo cambió para siempre. Aunque sería injusto considerarlo un episodio terrible de una serie que en su momento fue grandiosa, "Not Tomorrow Yet" marcó un punto de inflexión y puso fin de manera definitiva a la época dorada de The Walking Dead de una manera bastante clara.
Avanzada la sexta temporada, la serie llegó a un punto sin retorno, llevando nuestra simpatía por su personaje principal más allá de los límites que cualquiera podría estar dispuesto a tolerar. Si bien algunos espectadores pueden señalar el estreno de la séptima temporada como el inicio del fin de la serie, The Walking Dead realmente empezó a decaer con "Not Tomorrow Yet".
Dicho esto, pese a lo que la mayoría podría llegar a creer, la muerte de Glenn Rhee no alteró significativamente la trayectoria de la serie, por más irritantes que fueran algunos giros argumentales vinculados a esta cuestión. Por otro lado, la forma en que Rick Grimes se comportó en este episodio fue una traición a su esencia como personaje.
Por eso, todo cambió cuando el protagonista de la serie decidió atacar preventivamente a los Salvadores, justificando su decisión con la icónica frase: "This is how we eat". No obstante, nada de lo que ocurrió en los episodios anteriores había preparado el terreno para esta drástica decisión. De hecho, Morgan Jones propuso una alternativa menos violenta y, sobre todo, más sensata. Sin embargo, Rick Grimes se impuso al interés del grupo bajo la falsa apariencia de un debate democrático.
Este episodio le arrebató para siempre la humanidad a Rick Grimes, así que las cosas solo empeoraron mucho más en The Walking Dead a partir de ese momento. La serie siguió decayendo tras esto, llegando a un clímax que se resolvió con la muerte brutal de un querido personaje al comienzo de la icónica séptima temporada. A partir de ahí, The Walking Dead se convirtió en una sucesión de inconsistencias en el guion, cambios desacertados y un ritmo narrativo demasiado lento. El daño ya se había provocado.